alas de una escritora

La última carta

Sé que te han llegado mi última carta,
la que con tantas penas y tantos momentos,
recordar aquellos momentos compartidos,
vivir experiencia a lo grande.

Se ha muerto parte de mi vida,
y parte de un recuerdo,
no tengo palabras para describir,
lo que con tanto tiempo construir.

Una amistad que nunca había visto el fin,
pero hoy me ha costado escribir,
La última carta porque comienzo a recordar,
todos esos momentos y mis ojos no paran de llenarse de lágrimas.

Así que esta carta en la última dona aquí,
cuento todos aquellos aventuras,
que mis ojos vieron con la amistad,
que voy a recordar por el resto de los años.

Recuerdo aquellos días de risas y alegría,
cuando juntos enfrentábamos el día a día,
nada podía separarnos, éramos como hermanos,
pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos.

No sé en qué momento nos perdimos de vista,
ni cuándo empezó a desmoronarse nuestra pista,
pero de un momento a otro, todo se desvaneció,
y ahora solo queda el vacío en mi corazón.

A veces me pregunto qué fue lo que pasó,
si acaso fuimos víctimas del tiempo que nos atrapó,
o si fueron nuestras diferencias las que nos separaron,
pero lo cierto es que ya no hay vuelta atrás, todo ha terminado.

Cierro los ojos y veo nuestras fotografías,
esos momentos que parecían eternas fantasías,
pero ahora solo son recuerdos borrosos,
que se desvanecen como hojas en el otoño.

Las lágrimas caen en cada palabra que escribo,
cada letra es un suspiro, un grito perdido,
quisiera poder volver atrás y cambiarlo todo,
pero sé que ya es tarde, el daño está hecho.

Nunca pensé que una amistad pudiera doler tanto,
que el simple hecho de recordar fuera un suplicio constante,
pero así es la vida, a veces nos enseña lecciones amargas,
y nos enfrentamos a la realidad de que no todo puede ser eterno.

Así que esta es mi última carta, mi adiós final,
a una amistad rota que nunca volverá a ser igual,
te llevaré en mis recuerdos, aunque duela recordar,
porque eso es lo que queda de lo que solíamos llamar amistad.