Cap. 6

65 6 3
                                    

Desperté de golpe en la silla de la oficina con la respiración completamente agitada. Me levanté y miré a mi alrededor con mucho nerviosismo.

Todo estaba en calma, no había ningún signo de peligro, pero tampoco sabía dónde estaba Elsa. No sabía qué es lo que había pasado.

Pero entonces pienso, y recuerdo lo que pasó durante la noche: estábamos rodeadas, no había escapatoria y todo estaba lleno de ruidos y alucinaciones para mí, y de repente salió Puppet. Desde aquel instante mis recuerdos se volvieron completamente borrosos.

Fue cuando entonces oí ruidos fuera de la oficina y me encaminé lo más rápidamente posible hacia el lugar de origen de aquel ruido.

Llegué hasta el comedor y me encontré una mesa tirada en el suelo con varias sillas que se había llevado por delante al caerse, y mi compañera estaba al lado del reciente desastre con la respiración agitada y una mirada que reflejaba una angustia muy profunda.

Yo: Elsa...

Ella me miró al instante moviendo solo la cabeza y los ojos hacia mí.

Elsa: ¡¿PERO QUE MIERDA HA PASADO?! ¡ESTÁBAMOS... Y... DE REPENTE...!

Rápidamente me acerqué a ella y la abracé tratando de tranquilizarla, aunque ella no me respondió al abrazo. No paraba de balbucear palabras apenas inteligibles mientras temblaba y respiraba de manera irregular. Realmente yo no sabía cómo reaccionar, todo estaba pasando demasiado rápido, lo único que se me ocurría era acariciar su espalda y darle de vez en cuando unas palmaditas a esta. En un momento pude sentir algo húmedo en mi hombro, supuse que había comenzado a llorar.

No pude evitar dejar escapar unas lágrimas igualmente y desahogarme en silencio mientras ella lo hacía ruidosamente.

Todo estaba yendo horrible. Para ella esta sería la última noche pero para mí probablemente quedaría muchas noches más. Sentía que aún me quedaba mucho más por sobrevivir.

En un momento sentí que había dejado de temblar y de llorar alto por lo que dejé de abrazarla y agarré sus dos manos mirándola a los ojos. Ella tenía los suyos rojos y algo hinchados de tanto llorar.

Yo: Elsa... ¿Tú recuerdas qué pasó anoche? —Pregunté con algo de duda, no sabía si iba a reaccionar bien a aquello por si recordaba algo horrible.

Pero lo único que hizo fue suspirar y relajarse lo máximo posible.

Elsa: Yo... No mucho. Sólo recuerdo que una especie de marioneta apareció detrás de esos.. ¡monstruos! Después te oí susurrar algo y...

Ella dejó de explicar tratando de pensar lo mejor que podía. Parecía que se había quedado con la mente en blanco.

Yo: ¿Nada más?

Elsa: Solo déjame pensar... —De repente sus ojos se abrieron como platos— Esa marioneta... Tenía algo extraño...

No pude evitar alzar una ceja pidiendo en silencio que continuara explicando.

Elsa: Todos... Uhm... Todos los animatrónicos se pararon de repente y comenzaron a mirarlo... Y, creo que... Esa marioneta estaba susurrando cosas bastante raras... Y ya desde ahí no recuerdo nada más.

Terminó de explicar negando con la cabeza mientras suspiraba pesadamente.

Pensé. Primero apareció la marioneta, después susurró cosas extrañas y luego estábamos sanas y salvas sin ningún recuerdo de lo que ocurrió realmente.

Yo: ¿Y si realmente aquella marioneta quiso ayudarnos? Tenemos que estar todavía vivas tras eso por alguna razón.

Elsa: ¿Esa cosa? ¿Ayudarnos? ¿Acaso no veías cómo nos miraba? Tuvo que haber pasado otra cosa. Es imposible que uno de ellos haya querido ayudarnos.

Si yo estuviera en fnaf 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora