En pedo

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Pareja / off


- Rodri~ - Nuevamente nombraba Spreen en su oído. Se recargaba en el, intentando tomar equilibrio para no caer al piso, todo le daba vueltas.

- Ya está, wacho, dame el vaso - intentó quitárselo, pero este alejó su mano donde tenía agarrado el vasito, impidiendo que el más bajito lo privara de seguir tomando.

- Noo~ no, no - repetía, trabándose al decirlo reiteradamente. Spreen se rió solo por eso.

- Amigo, estás re en pedo - Carre tenía una sonrisita en la cara que no se la borraba nadie, le encantaba cuando su amigo se ponía así, era divertido y a la vez tierno verlo en ese estado. Lo que más le gustaba era que se ponía más cariñoso de lo que normalmente era (cosa que no era para nada normal) y se volvía vulnerable ante todo. No sé enojaba cuando el castaño se acercaba para darle un abrazo; sólo se quedaba ahí, quieto, sin oponerse como generalmente hacía.

Claro que le parecía raro que con él se dejara más, osea; sí dejaba que sus demás amigos se le acercaran a abrazarlo, él pelinegro no tenía drama, estaba muy en pedo como para tratar de sacarse de encima a la gente.

Pero, cuando el más bajito se le acercaba a darle un abrazo o tan sólo pasaba su mano por su cintura de forma cariñosa; Spreen se dejaba sin chistar. Aveces hasta dejaba caer su cabeza en su hombro y se quedaba allí hasta que quería volver a beber.

- Carre~, ¿sabes qué? Te- te quiero - Su lengua se trababa cada que abría la boca para decir cualquier cosa. Eso hizo sonreír al más bajito con ternura, evitando soltar un ruido de emoción.

No se quejaba para nada, estar así con el santafesino era lo mejor del mundo, no todos los día tenías al mismísimo Spreen diciéndote sin pelos en la lengua que te quería, se sentía afortunado al ser el único al que tratara así.

- Yo también te quiero ivi - usó el apodo que sabía que le gustaba al pelinegro aunque no se lo dijera directamente, lo veía en su rostro, la manera tímida de sonreír se lo decía todo.

Esos intercambios de palabras con su amigo siempre lo ponían muy feliz, Casi nunca pasaba, y cuando lo hacía, en momento donde no estaba hasta arriba de alcohol, se enorgullecía de si mismo por lograr sacar una palabra tan cariñosa de Spreen. Le gustaba pensar que era especial para el pelinegro en ese aspecto, se tenían mucha confianza, conectaban de una manera impresionante, no por nada eran mejores amigos.

- Dale, vamos, te llevo a tu casa - suspiró con una sonrisa divertida al ver como su amigo se estaba por quedar dormido en su hombro. Definitivamente, como había dicho una vez, el Spreen en pedo era su favorito.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 - ʀᴏᴅʀɪᴠᴀɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora