You. | Lynn Loud

chapter 7

"movie afternoon"

—Kate, estás bien? –Pregunté alzando una ceja. Me había arrastrado hacía la cafetería y estaba teniendo una actitud bastante rara.

—Yo? Estoy genial y tú? –Respondió sonriendo, no despegaba su mirada de la puerta de la cafetería. Solté un suspiro mientras abría mi jugo, volteé hacía la entrada y vi entrar a Luna empujando de Lynn.

Al estar bebiendo, me atragante por los nervios y Kate me dio unas palmadas en la espalda. Ambas hermanas se acercaron a nuestra mesa y se sentaron.

—¡Holaa! –Saludó Luna. Volteó hacía Lynn, al ver que la atleta no decía nada le dió un codazo.

—Hola. –Murmuró entre dientes, levantó la mirada hacía nosotras.

Se formó un silencio incómodo, ninguna sabía que decir. Kate y Luna se miraron con complicidad.

—Bueno.. –Luna aclaró su garganta. –Decidimos que tal vez sea momento de que ustedes dos se hagan amigas. –Dijo señalandonos a Lynn y a mí, nos miramos rápidamente.

Kate asintió repetidas veces dándole la razón, ninguna dijo nada. Lo medité por un momento y me dije a mi misma que tal vez era una buena idea.

—Mmh, no parece mala idea.. Si estás de acuerdo, podemos ser amigas Lynn. –Dije despacio, mirándola. Lynn lo pensó por varios minutos, minutos que se hicieron eternos poniéndome más nerviosa.

—Supongo que estaría bien. –Dijo finalmente. Yo atiné a sonreír tratando de ocultar la felicidad que tenía por dentro. –Debo irme, tengo clases ahora. –Se despidió de nosotras. Cuándo ya no estuvo en mi campo de visión volteé rápidamente hacía las chicas, soltamos un grito emocionado.

—¡Es tu momento Ney! Deberías aprovechar para acercarte más a ella. –Dijo Kate pasando un brazo sobre mis hombros.

—Tonta, dame tiempo. Apenas somos amigas ahora. –Respondí para hacerla razonar. –Aunque.. podría hacerlo. –Dije pensativa.

—¡Claro que podrías! Lynn acepto que sean amigas después de odiarse por muchos años, no cualquiera logra eso. –Habló ahora Luna. Tenía razón, debía aprovecharlo.

Al otro día, salí de clases decidida a encontrarme con Lynn y tener una conversación normal de amigas. Tenía una idea de dónde podría estar así que compré una botella de agua y fui hacía el campus, una sonrisa se coló en mis labios cuándo la vi entrenando. Me senté disimuladamente en las gradas y levanté la mano para saludarla cuándo me vio, ella sólo hizo un movimiento de cabeza a modo de saludo. En su descanso para tomar agua se acercó trotando hacía mi.

—Qué haces aquí? –Preguntó. Se le notaba cansada así que estiré la botella hacía ella, la recibió un poco sorprendida y la abrió para beber.

—Mi clase acabó pronto y no sabía a dónde ir así que decidí venir aquí. Veo que están entrenando. –Respondí mirando a las demás chicas. Lynn asintió y se sentó a mi lado. –Cómo estás?

—Bien, pronto tendremos un partido con otra preparatoria y nos estamos preparando. –Explicó acomodándose su gorra.

"Linda" pensé.

—Seguramente ganaran, teniendo a la gran Lynn Loud en su equipo. –Reí. Lynn soltó una risita mientras se paraba para volver a entrenar. Me quedé viéndola hasta que ya fue momento de irme a mí siguiente clase, en el camino me encontré con Kate y le conté que vi a Lynn entrenar.

—¡Uhh! estuviste con tu novia. –Me molestó mientras picaba mis costillas. Le pegué en el brazo mientras reía. –¡Oye! que te encantaría ser su novia.

—Kate, te drogaste? estás alucinando cosas. –Respondí nerviosamente, caminé dejando a Kate atrás y entré a clase.

Al terminar, salimos del salón hablando. Queríamos ir al cine mañana en la tarde ya que se había estrenado una película que llevábamos esperando un tiempo.

—Y si invitamos a Luna y Lynn? -Propuso Kate. –Sería divertido.

Antes de que pudiese contestar Luna apareció a nuestro lado.

—A dónde vamos? –Cuestionó pasando un brazo sobre nuestros hombros. Le contamos nuestra idea y ella aceptó diciendo que le preguntaría a Lynn. Unas horas más tarde volví a casa, deseando que Lynn aceptara la invitación.

Lynn Loud.

Desperté en medio de la noche, tallé mis ojos y me removí en la cama. Recordé estar soñando con Sydney, todo esto estaba volviéndome loca y aún no se lo había contado a nadie, ni siquiera a Margo.

Moví mi cabeza bruscamente tratando de dispersar todos mis pensamientos y traté de volver a dormir. A la mañana siguiente, Luna me detuvo en el pasillo de las habitaciones.

—¡Lynnn! con las chicas pensábamos ir esta tarde al cine, quieres ir?

Estuve por aceptar pero recordé mis prácticas de básquet.

—Tengo práctica de básquet hoy. –Expliqué. –A qué hora sería esto?

—En la tarde, supongo que a eso de las 5? –Respondió. Asentí diciéndole que después vería, debía admitir que el hecho de que de la nada me invitaran a sus planes me parecía extraño.

Sydney Lewis.

Estaba parada frente la entrada del cine esperando a las chicas, sin parar de alisar mi falda blanca. Debía admitir que salir con Lynn me hacía sentir algo nerviosa, a lo lejos vi a Kate acercarse. Al estar cerca de mi, me abrazo a modo de saludo y nos dispusimos a esperar a las hermabas.

Una van paró cerca de nosotras, de esta bajó Luna. Mi sonrisa disminuyó levemente al no ver a la deportista, Luna se disculpó por la tardanza y dijo que Lynn llegaría un poco más tarde. Entramos y estuvimos esperando en la fila para sacar los boletos de la película.

Un rato después Lynn apareció y se disculpó por la demora quejándose del autobús por tardar mucho. La miré feliz por su presencia pero desvié rápidamente la mirada cuándo me miró, aún no me acostumbraba del todo a las sensaciones que me provocaba.

Al finalizar la película, todas salimos de la función compartiendo opiniones sobre la película. Decidimos dar unas vueltas por el centro comercial, fue una tarde llena de risas que sin duda recordaría siempre. Llegó el momento de ir a casa así que nos despedimos.

—¡Deberíamos salir más seguido! –Exclamó Kate con alegría. Todas asentimos sonriendo, realmente nos habíamos divertido.

Al llegar a casa, me tiré en mi cama y una sonrisa se formó en mi rosto. Finalmente caí rendida por el sueño.