No te confundas

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—Bien, así que te gusto, Dorian podría ser un buen agente de la CIA, FBI, SVR, MI6 o todas las agencias de inteligencia mundial, su delicadeza femenina, no restaba su dureza masculina.
Yo ante su mirada inquisitiva sentí que el pequeño cisne me apretaba las bolas y no de una manera erótica, sino más bien dolorosa.
Trague en seco, invocando a toda mi testosterona y pidiendo que no me fallara.
—Sí me gustas, Dorian no bajó la guardia, no se impresionó.
—¿Es acaso una broma retorcida?, ¿Es alguna pervertida fantasía la de salir con la chica y su hermano gay?, sus frías preguntas me golpearon en la boca del estómago. Podría hacer de esto un drama, pero Dorian tenía razón, yo andaba con su hermana, y hasta ese momento desconocía la idea que Dorian tenía de mi relación con esta.
—Nunca me sentí atraído por un hombre, nunca ví a alguno y se me hubiera ocurrido decirle, "pero que bonito eres", mi voz sonaba segura para mí, pero no sé como sonaría para Dorian pues su semblante escéptico me observaba como si yo fuera una bacteria asquerosa que intentaba por todos los medios llegar hasta él.
—¿Esperas que yo crea que de la noche a la mañana me conoces y descubres tu gusto por los culos y pollas de hombres?, levantando mi dedo le hice la seña para una pausa y... Espera ¿ese ser angelical dijo culos y pollas de hombres?, lo siguiente en mi lista será lavarle la boca con jabón, de la única polla que querría que hablara sería de la mía nada más.
—No dije que me gustara ver culos de hombres, dije que me gustas tú, Ningún otro. Nadie más. Solo tú.
Remarqué ese detalle más veces de las permitidas pero quería que mi pequeño cisne entendiera y le quedara claro que en mi cabeza hueca, solo era él y nadie mas, tal vez añadiría más lejía para blanquear su mente.
Con una sonrisa maliciosa que me hizo sentir una excitación masoquista, Dorian recargó su rostro en sus manos entrelazadas, —Dame tu móvil, yo emocionado porque al fin me daría su número se lo entregué.
Dorian agilmente anotó algo y me lo devolvió pero esa sonrisa retorcida no despareció de su rostro.
Rápidamente se levantó y tomó su bandolera, —me voy, te recomiendo que en cinco minutos revises tu celular.
Con un guiño coqueto, el más coqueto que haya visto en mi heterosexual vida, caminó contorneando sus caderas, si yo me cuestionaba tener una erección por el cuerpo de hombre, ahí en un restaurante familiar se resolvió mi duda, mi polla estaba dura como no la sentía desde los catorce mientras él objeto de mi deseo se alejaba.
Como niño obediente y ansioso esperé los cinco minutos para llamar a Dorian, pero de inmediato un vídeo porno gay sonó a todo lo que da, no dejando dudas de que era lo que yo veía ante las miradas reprobatorias de los comensales ahí sentados que me fulminaban como si yo fuera el mayor depredador sexual del planeta.
¡Desgraciado cisne! Lo voy a matar.

Al hacer en autopista la hora de regreso me dió tiempo de escuchar música, no sé porqué me sentía tan optimista y feliz, tanto que al llegar estacioné mi auto y silbando entré a casa.
—¿Ya cenaste?, la mirada de mi padre estaba en un programa de la televisión, algo sobre retos militares y los equipos médicos.
—Buenas noches señor, saludé, —Ya, ¿y tú?, mi padre estaba relajado, miró sobre su hombro y asintió.
—Ya, pero te dejé un sándwich en la mesa.
Sonreí y agradecí.
—Voy a comer ese sándwich y me iré a mi recámara, tengo tarea que entregar.
Mi padre absorto por la televisión solo asintió.
Al estar en mi cuarto rápidamente saque mis auriculares del cajón y me los puse, listo para reproducir el vídeo que Dorian me puso.
Casi se me para el corazón al ver al tipo musculoso jodiendo a otro. Su polla era brutalmente enorme y el tipo que era empotrado ¡tenía pelos en las nalgas!, pero a pesar de que eran dos hombres con apariencia de leñadores, los gemidos casi animales, los jadeos y las pieles chocando me atraparon.
El tipo barbudo que clavaba al otro barbudo, le dio un fuerte azote mientras lo llamaba perra, o puta.
Debo decir que he follado con muchas mujeres desde los catorce, desde adultas hasta virginales jovencitas y nunca se me ocurrió llamarlas así y menos azotarles el culo, pero ver a esos dos mastodontes como potros en plena monta, me llevó a un límite y pronto mi mano subía y bajaba acariciando mi polla mientras imaginaba a mi dulce cisne siendo tratado de esa forma por mí. Eso me hizo eyacular como lava de un volcán, pensando que mi cerebro, licuado saldría por mi verga.
Cansado me desplomé en mi cama, un mundo nuevo se me abría y ahora estaba ansioso por saber todo sobre sexo anal. 
Nunca tampoco probé semejante opción con mis ex. Bajé dos vídeos más, los cuales por supuesto vi y me la jalé pero de pronto mi mente inquieta empezó con sus divagaciones y esta vez debo decir era serias. 
Supe que hay tipos de gays, desde rudos osos como los que acababa de ver, hasta bellos cisnes como Dorian, pero un vídeo me causó un derrame cerebral cuando un chico del tipo de Dorian penetraba con su versión ruda a un tipo del aspecto alfa.
Yo casi muero ahí mismo. Pues una cosa era que me guste Dorian y podría sin duda joderlo por el culo, pero dudaba mucho que yo le dejara hacer algo así.
Ese pensamiento desinfló mi viagra mental, y me puse a investigar sobre activos, pasivos, versátiles, trasvestis, besos negros, dildos, lubricantes, condones y todo lo relacionado con el estilo de vida gay. Creo que nunca en mis años de estudiante me había interesado tanto como en ese momento.
Descubrí la gran variedad de formas para disfrutar entre hombres, unas muy sexys y otras que mejor no diré por el riesgo a susfrir un trauma irreversible.
También fui mas consciente de que ser homosexual no es nada fácil en nuestra sociedad.
Sin embargo la libertad de amar y poder ser feliz aceptandote, valía cada momento malo.
Y admiré a Dorian quien por ser gay, había aguantado pendejadas de gente como mi papá o de pasivos agresivos como yo, se necesita mucho valor para tolerar a los intolerantes y se necesitan más pelotas para atreverte a desafiar a una sociedad hipócrita.

—Buenas noches hijo, el toque de la puerta y la voz de mi padre casi me hace gritar como niña. Aclarando mi garganta respondí lo más "normal" posible.
—Buenas noches papá.
—Trata de descansar o solo dormiras una hora, viendo el reloj de mi computadora supe que sip, soy un alumno muy dedicado.
—Sí señor, ya dormiré, los pasos de mi padre se alejaron de mi recámara mientras aquellas imágenes me dejaban con ganas de saber más.
Por desgracia esa semana sería muy cansada para mí.

Te convertí en gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora