12.

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Eran las 3am, y yo ya estaba bastante borracho.
Sé que tengo poca tolerancia con el alcohol pero nunca le presto importancia. A pesar de aquello, aun me mantenía en pie, lo cuál era buena señal.

 A pesar de aquello, aun me mantenía en pie, lo cuál era buena señal

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Mierda. David.

Me dirigí al baño para atender el llamado, el cuál era extraño a estás horas de la madrugada.

— ¿H-hola? ¿David?

— Hola, hermanito. Tanto tiempo. — Se oía una leve música detrás, lo más probable es que estaba en el mismo estado que yo, así que nada de esto podría salir bien.
Sabía lidiar con las estupideces que me decía cuándo estaba borracho, no le daba importancia. — Sabes, debo confesarte algo. Estuve pensando en vender la casa de mamá.

— ¿Que carajos dices David? Allí vivo yo. — Me sorprendió su estupida ocurrencia.

— Pues si, necesito el dinero y la casa esta a nombre de ambos. La venderé. Papá esta de acuerdo conmigo. — Dios. Los odio. Los odio los odio los odio.

— Siempre está de acuerdo contigo, no me sorprende. Déjame en paz David, búscate un trabajo y deja de vivir a costa de lo que papá te da. Eres una basura. — Respondi, subiendo mi tono cada vez más— Y sácate esa maldita idea de la cabeza porque sabes que nunca pasará.

— Pues, suerte consiguiendo el dinero que me pertenece. — bufo — debes crecer hermanito, deja de aferrarte al recuerdo de esa mujer.

— ¿Esa mujer? ESA mujer era nuestra madre, estupido. Vete al carajo.

Corte el llamado. Traté de calmarme pero la ira dentro de mí crecía cada vez más con los pensamientos.
Estampe mi puño contra la pared, una vez, dos, tres, cuatro veces.

JODER. David de mierda. Padre de mierda. Vida de mierda.

Tomé un par de pastillas que tenía en el bolsillo, sabía que con el alcohol no es la mejor opción pero, en fin.

Tocaron la puerta y respondí ocupado.

— Soy Ben — dijo — Escuché un poco de lo que pasa, ¿estás bien? — Lo deje pasar, y noté su cara de preocupación.

— ¿Que tanto escuchaste?

— Pues lo suficiente para saber que estás en la mierda. Mira tus nudillos. — Dirigí mi mirada hacía ellos y no habia notado que sangraban. Abri el agua y la dejé correr sobre ellos.

— Lo siento, yo...

— Oye, no te disculpes. — Dijo, acercándose. — Si quieres hablar aquí estoy, y si no quieres pues, también. — Cada vez estaba más cerca de mí.

Podía sentir su respiración, y no recuerdo como pasó, pero nos estábamos besando. No me negué a aquel beso, y mierda. No sé si fue la mezcla de las pastillas y el alcohol, pero no podía despegarme de él.

— ¿N-Nick? — sentí una voz desde la puerta. Era Charlie, y a su lado estaban Harry y Tao.

— Vete al carajo amigo — dijo Harry, enojado.

Ambos se dieron vuelta y se fueron, mientras que Tao no dejaba de mirar confundido. MIERDA.

— Lo siento. Charlie nos dijo que te vio extraño y pensó que nos necesitarías, pero... — Alzó las cejas y cerró la puerta.

Seguía en shock. De un segundo a otro, había perdido a Charlie y a uno de mis mejores amigos, en el día de su cumpleaños.

Soy una mierda.

— ¿Que carajos crees que haces? — le dije a Ben, enfurecido — ¿Porque me besaste? — lo empuje.

— ¿Que? Tú me besaste. No me toques, estupido. — Me empujó y salió por la puerta.

Otro puño más que le di a la pared.

Luego de ese momento, mi mente se nubló y quedé sin recuerdos de aquella noche.

Monster - Heartstopper auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora