CAPÍTULO 35. SIEMPRE TE AMÉ

598 44 0
                                    

CAPÍTULO 35. SIEMPRE TE AMÉ

Salvatore salió de la habitación de Amaranta acompañó al médico hasta la puerta.
— Doctor, mi esposa y yo estamos pasando un mal momento, ella no desea que la acompañe a su consulta,¿Me permitiría estar ahí sin que ella se entere?
— Por supuesto que sí, señor De la Rosa.
— Perfecto, ahí estaré.
El galeno se despidió y Salvatore volvió a su habitación, tomó su celular y llamó a Jisso.
Al día siguiente muy temprano antes de que Amaranta salga, salió él al hospital.
— Buenos días señorita, tengo cita con el director Izquierdo.
— Pase, lo está esperando.
Salvatore pasó al consultorio, el galeno lo paso a la habitación de la ecografía donde se escondió detrás de uno de los vestidores.
Quince minutos después llegó Amaranta, a la consulta y todo lo escuchaba Salvatore.
Muy bien señora Pierre, tiene seis semanas de embarazo, y hasta ahora todo está bien con su bebé.
— Eso no es posible doctor, ¿está seguro, de lo que me está diciendo?
— Claro que si, mire aquí está este punto negro, ese es su bebé.
Vió como Amaranta se sostuvo de la cama, quiso salir y ayudar pero no lo hizo, su corazón estaba a mil por segundo, escuchar que su mujer estaba embarazada era algo que no se esperaba.
Pasó sus manos por sus rostros, y cerró los ojos.
"Un hijo, un hijo AmiCris." — Pensó.
Vio salir a Amaranta y luego lo hizo él.
— Doctor, ¿todo está bien con ella y mi hijo?
— Si señor De la Rosa, pero le sorprendió mucho la noticia.
— Gracias doctor, deme todo los resultados por favor.
El galeno entregó los resultados y las imágenes de las ecografías a Salvatore, este salió,  vio a lo lejos caminar a Amaranta y decidió seguirla sin que ella se diera cuenta.
"Mis hijos tendrán un hermano."
Los pensamientos de Salvatore eran un caos, su celular sonó y respondió los mensajes que llegaron.

Amaranta metida en sus cavilaciones entró a una cafetería, fue atendida por una anfitriona, y  pidió el típico dulce del pueblo de Atrani, pasticciotto, con pasta brisa rellena de crema y cereza negra.
— Muy bien, ¿Algo más? Desea la señora. — Preguntó con amabilidad.
— Mm si unas "pezzogna all'acqua pazza", las anchoas rellenas de provola ( un queso tipico) y los calamares con patatas a la praianesa ( Praiano es un pueblo de la costa amalfitana)

— Hay pero que apetito tiene que probar absolutamente los tres platos.
— Si, tengo mucha hambre y se me antoja todo esto.
— Enseguida será atendida.
La anfitriona llevo la orden, y entonces Salvatore se acercó a ella.
— ¡Hola! ¿puedo acompañarte?
— Voy a desayunar, por favor trata de no dañar mi desayuno.
— Solo deseo acompañarte, no hablaremos de nada que no sean nuestros hijos.  Pronto estarán los certificados con su identidad.
— Perfecto, ellos estarán felices.
— También quiero decirte que si decides que  volverán a Islandia yo me mudaré también.
— Salvatore, no tienes por qué hacer eso, ellos tendrán su tiempo contigo, yo jamás me opondría a eso.
— Puedo y quiero, quiero estar cerca de ellos, de ti, AmiCris,
— Salvatore, si antes te dije que no había posibilidades entre nosotros, ahora sí estoy segura de que así es.
— ¿A qué te refieres con eso de que que ahora sí  estás segura de que ya no hay oportunidad para nosotros? ¿que te lo impide, que nos impide llevar una vida en familia? ¿Dejaste de amarme, ese es el motivo?
Amaranta suspiró profundo y miró a la nada, apretó sus labios y Respondió.
— Salvatore, yo..
— ¿Te enamoraste de otra persona?
— Tú te casaras con Jisso, no entiendo que haces aquí hablando de otra oportunidad.
— ¡Contestáme! ¿Te enamoraste de otra persona?
— ¡Si! Si Salvatore, me enamoré de otra persona, por eso no puedo estar contigo ¿Entiendes?.
Salvatore la miró fijamente, su corazón dolió al saber que no era él el dueño del corazón de su amada.
— Amaranta, perdóname, perdóname.
Salvatore salió del restaurante y se fue, Amaranta lo vio irse sintió pesar por la declaración que le había hecho, pero no podía decirle que esperaba un hijo de un desconocido, su celular sonó y vio el nombre " Enmascarado"
"Estoy en Roma, ven a mi"
Amaranta no probó nada de lo que pidió, pagó la cuenta y salió.
Llegó a la villa buscó a sus hijos y a todos.
— Bien, creo que es tiempo de volver, yo tengo que regresar y poner en orden muchas cosas.
— Amaranta, podemos hablar un momento por favor.
Salvatore se acercó cogiendo su mano.
— Por favor. — Insistió.
— Está bien, vamos. — Aceptó
Salvatore y Amaranta salieron, fueron a los jardines de Villa Cimbrone, caminaron en silencio por un momento, Salvatore no tenía idea de cómo empezar.
— AmiCris.
— Amaranta, por favor. — Respondió ella mirando con indiferencia a Salvatore.
— Está bien Amaranta, será como digas. Cuando era un adolescente, conocí a una hermosa niña pelinegra, de ojos hermosos era como de unos nueve años, yo tenía quince, hicimos una promesa, yo jamás olvidé esa  promesa, deseaba ir cada año, pero una cosa y otra me lo impidió, eran cosas muy fuertes, como la mala relación con mi padre, el secuestro de mi madre y mis hermanos, pero yo siempre  lleve conmigo su promesa, siempre lleve conmigo nuestro hijo del destino, jamás la olvidé.
Salvatore le mostró el caracol y continuó hablando.
— Cuando crecí, quise buscarla olvidarme de esta venganza, y simplemente me di cuenta de que no tenía nada de información de sirena, entonces me maldije no haber preguntado por tu nombre, el tiempo pasó y simple mente ella se cruzó en mi camino y pasó todo lo que pasó entre nosotros, todo un desastre.
Te tuve conmigo, te perdí, y junto a ti la posibilidad de ver crecer a mis hijos, cuando te vi casarte con aquél hombre, sentí morir, y más cuando tiraste a mis pies el final de nuestro hilo.
Amaranta miró su caracol en manos de Salvatore, y recordó.
Flash Back
Ella llegó al hotel preparó sus cosas, quitó su collar con el pendiente de caracol y lo dejó sobre la cama.
"Ya no más Tritón. Aquí te conocí, aquí te quedas.
Fin Flash Back.
— ¿Como es que tienes eso? ¿Donde lo encontraste? — Interrogó algo sorprendida.
— ¿Lo encontré? No, aquella que se casó con ese hombre y yo creyendo que eras tú, ella lo tiró a mis pies diciendo todo lo que tú y yo hablamos al darnos estado caracol.
— ¿Adhara? ¿Adhara te dio esto?
— Si, y fue por eso que yo creí que te había perdido, hasta que te encontré en Islandia, fui a ese país por qué la vi feliz o eso creí cada vez que la veía.
— ¿Y por qué nunca te acercaste.?
— Por qué un séquito de custodios no me lo permitieron, pase día y noches enteras parado frente a los portones de su mansión, y no me permitieron verte, hasta que que un día te vi salir vestida de novia y muy feliz, y eso me mató.
— Ahora entiendo, yo jamás supe de esas cosas, mi hermana es muy vengativa, y yo esto lo dejé en mi último viaje a Hawái, era el último año que te esperaba, no apareciste y lo deje tirado el mi habitación. Pero el destino nos cruzó el día que yo salía del país para ir a nuestro lugar de encuentro a esperarte, y tú llegabas en busca de una víctima para tu venganza.
Salvatore tragó el nudo en su garganta, y recordó su encuentro.

Flash Back
"Amaranta cayó de bruces al suelo, y el  con su agilidad logró detener el golpe que recibiría, quedando el, bajo ella.
— Te tengo. — Le susurró entre sus labios.
— Lo siento, no me fijé. De verdad lo siento.
— Si estás pegada al celular, y no ves por donde vas. — Vocifero Salvatore.
— Te estoy pidiendo disculpas.— Respondió muy enojada ella. 
— Ya cuando me tiraste al suelo y haciendo manchar mi traje.
Amaranta Cristea lo fulminó con la mirada.
— Eres un imbécil. ¿Sabías?
— Y tú una distraída. ¿Sabías?.
— Idiota.
Salvatore la miró irse furiosa, y una sonrisa se dibujó en su
Fin Flash Back

— Estabas furiosa, y te veías hermosa, si hubiera imaginado quien eras, jamás te hubiera roto el corazón, pero aquí estamos, y  desconozco cómo llego a sus manos, pero esto y lo que me dijo, fue la estocada final a mi destrozado corazón.
Amaranta sintió doler el suyo, acarició su vientre y lo miró a los ojos.
— Lo siento mucho, siento mucho todo lo que sucedió, le pedí a Mario Luis que contactara a mi hermana cuando lo echaste de la hacienda, para que ella le diera trabajo, y fue él quien la llamó para decirme lo del incidente del río, y entonces fue  ella  quién me sacó de ese hospital, tuve a mis hijos y seguí en rehabilitación de mi pierna rota, estuve meses sin salir, hasta que me fui a Islandia.
— Nunca dejé de amarte Amaranta, nunca te pude olvidarte. ¿Como podría? Si te ame desde el momento en que te vi.
— Pero pudo más tu venganza, y aún sabiendo después que era yo la sirena, seguiste.
Amaranta devolvió el caracol a Salvatore.
— Ten es parte de tu pasado, ese que no volverá.
— Te puedo rescatar.
— No lo creo, ya es tarde para nosotros.
— ¿Por ese nuevo amor?
— No, no es por eso es, es, es por que hay mucho dolor entre nosotros.
— Vamos a volver a Roma.— Propuso Salvatore.
— Si, es lo mejor, tengo que volver.
Salieron de los jardines y volvieron a la villa, se despidieron de todos y fueron al aeropuerto y volvieron a Roma.
Dos horas después estaban aterrizando, Salvatore los llevo a la mansión Pierre,
— Muy bien mis niños, volveré pronto para estar con ustedes.
— Volverá pronto ¿ verdad papá,?
— Así es mi princesa, voy a arreglar unos asuntos y volveré, por qué estaré aquí con ustedes
Salvatore se despidió y fue al hotel, subio a su habitación fue al baño y se duchó, luego se cambió, fue al vestidor cogió lo que tenía ahí tan celosamente guardado y salió.

La Víctima Del CEO.( Libro # 4 De La Saga, Cielos Eternos.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora