CAPÍTULO 22. CRUEL VERDAD

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CAPÍTULO 22. CRUEL VERDAD

Salvatore tuvo el más tormentoso de los sueños, era un caos cada noche que soñaba, su frente estaba perlada por el sudor, todo su cuerpo lo estaba, completa mente empapado.
" Amaranta corría por la playa, y el tras de ella, su risa hacía eco en la lejanía del mar silencioso.
— Alcanzame si puedes Tritón, corre más rápido. Jajaja.
— Espérame, Amaranta.
— No Tritón, Amaranta no existe ella murió, tu la mataste. ¿Recuerdas? Por tu culpa se lanzó al río.
—  No AmiCris, no, sirena y tú son la misma tu estás viva. ¿Donde estás? No puedo verte.
De pronto la neblina se hizo más espesa, no podía ver nada solo escuchaba la voz lejana de Amaranta.
—  ¡Amaranta! —  Dio un grito pronunciando su nombre, se levantó de la cama, fue al baño se miró al espejo, su barba de tres días, que era como la usaba estaba más pronunciada, se metió a la ducha y bajo la lluvia artificial cerró los ojos, recordó cuando compartieron el camarote en el yate.
Su vida se giraba en torno a Ios recuerdos vividos, y eso le agobiaba el alma.
Se cambió, bajó las escaleras, ya Jisso había preparado el desayuno.
—  Sal, ya está el desayuno, ven a comer conmigo.
— Gracias Jisso, pero no tengo hambre. Regreso al rato.
Salió sin darle tiempo a ella de preguntarle  como estaba.
Axel salió de su habitación, y fue al comedor a desayunar con Jisso.
— ¿No dijo donde iba?—  Preguntó Axel mirando la puerta.
— Mm, no, pero me imagino irá a la empresa, tenemos que decirle a don Rómulo.
Desayunaron, limpiaron todo y salieron a las oficinas.
Salvatore salió del edificio subió a su auto y fue rumbo a la mansión Pierre.
Llegó a las grandes portones y lo dejaron pasar, tenía la esperanza de que Amaranta lo esperara así fuera a palos pero que esté ahí esperando por el.
Llegó al parqueadero apretó el volante y suspiró profundo, salió del auto y caminó hasta llegar a la puerta.
La muchacha la abrió y lo hizo pasar.
Stefano y Pierina estaban en la sala, reconoció que tenía que dar la cara, Amaranta tenía una familia, una gran familia que la amaba y sobre todo la protegía, algo que el no había hecho.
Stefano no lo miró, estaba dolido por como se enteró del final de su hija.
—  Señores Pierre D'Alessio, aquí estoy dando la cara, poniéndome frente a ustedes y escuchar todo lo que me tiene que decir.
— Solo te haré una pregunta, y quiero la verdad. ¿Donde está mi hija?
Te la llevaste y vienes aquí a decir que pones tú cara sin saber dónde está ella,
Salvatore quiso desaparecer  en ese momento, no tenía respuesta a su pregunta.
—  Señora Pierre, yo
— Dime Pierina.
—  Pierina D'Alessio. —  Repitió Salvatore mirandola y haciendo un gesto de asentimiento.
— Pierina primero que nada quiero decirles quien soy. Mi nombre es Salvatore De la Rosa, hijo de Kiara Rossi, ahora Kiara De la Rosa.
Pierina se puso de pie de una al saber de quién se trataba.
Salvatore vio el cambio brusco de ellos en sus gestos.
—  Deseo que me escuchen, por favor.
Pierina miró fijamente y Salvatore contó el por que, de su matrimonio y el que conoció a Amaranta en Hawaii,
— Estoy frente a ustedes cargando con la vergüenza de mi madre, saber que la drogo para acostarse con su prometido, mi padre, y yo culpando los a usted, por humillarla,  y a él por rechazar me, y juré vengarme de usted, a través de Amaranta.
Pierina sintió doler su corazón al escuchar el como su hija pagó por errores de otros,  sus  lágrimas rodaron como lluvia por su rostro, Stefano agarró por el cuello a Salvatore y el solamente se dejó, no tenía fuerza para defenderse.
—  Déjalo Stefano, indirectamente el también es una  víctima de su madre.
Pierina habló mirando a Salvatore, y continuó.
—  Salvatore,  tú madre y yo ya dejamos el pasado atras, yo la perdoné de corazón, ella le salvó la vida a mi hija y mis nietas y eso no tiene precio. Por mi parte no hay rencor en mi corazón hacia tus padres, pero eso no significa que no sienta coraje hacia ti. ¿Como pudiste utilizar a mi hija? ¿ Como fuiste capaz de hacer tan grande maldad a una inocente? Ahora dime ¿ Donde está mi hija, y por qué no vino contigo? Quiero a mi hija de vuelta y te olvidarás de ella para siempre.  Salvatore pasó sus manos por sus cabellos la frustración era tan grande que no podía con ella,
—  Deseo encontrarla, pedirle perdón, decirle que muy a pesar de todo  es el amor de mi vida.
—  Ya no hay oportunidad para ti Salvatore, ve sana tus heridas, perdonaré y perdona a tu madre, y sobre todo perdonate a ti mismo, ya después déja que el destino te lleve por el camino correcto.
Pierina dio vueltas y subió las escaleras para dejarlo ahí casi con la palabra en la boca.
Stéfano lo miró suspiró profundo, y con sus manos metidas en los bolsillos, caminó hasta donde estaba el.
—  Vete de aquí Salvatore, y no vuelvas a buscar nunca más a mi hija, no te lo permitiré.
Salvatore salió de ahí sin decir una sola palabra subió a su auto y nuevamente al aeropuerto, viajaría sin siquiera saber a dónde.
El capitán y la tripulación estaban listo para levantar el vuelo rumbo a Moscú.
Necesitaba poner distancia con todo eso que le aturde, y duele,  trataría de vivir aislado, solo, como en realidad siempre se sintió.
El aterrizaje en el aeropuerto luego de casi diez horas de vuelo fue desolador, sentía estrujar su corazón al ver el giro tan brusco que fue su vida.
Ordenó a la tripulación volver sin que dieran a conocer el paradero de él, a nadie.
Caminó por el hangar privado y salió a tomar un Uber.
— ¿Donde lo llevo señor?
Salvatore dio la dirección del edificio donde viviría. Llegaron bajó del Uber y caminó sin mirar atrás.
Subió al departamento se sirvió un vaso con whisky y lo bebió de una sola, y así hasta perder la razón de vivir.
Los días pasaron, seguía metido en sus somnolencia, bebía para olvidar pero aún ebrio no lograba olvidar lo que lo llevó a estar en ese estado.
Un mes pasó, su departamento era un caos total, botellas vacías por todos lados, su aspecto era deprimente, su barba era espesa y su delgadez era muy notoria en su rostro.
Se miró al espejo y a su mente llegó el momento que que descubrió y escuchó esa cruel verdad. Esa verdad que le destruyó toda su vida, tratando de entender y superar todo lo que su madre no explicó, simplemente por que no encontró explicación a si vil traición.
Ante ese reflejo recordó.

La Víctima Del CEO.( Libro # 4 De La Saga, Cielos Eternos.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora