CAPÍTULO 21 ¿POR QUE, MADRE?

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CAPÍTULO 21 ¿POR QUE, MADRE?

Salvatore salió de su ensoñación, y recuerdos, ya muy entrada la noche se dispuso a irse a la villa, tendría que viajar a Roma para saber si Amaranta regresó con su familia, pues tenía que enmendar su gran error.
Montó el caballo, y se marchó.
Llegó, dejó el caballo y se dispuso a ir a su habitación, la voz de Alice le llamó la atención, caminó y era en la habitación de su madre, tenía una discusión con Alice, se quedó de piedra al escuchar el chantaje que esta de hacia a su madre.
" Alice chantajeando a mi madre" ¿Que hiciste madre?
Abrió la puerta y se enfocó en la expresión de pánico que Kiara tenía al verlo.
Ahora estaba ahí parado frente a sus padres exigiendo esa verdad de la que hablaba Alice.
Donatello miró a su hijo, nunca tuvo una buena relación con el, Salvatore siempre creyó  que su padre no lo quiso, ahora estaba ahí escuchando esa dolorosa verdad de el por qué lo rechazó al momento en que Kiara le dijo de su existencia, miró a su madre y esta bajó la mirada frente a él.
Sentía vergüenza de que su hijo supiera lo que tan vilmente planeo, y cuando se arrepintió, ya todo fue demasiado tarde,
Salvatore miró a su padre y vio tristeza en sus ojos, comprendió que no tenía culpa de todo ese enredo que formó su madre, pues el también hubiera reaccionado de igual forma, hubiera rechazado a la mujer con hijo y todo si estuviera en los zapatos de su padre.
Salvatore nunca se imaginó semejante verdad, lo que escuchó decir a Alice, le quitó la venda de sus ojos, estuvo en silencio  escuchando toda la historia, y mientras escuchaba llegaban a su mente fragmentos de recuerdos.

Flash Back

Recordó palabras de su abuelo.

— Hija, a mi no tienes que confesarme nada, si revelar ese secreto te causa dolor, no quiero que sufras más .

De su madre.

— Estoy de acuerdo con mi abuelo madre. No necesito saber nada que te cause dolor.

—Por favor, necesito liberarme de este secreto que me está matando por dentro.

De su padre.

— ¿Dereck? ¿Tú eres mi hijo? Y también Derek De la Hoz. ¿Por qué? ¿Por qué te hiciste pasar por otra persona que no eras? Yo quería hablarte explicarte muchas cosas, Salvatore.

— Salvatore De la Rosa, para ti, Donatello.

— Salvatore, escúchame, las cosas no son como te las contaron.

— A mi nadie me contó nada. Ni tú, abuelo, que lo sabías todo no me lo dijiste nunca, ¿cuando pensaban decirme la verdad.?

— ¡Tú! Eres el culpable de todo lo que le pasa a mi madre, tú has sido el causante de todas nuestras desgracias.

A sus abuelos Rinaldi.

— ¡Tú! ¿Tú eres mi nieto? —
— Disculpe señor, no lo conozco  y yo solamente tengo un abuelo, mi abuelo Rómulo De la Rosa. Salvatore De la Rosa, mucho gusto ¿Ustedes quiénes son?

Fin Flash Back.

Se pasó las manos por sus cabello, se sentía frustrado por tan grande verdad revelada, nunca se imaginó, todos en su momento quisieron decir la verdad y fue el que se negó a escucharla. Miró a sus padre sin pronunciar palabras y las lágrimas rodaron por su rostro.
Tenía tanto que preguntar, tantas respuestas que escuchar, pero no quería más verdades ocultas en su vida.
Como un zombie caminó hasta la puerta y salió sin pronunciar palabras y sin mirar atrás.
Bajó fue al parqueadero  subió a su carro y salió como alma que lleva el diablo.
Manejó sin rumbo, su mente estaba en blanco y aún así llegó al aeropuerto, pidió que le organizaran un vuelo a Roma.
Una hora después estaba volando con destino a italia, a enfrentar a la familia Pierre D'Alessio.
Ya en el  aeropuerto Axel y Jisso lo esperaban.
Salvatore caminó por los mismos pasillos donde el destino los cruzó por segunda ves .

— Te tengo.

— Lo siento, no me fijé. De

— Eres un imbécil. ¿Sabías?

— Y tú una distraída. ¿Sabías?.

