CAPITULO 38 <3

531 59 11
                                    

Narradora:

Después de una linda noche estando todos juntos mientras celebraban los cumpleaños de _____. Fue una noche realmente hermosa, ustedes se lo podrán imaginar... Bill y Sara peleando como niños pequeños, Bill pegado a _____ como un cachorrito el cual necesita atención de su amo, Julieta observando cada una de las cosas q suceden mientras que sonreía por todo, ya saben, ella es algo así como la figura maternal dentro de ese lindo hogar conformado por cuatro jóvenes sin idea alguna de lo que realmente es la vida.

La mañana siguiente al cumpleaños de _____, Bill como de costumbre amanecía teniendo en sus brazos a su amada, él no la quería soltar ni un segundo, definitivamente es como un cachorrito...

En cuanto _____ despertó debido al calor que estaba haciendo decidió ir a tomar un vaso de agua, cuando intentó levantarse Bill aún dormido la aferró con más fuerza contra él haciéndola reír un poco.

Ella volvió a intentar librarse de los brazos de Bill pero él despertó.

– N..no te vayas... Quédate conmigo –dijo de manera suplicante–

– Solo iré a tomar agua, no me tardaré.

– Entonces iré yo. Tu quédate aquí –dijo mientras se destapaba para luego salirse de la cama–

– Está bien... –dije con una sonrisa de oreja a oreja al ver el tierno comportamiento de Bill–

Bill bajo rápidamente hacia la cocina para agarrar un vaso y llenarlo de agua para la chica que tanto amaba. En cuanto subió a las escaleras ya con el vaso de agua en manos, no pudo evitar volver a sentir una presión en su pecho, sentía como que algo iba mal.

– Aquí está su vaso de agua, señorita –dijo en un tono dulce mientras entraba a la habitación–

– Gracias... –Tomó el vaso de las manos de Bill mientras le regalaba una sonrisa–

– Oye... –se volvió a meter en la cama justo donde antes estaba durmiendo– Hoy pasarás todo el día conmigo, ¿Verdad? –dijo con un tono de niño caprichoso que daba ternura–

– Si... Puede ser

– No acepto un "puede ser", te quedarás todo el día conmigo, hoy no te compartiré con nadie.

La chica solo se quedaba mirando a su novio decir esto, ella tan solo sonreía y asentía mientras Bill se acomodaba bien en la cama poniendo su cabeza en el hombro de la chica.

– ¿Sabes? Tengo un presentimiento extraño... –le dijo a _____–

– ¿A qué te refieres con "extraño"?

– Siento que en cualquier momento te podría estar perdiendo, no quiero separarme de ti, no te quiero perder...

– ¿Eh? –giró su cabeza para mirarlo, él tenía cara de perrito regañado mientras su cabeza aún se posaba sobre el hombro de _____– Bill... Nunca me vas a perder, nunca lo permitiría.

– Lo sé... solo que no puedo evitar dejar de sentir este dolor en el pecho, está angustia que me está consumiendo.

La chica volvió a quedarse callada mientras escuchaba las palabras de Bill, ella empezó a acariciar el pelo desordenado y con menos volumen de su novio mientras le daba pequeños besitos en la frente de él, eso lo ayudaba a relajarse, era como terapia para Bill.

De nuevo eran tan solo ellos dos, regalandose todo tipo de amor, dejándose llevar por todo lo que sentían sin importar nada. Bill no estaba dispuesto a soltar a su novia ni un segundo más, él decía muy enserio lo de que pasarían todo el día juntos y no permitiría que nadie la robara, él no la prestaría ni un instante.

Prisioneros -Bill Kaulitz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora