Antes de la guerra todo era diferente. El mundo estaba gobernado por Cronos y su esposa Rea, los padres de Zeus. Pasaron varias cosas, pero al terminar la guerra derrotó a su padre y trajo la paz al mundo. A Zeus no le gusta hablar de lo que ocurrió antes y durante la guerra, sobretodo de los actos de Cronos. Él le dijo una profecía; una profecía que ocurrió varias generaciones atrás. Le contó que uno de los hijos que tuviera Zeus le iba a hacer lo mismo que él a su padre. El dios fue listo e intentó evitar la profecía. Pero no nos adelantemos, volvamos con el joven Zeus.
-Dime Zeus, ¿que quieres? -dijo Metis.
Metis es la prima de Zeus, ninfa de un río y una de las 3.000 oceánides hijas de Océano y Tetis.
-Cómo me ayudaste en la Titanomaquia quiero recompensarte -respondió Zeus.
-¿Por lo que hice en la guerra? No creo que me merezca nada -dijo sinceramente Metis.
-¡Claro que te mereces algo!
-Bueno...
-Si, si. Mira. Serás mi esposa, ¿qué opinas?
-No sé yo...
-Venga. Tendrás todo tipo de lujos.
Hubo un silencio incómodo. Nadie decía nada. Cuando parecía que Zeus se iba rendir Metis dijo:
-Mmm... Vale... Seré tu esposa.
-¡Yuju! -exclamó Zeus-. ¡Vamos! Tengo que enseñarte el Olimpo, nuestro templo... ¡Y tengo que presentarte a mis hermanos! Hay tantas cosas que hacer.
Zeus cogió de la mano a Metis y fueron rápidamente al Olimpo. Anduvieron por todos lados, hasta la última parada que fue el templo de Zeus, ahora de ambos.
-¿Qué quieres hacer ahora? -preguntó Zeus.
-¿Qué quieres hacer tú? -dijo Metis con un tono coqueto.
-Pues... Podemos bajar al inframundo y...
Metis interrumpe a Zeus poniendo su dedo en la boca de él, haciendo un gesto de silencio.
-Antes me hacía la inocente -empieza a decir Metis más coqueta todavía-. Pero en realidad si quería ser tu esposa. Vamos a la cama.
Zeus se puso rojo. No sabía exactamente lo que estaba pasando. Todo le daba vueltas, no había tenido sexo con nadie. Fueron a la cama y se empezaron a besar. Se quitaron la ropa y se echaron en la cama, ella abajo y él arriba.
-¿Estás listo para tener un hijo con tu esposa? -preguntó Metis.
-No n-no sé... -dijo Zeus con voz temblorosa.
-Tú no pienses. Solo hazlo.
Y sin pararse mucho Zeus empezó. Estuvieron haciéndolo durante varias horas. Al acabar se acordó de la profecía.
-¡La profecía! -gritó Zeus saltando de la cama.
-¿¡Qué!? -saltó Metis asustada.
-La profecía decía que uno de mis hijos me quitará del trono, al igual que pasó con mi padre.
-No digas tonterías, seguro que es mentira.
-¡Hazme caso! -dijo asustado-. Ocurrió con mi abuelo Urano, mi padre Cronos, ¡y ahora me toca a mí!
-Está bien. Pero, ¿hay alguna forma de evitarlo?
-Creo. Creo que la única forma de evitarlo es que te coma.
-¿¡Cómo!? -gritó asustada.
-Sí. Tú estás engendrando al bebé. Solo así puedo evitar que crezca y me derrote.
-¿Y por qué no te lo comes una vez haya nacido? -propuso Metis.
-Eso fue lo que hizo mi padre y mira como acabó. Yo fui el único de sus seis hijos que no fue devorado.
-¡No quiero que me comas!
-¡Es la única solución!
Metis se vistió rápidamente mientras discutían y salió corriendo. Zeus hizo lo mismo y corrió tras ella mientras le decía que volviera. Estuvieron un rato dando vueltas, pero al final Zeus le pilló. Atrapada en sus brazos dijo:
-¡No! ¡Por favor! -gritó suplicandole a Zeus.
-¡Calla!
-¡No puedes hacerme esto!
-¡Claro que sí! ¡Soy el rey!
Antes de que Metis pudiera hacer o decir nada, Zeus usó su poder y la transformó en una gota de agua. Y sin pensarlo, la agarró y se la tragó.
El odio y la ira de Metis hizo querer cobrar venganza. Quería que Zeus fuera destronado, así que antes de que los ácidos del estómago la destruyeran le lanzó una maldición. La maldición haría que él tuviera un ansia incontrolable de tener hijos, lo cual habría más probabilidades de que le destronaran. Metis se quedó embarazada antes de que Zeus la devorara, lo cual hizo que involuntariamente le lanzara una segunda maldición, pero no sé manifestaría hasta años más adelante.
Una vez acabado el proceso, Zeus intentó fluir libremente sin pareja, pero buscó otra mujer sin enterase que la maldición le estaba haciendo efecto.
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Amor Y Guerra
RomanceZeus tiene muchos problemas con sus amoríos y su esposa Hera. Cuando nace su hija Atenea todo se complica más todavía. Afrodita y Ares no se están quietos. ¿Qué cosas podrán salir mal? Las cosas del pasado de Zeus influyen en el futuro de los dioses...