Una débil sonrisa se dibujó en sus labios y continuó su camino
Jisso y Axel lo vieron con la expresión que nunca antes lo habían visto .
- Sal, mi hermanito, aunque dije que no te buscaba cuando te dieras cuenta de tu error, aquí estoy y siempre que me necesites estare.
Dio un abrazo al que Salvatore no correspondió.
— Mi hermano, fuimos a decírtelo, pero don Rómulo creyó que ya sabías con quién te casaste.
—  Vamos a casa.
Subieron a su auto, y fueron al edificio donde vivió, pidieron el ascensor llegaron al piso, y caminó se paró frente a la puerta del departamento de Amaranta.
Cerró los ojos y se puso en cuclillas, sus manos tras su cabeza mientras sus lágrimas rodaron sin importar que lo vieran llorar. ¡Que si los hombres no lloran! ¿Quien dijo eso? Si sienten el dolor de la equivocación, de la pérdida, y de descubrir verdades dolorosa.
Salvatore estaba en un proceso donde las heridas del pasado estaban en sangre viva, pues tuvieron que abrirlas para curar las desde  adentro, pero el proceso era doloroso, dolía tanto que trataba de soportarlo.
Se puso de pie y caminó a su departamento, subió a su habitación sin pronunciar palabras.
Axel y Jisso lo vieron subir en completo silencio.
—  El tiempo lo cura todo, tanto le afectó el saber que estaba castigando a la mujer que siempre amó.
—  Es fuerte todo lo que le sucede, nadie se imaginó esta catástrofe.
—  Tenemos que darle tiempo, todo el que necesite no podemos presionarlo con preguntas.
—  Así es estaremos con el como lo estuvimos toda la vida, el protector necesita ser protegido.
Jisso y Axel se abrazaron y caminaron a la cocina.
— Vamos a preparar algo de comer y mientras me cuentas de tu chica rosa. ¿Cómo vas con ella?
Axel suspiró profundo y respondió.
— A pesar de la edad que tiene es una mujer muy madura y decidida, no quiere saber de mí.
Jisso lo miró y achicó los ojos como queriendo adivinar la razón.
—  ¿No me digas que te pilló con una conquista?
—  No, no fue eso. ¿Recuerdas el día que viajamos a Madrid para contarle a Salvatore lo que descubrimos de Amaranta?  Pues ese fin de semana, teníamos una cita para ir en el yate, y ella me vio salir contigo  del edificio, íbamos  abrazado ¿Recuerdas?
Jisso quiso reír pero los ánimos no estaban para bromas. Hizo un gesto con los labios y respondió.
—  Lo siento, en verdad, y si quieres hablo con ella para aclarar sus dudas.
—  No, no mejor así, ella es una niña encantadora tiene veinte años, yo soy mucho mayor que ella.
Jisso lo miró achicando los ojos y rió casi a carcajadas.
—  A ver mi viejo, que para ser viejo estás bien bueno. —  Expresó mordiendo su labio inferior mientras Axel reía.
—  Mirá yo soy de las que piensan que para la edad no hay límites, si tú la amas y ella a ti. ¿Cuál es el problema?
Axel abrazó a su amiga considerada hermana por su amistad desde niños, los tres junto a Salvatore eran inseparables.
—  Le daré su tiempo, ella sabrá cuando desea escucharme.
Surgieron hablando mientras preparaban ma cena.
Mientras Salvatore estaba en la terraza de su habitación con la mirada fija a la terraza de Amaranta, con la ilusión marchita, pero ilusión al fin, por verla salir y sonreírle, las horas pasaron la lluvia empezó a caer, Salvatore no paraba de beber uno tras otro los vasos de whisky.
Ebrio, sin tener conocimiento de la realidad se tiró a la cama mojado.
Dio vueltas y cayó al piso no tenía noción del tiempo, pero sentía el dolor calar en su alma.
— Amaranta, mi Sirena, mi linda ¿ Donde estás? Vuelve, vuelve, madre ¿por qué tú? ¿por qué yo tengo que pagar por tu error? creí lo equivocado, perdóname Sirena. Perdóname.
Pronunció en susurros y fue desvaneciéndose en el profundo sueño que anestesia a su dolor.
Axel subió y tras el jisso con una bandeja de comida caliente para el.
—  Salvatore, despierta. —  Exclamó Axel al verlo tirado en el piso
Jisso corrió a ayudarlo a subir a la cama y cambiarlo de ropa.
— Algo más sucedió, no creo que sea solamente descubrir que Amaranta y sirena sean la misma persona, está roto, muy dolido, su expresión demuestra mucho dolor y eso  va más allá de saber que Amaranta se fue.
— Cuando esté bien nos lo dirá, ahora tenemos que ayudarlo.
Ya cambiado de ropa Jisso salió de la habitación dejándolos  ahi.
—  Madre, ¿Por qué tú? ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué lo hiciste?
Salvatore poco a poco cayó en la inconsciencia del sueño.
Axel salió de la habitación y fue a la cocina donde estaba Jisso.
— ¿Por que lo dejaste solo?
—  Está profundamente dormido. Si no, no lo hubiera dejado solo, pero se me hizo extraño algo que dijo estando en la inconsciencia, reclamaba algo  qué Kiara le hizo, no sé qué le pasó entre  ella y el  pero algo con ella es. Es por eso que está así devastado, algo sucedió entre ellos ya después nos contará si él cree que somos de confianza para saber ese secreto.
—  Jisso quedó en silencio, siempre escuchó a Álvaro hablar con Kiara algo de lo que a ella le sucedió en el pasado, y por eso sufría de depresión. Y ese algo amargó la vida de su amigo.
—  Vamos a dormir. Mañana será otro día. —  Dijo Jisso caminando seguida por Axel.

La Víctima Del CEO.( Libro # 4 De La Saga, Cielos Eternos.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora