Nacimiento

54 6 0
                                    

Aunque Hebe no siguió con su trabajo como copera de los dioses, Zeus ya se encargó de ese problema, pero esa es otra historia. Durante el embarazo del segundo bebé de Hera su esposo fue muy cauidadoso en ella. Le ayudaba en todo lo que necesitaba. Y tras esperar los nueve meses llegó el día del parto.

Hera estaba dando a luz en su habitación de su palacio, con ella se encontraban Deméter, Hestia y Hebe. El parto estaba teniendo muchas complicaciones, pero al tratarse de dioses no pasaba nada, ya que eran inmortales. Solo sentía un dolor intenso. Hera empujaba con todas sus fuerzas pero el bebé no salía. Deméter y Hestia cogían la pegueña cabeza que asomaba un poco. Hebe animaba a Hera para que empujase con todas sus fuerzas. Tras varias horas insistiendo nació una niña. Por raro que parezca, no lloró en todo el parto. Hestia la sostenía en brazos mientras Deméter la limpiaba con un trapo de tela suave. Tenían que ponerle un nombre, así que Hebe le pregunto a Hera:

-Bueno, mamá. ¿Cómo le llamarás?

Hera casi agotada de todo el proceso no quiso contestar. Ya cuando despertó Deméter y Hestia se fueron, pero Zeus se encontraba hablando con Hebe mientras sujetaba a la recién nacida. En cuanto abrió los ojos fueron a preguntarle cómo estaba. Ella, muy cansada, pudo responder a duras penas.

-¿Has pensado el nombre? -preguntó Hebe.

Hera negó con la cabeza.

-He estado pensando en un nombre con papá. ¿Qué te parece Ilitía?

Ya estaba un poco más espabilada, por lo tanto pudo responder:

-Me encanta -susurró con la voz muy tenue.

-¡Perfecto! Se quedará con el nombre de Ilitía -dijo muy entusiasmada.

Hebe y Zeus la dejaron tranquila y se marcharon de la habitación, no sin antes darle a Ilitía para que tomara el pecho.

Zeus aprovechó está situación para escaparse con otra mujer. Hebe no estaba de acuerdo con él, pero era su padre y no podía delatarlo a Hera. Además que, si le contaba algo, Zeus le mandaría algún tipo de castigo.

Pasan algunos años e Ilitía ha crecido y es la diosa de los nacimientos, los dolores de partos y las mujeres que ayudan en los partos. Salía prácticamente todos los días con Hebe a jugar. Cuando algún ser tenía que nacer, ella decidía cuando; estaba siempre allí presente.

Algunos años más adelante, Hera anunció que tenía otro bebé en camino. Ilitía y Hebe estaban deseando que llegase. ¿Será una niña o un niño? No lo sabía, pero querían ver a su nuevo hermano o hermana. Zeus no estaba tan ilusionado como ellas. Tener otro hijo con Hera le parecía cansado. Sea lo que pensaran cada uno, había que prepararse para otro dios en la familia. El nacimiento del bebé se acercaba.

Amor Y GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora