chapter 12

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Escuchar los latidos de Lynn me adormecia y más aún sintiendo sus dedos pasar por mis cabellos. El entrenamiento de Lynn se canceló entonces me llamó para pasar la tarde juntas y desde que llegué estábamos recostadas sobre su cama.

Lynn realizaba movimientos vagos sobre la pantalla de su teléfono mientras yo mantenía mis ojos cerrados, relajada. El sonido de gotas caer sonaba de fondo, era una tarde perfecta para mí.

—¿Te hablé sobre el cumpleaños de Margo? –Habló Lynn. Abrí mis ojos con dificultad y negué con la cabeza. –Es dentro de unas semanas y quiero que me acompañes.

Sonreí al escucharlo. Aunque no lo parezca, a Lynn le gustaba invitarme a todos lados y yo amaba acompañarla a todos lados: el complemento perfecto.

—Está bien, envíame los detalles luego. –Murmuré. Lynn sonrió y volvió su vista hacía su teléfono. Comenzamos a escuchar unos gritos en la planta baja, demasiado silencio para ser real.

—¡Lynn, ven aquí! –Se escuchó la voz de Lincoln. Lynn se quejó mientras se levantaba y salía de la habitación.

Me reincorporé en la cama y tomé mi teléfono. Abrí mi instragram al ver que me habían mencionado en una historia, al leer bien el usuario pude ver que se trataba de Lynn. Con curiosidad abrí la mención encontrándome con una foto de el momento anterior: yo recostada sobre su pecho con los ojos cerrados. Sonreí con ternura.

Poco después Lynn apareció en la habitación y al sentarse en la cama mencionó que habían estado peleado por quién se había terminado la caja de cereales. Yo reí ante eso, me parecía divertido las peleas que tenían ya que casi siempre eran por tonterías.

—Entraré en la habitación, espero no se estén besando. –Escuchamos desde afuera de la puerta. Lucy se adentro en la habitación, le dirigí fugazmente una mirada divertida a Lynn para enfocarme en la menor nuevamente.

—Para nada Lucy. –Dije tranquilizando a la pequeña. Entablé una conversación con ella y me enseñó algunos de sus poemas, me parecían un poco curiosos para una niña de su edad pero también creía que tenía bastante talento.

Ya a la hora de irme, me encaminé hacía la puerta mientras esquivaba las cosas que salían volando. En los meses que tenía de relación con Lynn, me había acostumbrado a las cosas que pasaban en la casa de los Loud. Fui a la parada del autobús acompañada de Lynn y al verlo llegar me despedí.

Al entrar a casa, Daryl me recibió mientras me contaba sobre el nuevo dibujo que vió y la abuela nos llamó para cenar. Ambos me preguntaron por Lynn y sonreí aún recordando la noche que traje a casa por primera vez a Lynn.

"Me encontraba nerviosa, las manos me sudaban. Daryl y la abuela al enterarse que tenía novia quisieron conocerla de inmediato y me dijeron que la invité a cenar, hoy era ese día.

Miré hacía mi espejo por última vez, llevaba un bonito vestido blanco y el cabello recogido en una corona hecha de trenzas. Bajé hacía la cocina y ofrecí mi ayuda para poner la mesa, mientras llevaba los platos escuché el timbre.

Vi a Daryl correr a la puerta, respiré hondo y me dirigí hacía él antes de que abriera. Lynn se adentró en mi casa saludando a mí hermano, al verme me saludó y la abuela apareció para avisar que la comida estaba lista.

En la mesa, mis nervios desaparecieron al ver que los tres congeniaron al instante. Sonreí al ver cómo hablaban animadamente y el alivio se instaló en mi pecho."

Al llevar los platos sucios a la cocina regresé a mi habitación, me cambié y fui a dormir. En la mañana siguiente, recibí un mensaje de Lynn pidiendo venir a mi casa ya que tenía algo importante que decirme. Solo un rato después ya estaba sentada en mi cama, delante de mí.

—Y bien? –Pregunté impaciente. Hacía minutos que había llegado y todavía no había dicho ni una palabra.

—No sé cómo empezar, es eso. –Dijo. Soltó un suspiro y continuó. –Ayer por la noche mi entrenador llamó diciendo que nos habían aceptado en uno de los campamentos más importantes de básquet.

Llevé mis manos a mi boca emocionada y solté un grito feliz. Me lancé a abrazarla provocando que caigamos sobre la cama.

—¡Eso es genial Lynn, felicidades! –Felicité. El sentimiento de orgullo me invadió.

—Sí, es realmente genial. Pero.. –Dijo mientras su tono de voz se volvía más bajo. – ..Tendré que irme un mes.

Al procesar lo dicho, me reincorporé rápidamente. Sí que me había tomado por sorpresa, un mes era mucho tiempo. Pero también comprendía que esto era una oportunidad muy grande para Lynn y eso era más importante.

—Lynn, es una muy oportunidad realmente genial. Un mes no será nada, estaremos en contacto. –Dije tratando de tranquilizarla. Ella sonrió y beso mi frente rápidamente. –Te molestaré todas las noches.

Sin darme cuenta, había llegado el día en el que Lynn se tendría que ir

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Sin darme cuenta, había llegado el día en el que Lynn se tendría que ir. Anteriormente habíamos estado juntas lo máximo que pudimos para no sufrir tanto este momento. Me encontraba mirando de abajo a Lynn dentro del autobús y cuándo comenzó a avanzar levanté mi mano moviendola en forma de despedida.

El camino de vuelta a casa fue silencioso, confiaba en Lynn y sabía que podíamos superar cualquier cosa pero mis pensamientos se desviaban hacía otros no muy buenos.

Al llegar a mi casa, el auto estacionado frente a esta hizo que parara en seco. Debe ser una broma. Pensé. Entré en mi casa rogando que me estuviera equivocando pero al ver a la persona sentada en la mesa del comedor supe que no.

—Hola Sydney. –Saludó mi madre. Caminé lentamente hacía ellos, sin saber qué decir.

—Llegaron antes. –Solté incómodamente.

—Sí, hija. El negocio fue un éxito y pudimos regresar antes. –Habló ahora mi padre. Asentí comprendiendo y me retiré del lugar yéndome hacía las escaleras.

—Qué chica más educada. –Escuché decir a mi madre sarcásticamente.

Frené de golpe en las escaleras, mi respiración era irregular. Estaba enfadada y trataba de tranquilizarme.

—Shopie. –Advirtió mi padre. Respiré hondo un par de veces y seguí mi camino hacía mi habitación. Al entrar, tiré los almohadones de mi cama al suelo. Qué mierda hacían ellos aquí?

You. | Lynn LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora