CAPÍTULO 30. DIOSA DIVINA

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CAPÍTULO 30. DIOSA DIVINA

Regresaron a casa, llevaron a los pequeños ya dormidos, los metió al baño, los despertó, baño y acostó a dormir nuevamente, los miró dormir por largo rato, y nuevamente un mensaje llegó.
"Espero por ti, por qué estoy deseoso de probar nuevamente ese dulce néctar que destila de ese manantial, de subir por ese monte, y recoger todo ese valle hasta llegar a esas dos cúspides y mientras me deleito en ellas escucharte gemir del placer. Te estoy esperando, no tardes mi mujer misteriosa "
Amaranta cerró los ojos y suspiró profundo, apretó sus labios al igual que sus manos, salió de su habitación y fue a la de Xavier.
Tocó y un adelante la hizo seguir.
— ¿Que sucede Ami Cris? Te ves como nerviosa ¿Pasó algo?
Amaranta caminó de un lado a otro
— Quiere verme nuevamente.
— ¿Y que estás esperando? Ve a ponerte como una diosa, anda ve arreglarte, yo me quedo con mis ahijados.
Amaranta cerró los ojos, tenía deseos de más, y al mismo tiempo temor.
— ¿Que te detiene? ¿Amas a Salvatore? — Pregunto Xavier al verla tan confundida.
— No creí ceder a los deseos carnales. Respondió algo pensativa.
— Ami Cris. ¿Somos adultos? Si. ¿Tenemos necesidades fisiológicas? Si, es lo más normal, significa que está viva, que sientes, y eso no tiene nada que ver con el amor, si tu amor no te satisface ahí tienes a ese enmascarado. ¿Además tu no deseas volver con Salvatore? ¿O si?
Amaranta lo miró camino a la ventana.
— No lo sé.
— ¿Te gusta esta aventura con el enmascarado?
— Quiere verme esta noche.
— ¿Y tú?
Amaranta lo miró y sonrió.
— ¿Y que estás haciendo aquí? Ve, y ponte más hermosa y sal en busca de ese hombre que te trae distraída.
Amaranta sonrió, miró el teléfono es escribió.
" Estoy ahí en un momento, deseo que explores todo ese monte y esas cúspides.
Dii un beso a Xavier, mientras éste le sonreía de verla entusiasmada.
— Te encargo a mis hijos.
— Está demás que lo pidas, anda ve con ese lujurioso.
Amaranta salió de la habitación y fue a la suya, se baño lo más rápido que pudo, se puso un vestido negro abierto a un lado de su pierna y su máscara.
Subió a su auto y salió de prisa, sentía una sensación de electricidad recorrer si cuerpo solo de imaginar lo que ese hombre le haría.
Llegó al club, se colocó la máscara salió del auto y caminó muy despacio la música era suave, caminó hasta la barra y el bartender le entregó la llave electrónica.
— La esperan en la sala vip, señora misteriosa.
Lo miró y cogió la llave, fue a la sala vip estaba iluminada de una luz roja, lo vio sentado en el sofá, extendió la mano y ella le correspondió.
La sentó a horcajadas en sus piernas y sin pronunciar palabras empezó a besar su cuello apretó sus pechos y un gemido salió de su garganta.
Se levantó con ella subida a sus caderas y caminó hasta la cama, la dejó ahí muy despacio y desgarró su vestido, Amaranta no llevaba nada más que su vestido y una fina panty tanga hilo de color negro, sus pechos quedar expuestos, el enmascarado cogió unas esposas y las puso una en cada mano, al igual que sus pies fueron atados a cada esquina de la cama, arrancó ese tanga que era un obstáculo visual.
Destapó una botella de champagne muy frío, lo fue regando muy despacio por todo su cuerpo.
Amaranta temblaba solo de imaginar lo que vendría después, con el fondo de la botella acarició sus pezones que se hincharon al contacto frío del vidrio.
El enmascarado regó chocolate sobre los pezones y fue dejando un hilo de este por su vientre, deslizó uno de sus dedos por sus piernas y llegó a su ombligo, hizo un círculo y siguió el hilo de chocolate llegando a sus pezones donde también hizo círculo al rededor de ellos apretando los un poco haciendo que un gemido se escuchara.
Amaranta arqueaba su espalda, su sexo palpitaba, estaba sedienta y deseosa de ser poseída.
El enmascarado empezó a dejar besos en todo su abdomen, fue succionando y probando las gotas de vino y chocolate en su cuerpo, Amaranta se estremeció al sentir esa lengua sobre ella, lamió y fue subiendo hasta llegar a sus pezones, lamió y luego succionó suave y luego fuerte, mordió suavemente, uno luego el otro, mientras comía sus pechos sus dedos recorrieron su vientre y se centraron en ese punto que la hacía estremecer más.
El enmascarado bebía de sus pechos, subía por su cuello hasta llegar a su boca, que la exploraba con su lengua mientras seguían esos dedos llenando su interior, uno, luego otro y un tercero, volvió a sus pechos, y Amaranta gemía mientras los movimientos de sus caderas salían al encuentro de esos dedos que se adentraba en ella.
— ¡Aaaagh! Por favor, ya no aguanto más. — Susurró entre gemidos y con sus ojos cerrados.
El enmascarado bajó dejando besos húmedos y mordidas hasta llegar a su entrepierna, se abrió paso con su lengua y se apoderó de su clítoris, mientras sus dedos seguían haciendo su trabajo.
Amaranta se retorcía ahí esposada de pies y manos, su respiración se agitó más, sus gemidos eran fuertes que llenaban la habitación, el enmascarado aceleró sus movimientos y ella se dejó llevar por ese estremecimiento tan fuerte que la llevó a experimentar un potente orgasmo.
— ¡Aaaagh! por dios, más, más.
El enmascarado siguió, bebió nuevamente de ese manantial que se desbordó en su rostro, saco sus dedos y los llevo a la boca de Amaranta, hizo que se probará a si mismo, metiendo un dedo, luego te segundo y un tercero, sus miradas se encontraron detrás de ese antifaz, mientras los dedos entraban y salían de su boca luego fueron reemplazados por su boca, sus lenguas se encontraban en esa danza erótica que solo ellas sabían hacerla.
El enmascarado mientras comía esos labios quitaba su ropa quedando completamente desnudo.
Se posesionó sobre ella jugó en su entrada, y muy despacio se fue abriendo paso en su estrecho interior, Amaranta seguía removiendo se, deseaba sentir su espalda, clavar sus uñas en ella, pero no podía, mordía su labio su inferior, gemía y de una sola estocada él estaba todo dentro de ella.
— ¡Aaahhhh! — Un grito de placer se escuchó al sentirse llena en esa fuerte penetración, los movimientos eran fuertes, profundos y placenteros, el enmascarado se adentraba en ella. mientras ahogaba los gemidos en su boca. Amaranta salia a su encuentro, y hacían más profundas sus penetraciones, sintieron sus cuerpos tensarse Amaranta se estremeció y nuevamente fue invadida por esa sensación que recorrió su cuerpo y explotó en un fuerte orgasmo, seguida por el enmascarado, sus movimientos eran acelerados y de a poco fue bajando el ritmo hasta quedes subte ella, sus respiraciones eran agitadas y sus alientos se mezclaban, unieron sus labios en un apasionado beso hasta que se recuperaron completamente, el enmascarado quitó las esposas de sus manos y pies, acarició las marca dejadas en sus manos, acarició sus cabellos delineó sus labios, miró sus ojos.
— Por que no me hablas, deseo escuchar tu..
El enmascarado silenció sus palabras con otro apasionado beso.
La levantó en los brazos, la llevó al baño ya preparado con pétalos de rosas blancas, se sumergió con ella en los brazos y empezó a bañar la, el besaba su cuello mientras Morfeo se apoderan de ella.
El enmascarado la llevó a la cama la dejó muy despacio sobre ella y la vió dormir, luego la cubrió con un cobertor, se vistió quitó su máscara junto a una nota.
" Eres deliciosa. ¿Sabías?"
Salió de la habitación, fue a otra sala VIP donde no pudiera verlo al momento de ella salir.
Amaranta se despertó y se encontró sola en la habitación, se sentó cubriendo su cuerpo y vio la nota la tomó junto al pañuelo negro en forma de máscara, ella se tocó su rostro y aún tenía puesta la suya leyó la nota y sonrió, se levantó vio la hora se vistió y salió con su máscara puesta.
Subió a su auto y se marchó, siendo vigilada a lo lejos son ella darse cuenta.
Llegó a su residencia dejó su auto en el parqueadero entró en casa quitó sus tacones y subió a su habitación.
Dejó todo y fue al baño, se miró al espejo y una gran sonrisa se dibujó en ella, estaba viviendo una locura, y le gustaba tener esos encuentros clandestino y ardientes.
Guardó todo, se cambió y se dispuso a dormir, sintiendo aún en su cuerpo las sensaciones que vivió horas atrás.
Al día siguiente el sonido de un mensaje la despertó.
"Gracias por esa noche tan maravillosa, me encantas."
Amaranta sonrió, y Salvatore llegó a su mente, cerró los ojos y suspiró.
— Lo siento mucho Salvatore, lo nuestro es pasado, además tu crees que estoy felizmente casada en Turquía.
Se arregló, bajó y lo que encontró fue un jardín en la sala, estaba llena de rosas blancas, el teléfono sonó y un nuevo mensaje llegó.
" cada una de ellas van por cada beso, cada caricia que me debes."
Respondió con una gran sonrisa en sus labios.
— Estas loco. ¿Sabías?.
— Tú me tienes loco por ti, por esos labios de fuego, esos ojos, toda tú.
— Adulador.
— Eres mi Diosa divina.
— Adiós.
— Espera mis mensajes, — Respondió el enmascarado y ella guardó su teléfono.
Desayuno junto a sus mellizos y a Xavier para luego ir a dejarlos a la escuela y ellos al hospital.

La Víctima Del CEO.( Libro # 4 De La Saga, Cielos Eternos.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora