Estas son las reglas del acuerdo que Francia impuso en su acuerdo con Inglaterra:
1.
No me llamarás "Rana" ni de ninguna manera despectiva, hasta que te gradúes como mi aprendiz.
2.
Seguirás las recetas y mis órdenes sin cuestionar.
3.
Practicarás preparar algo tres veces al día, todos los días.
4.
Comerás todo lo que prepares, sin importar si sabe mal. De esta manera aprenderás a ser más cuidadoso y no repetir los mismos errores.
Como era de esperarse al comienzo todo fue tan difícil que Francia solamente se reafirmaba que había sido una mala idea, pero puesto que era evidente que Inglaterra hacía su mejor esfuerzo, decidió seguir adelante.
Tras varias lecciones logró que Inglaterra aprendiera controlar la temperatura y dejará de quemar las cosas. No obstante, había otros problemas problemas por resolver, entre los cuales era que por algún motivo las cantidades siempre eran exageradamente grandes.
-Supongo... -concluyó Francia- Que siempre ha deseado que todos disfrutemos de su comida, sobre todo ese chico glotón cuyo estómago parece no tener fondo.
Asumiendo que las grandes cantidades eran porque su objetivo final era alimentar a América hasta que estuviera satisfecho, entonces podría dejarlo seguir cocinando de tal manera.
Una vez aceptado tal hecho, Francia continuó enfocándose únicamente en sus siguientes lecciones, pasando por desapercibido los efectos de las cuarta regla.
Pasó el tiempo y la reunión de naciones llegó. Todo transcurrió sin ningún percance, fue una mañana tranquila...
-¿Una mañana tranquila? -pensó América- ¡¿Acaso soy el único que lo ha notado?!
Mientras todos prestaban atención a los temas de la reunión, América no podía dejar de sentirse inquieto por dos cosas.
La primera.
Todo era muy tranquilo. ¿Dónde estaban las usuales discusiones con Inglaterra? Era un hecho fuera de lo común que no discutiera con él, pero era aún más extraño que no discutiera con Francia en absoluto. ¿Dónde estaban los reclamos, los golpes, las patadas y los insultos entre ellos?
Aun cuando en un momento Francia se burló de las grandes cejas de Inglaterra, este no se inmutó al respecto.
¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué Inglaterra parecía tan tranquilo aquella mañana?
Eso lo llevó al segundo punto.
Había algo diferente en Inglaterra. No era solo su inusual estado de tranquilidad. Había algo diferente en su apariencia.
Desde donde estaba sentado América no podía apreciar nada más que el rostro de Inglaterra, así que tuvo que esperar hasta el descanso del almuerzo para comprobarlo.
ESTÁS LEYENDO
CLASES DE COCINA
FanficA Inglaterra siempre le ha gustado cocinar, pero nunca ha recibido halagos por su comida, pero su mayor deseo es que América la elogie. Con el objetivo de lograr esto último, termina pidiéndole a Francia que le de clases de cocina en secreto. Sin em...