alas de una escritora

camino aparte

El camino que construimos a través de nuestros sueños,
era un sendero luminoso, lleno de promesas y empeños.
Recordar por los viejos tiempos aquella carretera,
donde corría amor, donde recorría un aire tan cálido como la mirada en tus ojos.

Recordar el primer beso que nunca nos dimos,
hoy me cuesta recordar ese camino que nos unía.
Parecía un trayecto eterno, sin fin ni medida,
pero poco a poco fue perdiendo su esencia, su vida.

Tomamos decisiones contrarias, caminos opuestos,
y ahí es cuando entendí que pusimos un camino aparte.
Los sueños y los anhelos quedaron solos, abandonados,
y nuestros corazones, heridos y desconsolados.

Qué triste es mirar atrás y ver el sendero desgastado,
donde una vez recorríamos juntos, amando, enamorados.
Se convirtió en una ruta olvidada, llena de añoranza,
donde los recuerdos se quedaron flotando en la nostalgia.

Las huellas que dejamos desvaneciéndose en el viento,
cada paso hacia adelante fue un adiós, un tormento.
El amor que floreció se marchitó con el tiempo,
y hoy solo quedan suspiros y lamentos.

¿Cómo fue que nos perdimos en este laberinto de tristeza?,
¿En qué momento nuestras almas se separaron, presa de la frialdad?
El camino que construimos ahora yace roto, fragmentado,
y en los pedazos de lo que fue, quedan corazones desolados.

A veces me pregunto si aún piensas en aquella carretera,
si tus recuerdos se pierden en sus curvas como los míos lo hacen.
¿Podrá haber un camino de regreso, una posibilidad?,
o tan solo somos dos almas destinadas a la soledad.

Pero a pesar de la tristeza que hoy me embarga,
aún guardo en mi alma un resquicio de esperanza.
Porque aunque hayamos tomado decisiones contrarias,
aún hay amor entre nosotros, aunque sea en cenizas.

Y tal vez, algún día, podamos reconciliar nuestros caminos,
unirlos nuevamente, como en aquellos tiempos divinos.
Recordar aquel primer beso que nunca nos dimos,
y construir un nuevo sendero, juntos, sin fin ni medida.

Soñar con un amor que no se desvanezca en el viento,
un camino lleno de risas, ternura y sentimientos.
Que el amor triste que vivimos se convierta en una lección,
y que aprendamos a amarnos, sin condiciones, con devoción.