camino abierto

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En el pecho, un corazón frío y helado,
donde el amor parecía haberse marchitado.
Sentimientos ocultos, nublados por el dolor,
en un alma que anhelaba encontrar calor.

A veces, la vida nos lleva por senderos oscuros,
donde el corazón se cubre de miedos y conjuros.
Pero en ese instante, comprendí la verdad,
que dejarlo todo atrás era la clave para avanzar.

Abandoné mi pasado, las penas y heridas,
y me adentré en un nuevo mundo, sin temer las despedidas.
El camino que antes parecía bloqueado,
ahora se abría paso, sin ningún obstáculo.

Sentí en cada paso que al fin valía algo,
que mi presencia en este universo importaba.
El amor que una vez creí muerto en mi ser,
comenzó a renacer con fuerzas de renacer.

Es cierto, a veces es necesario renunciar,
dejar atrás todo aquello que nos hace penar.
Para abrir nuevos caminos en nuestro andar,
y descubrir que el amor puede más que ignorar.

En cada amanecer, el sol iluminaba mi piel,
y parecía que el corazón salía de su hiel.
El amor fluía, como un río desbordante,
llenando mi existencia de forma deslumbrante.

Comprendí que los caminos bien abiertos,
son aquellos que nos llevan a encontrarnos en el universo.
No solo soy un reflejo en el espejo del tiempo,
sino una pieza valiosa en este vasto firmamento.

El amor, como un abrazo cálido y sincero,
traspasó las barreras de mi corazón entero.
Y en medio de ese frío más intenso,
encontré un calor que me envolvió por completo.

A veces, la vida nos pone pruebas duras,
pero también nos brinda oportunidades puras.
Debemos aprender a desprendernos del pasado,
para hallar la luz en nuestro presente anhelado.

Así que deja todo atrás, sin temor ni pesar,
y adéntrate en nuevos horizontes sin mirar atrás.
Descubre el amor en cada rincón del camino,
y siente en tu ser que al fin vales, que eres digno.

alas de una escritoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora