VECINOS || MINSUNG

capítulo 13.

Ya era la hora del descanso, y pues me tocaba contarles todo así que fui a buscar la mesa donde estaban. Una vez llegue y me senté vi como sus miradas insistían en que les contase ya el chisme.

–¿Vas a empezar ya?– preguntó Hyunjin ansioso.

–Si– dije para despues soltar un suspiro.

Comencé a contarles todo lo que había pasado con Han hasta ahora, y cada detalle que yo añadía las caras de Hyunjin y Jeongin más expresivas se hacían.

–En conclusión, gracias a tu gato empezasteis a hablar y ahora te gusta– dijo Jeongin.

–Yo no he dicho que me guste, aparte yo no sé si le gusto.– dije lo último en voz baja, pero lo lograron escuchar.

–Ay Minho, te gusta Jisung admitelo– dijo Hyunjin–y yo creo que tu a el también le gustas.

–¿Y si nos sentamos con el y sus amigos ahora?– dijo Jeongin.

Entonces los dos se levantaron a la vez y me obligaron a irme con ellos, dirigiéndonos hacia la mesa donde se encontraba Jisung. Una vez llegamos vi como los tres que se encontraban ahí se nos quedaron mirando extrañamente.

–¿Necesitáis algo?– pregunto Seungmin.

Hyunjin me empujó con el hombro para que yo dijese algo.

–¿Nos podemos sentar con vosotros?– mientras lo decía miraba directamente con una sonrisa al peliazul.– Es que pienso que nos podríamos llevar todos muy bien.

–Claro por qué no.– dijo Jisung. Félix solo asentia la cabeza, también le parecía buena idea.

Me senté al lado de Jisung, y mis dos amigos se sentaron al lado de Félix, Seungmin se encontraba al otro costado del peliazul.

Detrás de mi pude notar como la gente empezaba a mirarnos y a murmurar sobre nosotros, para mi eso era algo que ya no me incomodaba. Pero Jisung empezó a mover su pierna izquierda de forma nerviosa, sabía que él sí que estaba incómodo por culpa de la gente.

Así que estire mi mano derecha en dirección a si muslo para posarla ahí, y empecé a darle caricias en esa zona para que se tranquilizase.

–Tranquilo, no pasa nada solo céntrate en nosotros, todo está bien– le susurre al oído.

El solo me miró y me dio una sonrisa tranquila, notaba como poco a poco su pierna se tranquilizaba.

Cuando estaba a punto de quitar la mano de su muslo, note algo de peso encima. Resultó ser la mano de Han, en ese momento mi corazón se aceleró y lo único que hice fue atreverme y entrelazar mis dedos con los suyos.

Después de esa acción nos miramos a los ojos, sentí como se paraba el tiempo, pero en ese instante sonó el timbre anunciando que el descanso se acabó.

Nos soltamos de las manos y nos despedimos todos, me di cuenta de que cada vez me acercaba más y más a él, y eso me gustaba. Pero también me daba miedo, no quería hacerme daño y tampoco a él, pero tampoco podría privarme a no sentir nada.

Y de repente me vinieron a la cabeza las palabras de mi madre, nada de lo que decía mi padre era real, sentir es algo único que te da la vida y tengo que vivirlo. Gracias a Jisung mis sentimientos poco a poco van apareciendo y eso me gusta mucho.

Creo que una de las mejores cosas que me pudo pasar en mi vida, fuera que Dori se colara en casa de Han.