𝐒𝐞𝐱 𝐃𝐨𝐥𝐥 [ +𝟏𝟖 ]

Capítulo 7

Pov Samanan

Creo que ya tengo la alarma programada en la cabeza por culpa de la universidad, eran las 7 de la mañana y yo estaba despierta desde las 6:30, intenté dormir, pero ya no podía, además, mirar a Mon dormir tan plácidamente me hipnotizaba. Aun así, ¡Qué mierda estar despierta tan temprano un domingo!

La castaña se movió un poco, creo que ya va a despertarse, dos minutos después ella abría los ojos lentamente, como el oso perezoso de zootopia. Ya sé, veo muchas caricaturas.

- Buen día, bella - me reí al ver que arrugaba su nariz.

- Buen día, Sam - abrió solo un ojo completamente. Luego sonrió maliciosamente.

Se movió hasta llegar a mí y se me subió encima, sus manos tomaron las mías y las puso sobre mi cabeza.

- ¿Qué... Qué haces? -pregunté nerviosa.

- ¿Yo? Nada - seguía sonriendo, se movió un poco, haciendo que su centro rozara mi miembro.

- Aah, pu...- me mordí el labio para no decir esa vulgaridad.

- Así estaba tu miembro ayer, quería que yo le diera amor - empezó a moverse más contra mí, bajando su rostro a mi cuello y dejando un suave beso ahí.

- Ahh, Mon, es... Es muy temprano - intentaba evitar gemir.

- Sabes muy bien que no quieres parar, quieres esto como yo. Además, no estamos teniendo sexo realmente - me chupó el cuello.

- Jodida mierda - ni siquiera me había dado cuenta de que tenía el miembro erecto cuando me desperté. - Es cierto, tienes algo que me encanta, tú me encantas - respiraba más rápido.

Como soy más fuerte que ella, hice que nos diéramos vuelta, quedando ahora yo arriba. Mis manos ahora aprisionaban las de ella, mientras que Mon me tenía presa de la cintura con sus piernas y sonreía victoriosa, ¡pequeña coqueta!

- ¿Te vas a mover? ¿O me vuelvo a subir encima de ti para hacerlo yo? - preguntó con la voz baja y mordiéndose el labio. "Vamos Sam, no es como que estés perdiendo tu virginidad, piensa que solo te estas masturbando" pensé en mi interior.

Me moví de arriba hacia abajo, lentamente, empezando una placentera fricción. Solté sus manos y las metí por debajo de su espalda, para acercarla lo más posible a mí, ella me abrazó por el cuello. Nuestros rostros quedaron demasiado cerca, no me aguanté más y la besé.

- Ahh, Sam - gimió Mon, separándose un poco del beso. - Más rápido - pidió y aumenté la velocidad, era como estar haciendo el amor por encima de la ropa.

- Ahhh - la habitación se llenó de gemidos y suspiros, una leve capa de sudor cubría mi frente, sentía mi corazón, latir a mil por hora. Mi cuerpo empezó a hormiguear, no me faltaba mucho para liberarme.

- Ahh, Sam, justo así - Mon gemía más fuerte y también empezó a moverse conmigo. Un minuto después, ambas nos estábamos corriendo en nuestra ropa interior.

- Mierda - dije con la respiración entrecortada, dejando caer mi cara en su cuello.

- ¿Sigues viva? - preguntó burlesca, luego de que su respiración se normalizó.

- Necesitas más que eso para matarme - le mordí suavemente el cuello, ella se río con ganas.

- No me provoques - susurró y yo sonreí.