capítulo 9.

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Ya era lunes por lo que me tocaba otra vez ir a clases, mientras me preparaba recordé de que hoy estaría todo la tarde con Minho, la verdad eso me puso un poco nervioso.

Baje a desayunar lo de siempre, unos cereales para luego despedirme de mi familia y ponerme en marcha para entrar a clases.

Una vez llegué fui corriendo a encontrar mi clase, ya que hoy tocaba música a primera hora y era una de las materias que más me agradaba.

Ya era la hora del descanso a si que fui a la cafetería a encontrar la mesa donde se encontraban mis dos amigos.

–Hola sungie– me saludaron a la vez.

–Os tengo que contar una cosa– dije algo nervioso– Minho va a ser mi tutor de matemáticas.

Cuando se los dije pude ver como la expresión de la cara les cambió a los dos. Félix abrió la boca sorprendido y a Seungmin se le escapó una sonrisa coqueta.

–¿Y como pasó todo esto?–preguntó el pelirubio con mucha curiosidad.

–Es un tema bastante largo la verdad, ya os lo contaré– dije sin importancia– por eso hoy volveré a casa con el.

–Ya me imagino la envidia que te cogerán los admiradores de Minho.– Dijo mi amigo el pelinegro.

–¿Como? ¿Por qué?– pregunté con curiosidad.

–Tu vecinito aquí es muy popular por su belleza y también por su destreza al bailar, pero sobre todo por su gran atractivo.–me contó asintiendo con la cabeza.

–Pero se dice que siempre rechaza a todo el mundo y que siempre se ve solitario y callado, solo se suele juntar en los descansos con Jeongin y Hyunjin.–Añadió Félix.

–Por eso digo que la gente te va a tener algo de envidia.

–Wow, yo no sabía nada de esto– dije sorprendido.

Después de esa conversación nos pusimos a comer hasta que sonó otra vez el timbre para entrar a clases.

Ya se había acabado al jornada de clases de hoy, y ya me encontraba en la puerta de la escuela esperando a Minho.

Hasta que veo que una moto aparca enfrente mía. "Ay no, se me olvidaba que el tenia moto" y efectivamente el chico de la moto era el. Se quitó el casco y me miró con una sonrisa.

–Vamos sube, ahora te doy un casco– me dijo bajándose de la moto.

De repente vi, como todos los que estaban saliendo por la puerta, se nos quedaban mirando con una cara que expresaba sorpresa.

–Es que...– no sabía cómo decirselo– me da miedo.– dije avergonzado.

Y cuando terminé de decir eso sentí como me ponía algo en la cabeza.

–Oh venga vamos, no te preocupes conducire despacio, tu solo agárrate bien a mi.– Me dijo mientras colocaba bien el casco en mi cabeza con una sonrisa.

Se subió el primero a la moto, y yo después inseguro me subí. Una vez ya estaba bien sentado apoye las manos en su hombro, pero el me cogió las manos con las suyas y las puso en su cintura.

–Agárrate de ahí mejor, así será más comodo para los dos.

Sentí como se me aceleraba el corazón, ante esa acción, no me lo esperaba. Una vez encendió la moto giré la cabeza hacia la puerta de la escuela, y vi que todo el mundo seguía mirándonos, a lo que yo me incomode un poco.

–No les hagas caso, son todos idiotas– me dijo con una sonrisa. Pude ver como sus mejillas estaban coloradas.

Deje ese pensamiento de lado cuando ya empezó a conducir, y comencé a mentalizarme en las matemáticas para no quedar como un idiota delante de mi vecino.


VECINOS || MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora