𝐒𝐞𝐱 𝐃𝐨𝐥𝐥 [ +𝟏𝟖 ]

Capítulo 9

Pov Samanan

—Odio la universidad — gruñó Mon, cruzando los brazos.

— Y eso que tú no vas — me reí para luego beber un poco de jugo.

— Todo ese tiempo que lo pasas ahí, lo pasarías conmigo — hizo puchero.

— Ya te dije que no puedes ir, además, hoy es viernes. Tengo libre mañana y pasado mañana — rodé los ojos.

— Solo dos días, 48 horas, de las cuales dormimos 16 horas, tan solo nos quedan 32 horas para pasarlas juntas — refunfuñó.

— Todos los días salgo a las 12.

— Sí, pero ya son pocas horas las que pasamos juntas — bebió de su jugo.

— Eres una dramática, bebé — dije levantándome de la silla.

— Ven en cuanto salgas, quiero que me des amor.

— No te prometo nada, si no veo a Ni en la universidad, tendría que ir a su casa — estaba un poco preocupada por ella, no la he visto desde el lunes.

— ¿Para qué vas a ir?— preguntó un poco molesta.

— Primero, para dejarle en claro que no puede meterse contigo y, segundo, porque quiero saber si está bien — me acerqué a ella para acariciar su mejilla.

— ¿Y si mejor la llamas? — sugirió en su lugar, sonriendo.

— Sé que estás así por el sueño que tuviste, pero entre Nita y yo nunca pasará nada, ella es como mi hermana — traté de hacer que entendiera.

— Eso no era sueño, dicen que los sueños son lindos y eso era horrible, solo de recordar que la besabas me... Me enojo — me miró molesta. Hace unas horas, Mon se levantó sudada y agitada, también lloraba un poco y me decía que me había visto tener sexo con Nita. Mi brazo es testigo de su enojo, tengo como tres morados por los mil golpes que me dio en esa zona. Aunque ya le expliqué que era solo una pesadilla, aun está recelosa.

— En cambio, a mí me gusta que tengas pesadillas, significa que estás más lejos de volver a convertirte —sonreí, ya ni siquiera podía terminar la frase.

— Como sea, porfa, no vayas — me abrazó por el cuello.

— Que no pasará nada, además, me niego a creer que yo le guste a Nita, parece una broma — empezaba a creer que todo eran inventos de Kirk.

— Entonces no tardes mucho, y a mí no me gusta tener sueños feos — bajó sus brazos de mi cuello, cruzándolos.

— Eres una pequeña celosa, no tardaré — le di un beso en los labios, que rápidamente correspondió. — No tardo — dije separándome del beso.

— ¿Vendrá Kirk? — preguntó inocentemente y yo rodé los ojos.

— ¿Ahora te gusta Kirk o qué?

— Eres una pequeña celosa, no tardes — ella imitó mi voz de hace rato.

— Ah, ¿Te la das de graciosita? — solté entre enojada y risueña.

— Entonces no me provoques — me sonrió con su lengua entre sus dientes.

— Listilla — la besé de nuevo, sus brazos volviendo a mi cuello, mientras que yo le agarraba las mejillas. — No tardo a... Aunque no sé cuánto demoraré en casa de Nita — por poco le digo amor.