CAPÍTULO 41. TRITÓN ENMASCARADO

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CAPÍTULO 41. TRITÓN ENMASCARADO

Amaranta cada día estaba de mal humor, sentía la necesidad de que Salvatore no se acercara a ella, le tenía poca tolerancia, pero cuando tenían sus juegos con el enmascarado ahí si estaba muy deseosa de su hombre.
—  Es que no se por que me sucede esto, amo a mi esposo, pero no sé.
—  Estarás embarazada otra vez, los síntomas no solo son dormir y sentir antojos, también hay diferencia en ellos. - Le decía Stella.
Amaranta la miró, no creyendo lo que escuchaba.
—  El método de anticoncepción no me ha fallado.
—  ¿Y si esta vez falló? Vamos Haste una prueba de embarazo, no se pierde nada y así le levantas el castigo a Salvatore y le das descanso a tu enmascarado. —  Rieron y caminaron al laboratorio, tomaron las muestras y media hora después .
—  Te lo dije, Xander Dominick y yo, tendremos más sobrinos, felicidades cuñada.
—  Gracias, gracias, estoy feliz, feliz, le daré la noticia a mi amor esta noche.
Amaranta llamó a Sun-Hee para que organice una cena para dos, en la terraza de su habitación.

Mientras Salvatore, miró en cada joyería y no encontró lo que tanto buscaba,
—  Quiero este caracol puesto en un anillo de compromiso y dentro de él le coloca un zafiro.
—  Muy bien señor De la Rosa, se lo tendré listo la próxima semana.
Salvatore lo miró con expresión fría.
—  Dígame si lo puede hacer para hoy mismo, o busco a alguien más competente que usted.
El joyero lo miró, y comprendió las palabras de Salvatore.
—  Está bien señor De la Rosa, lo tendré listo al finalizar la tarde.
Salvatore salió de la joyería y pasó por la dulcería nuevamente, y recordó que ya no eran chocolates lo que ahora le apetecía.
—  Esta mujer mía se me esta complicando un poco, mm sí, eso es, una cassata siciliana, eso le encantará.
Las horas pasaron, Salvatore estaba de camino a la villa llevando todo para la sorpresa de Amaranta, y Amaranta ya tenía todo preparado para recibirlo y darle la noticia de que sería padre nuevamente.
—  Sun-Hee, ¿ Todo está listo?
—  Si AmiCris, todo listo, y los niños están en sus habitaciones, bien, yo me retiro y que tengas una agradable velada.
Sun-Hee salió de la habitación de Amaranta, y ella se quedó mirando los últimos rayos del sol desaparecer.
Desde la terraza vio llegar a Salvatore y se adentró en la habitación.
Salvatore llegó cogió el ramo de girasoles, la cassata, guardó la caja en su bolsillo y se dispuso a ir en busca de su sirena.
Entró y vio todo en completo silencio, sus terremotos no estaban por ningún lado, subió a la habitación, abrió la puerta y también estaba en completo silencio y oscuridad, miró a la terraza y vio el destello de la iluminación de las velas.
Caminó hasta allí, y la vió con un hermoso vestido azul, ceñido a su cuerpo como una segunda piel, miró todo lo que ella había hecho para esperarlo.
—  Me encanta esta sorpresa. —  Expresó con una sonrrisa y acercándose a ella, entregó los girasoles y el postre, y dio un beso en sus labios.
—  Quería darte está sorpresa, aquí en la intimidad de nuestro hogar, ya sabes que no me gustan los restaurantes para algo íntimo y familiar.
—  Lo sé, y eso me encanta de ti.
—  Estaba deseando esto, se ve delicioso,
—  Vi que ya los chocolates no te agradan, y con ellos creo yo también.
—  Nunca digas eso mi amor, eres el amor de mi vida, mi mundo entero, jamás me cansaría de ti.
—  ¿Y al enmascarado? Lo has deseado tanto últimamente.
—  No es mi culpa. —  Expresó Amaranta haciendo un puchero.
—  ¿Entonces soy yo el culpable?
—  Si, y yo colaboré mucho también.
—  No estoy comprendiendo, ¿me explicas? Por favor.
Amaranta se acercó a Salvatore besó sus labios y le entregó una caja.
—  Juro que no volveré a tratarte así, la razón de este comportamiento mío está ahí, en esa caja, abre la, por favor.
Salvatore cogió la caja blanca con un listón dorado, miró a Amaranta con una expresión sonriente.
Abrió la caja al igual que el papel de ceda, y lo vió, había una pequeña prenda con la frase SERÁS PAPÁ. Salvatore la miró y sonrío dejo la caja Caminó hasta ella, la cogió de la cintura y dió vueltas con ella.
—  Un hijo más mi amor, otro u otra sirenita, me haces muy feliz mi vida.
Juntos rieron y unieron sus labios en un apasionado beso, bajó por su cuello, por su pecho hasta llegar a su vientre aún plano.
—  Serás muy amado como tus hermanitos mi amor, por qué papá y mamá te aman con su vida entera.
Sacó la caja de su bolsillo estando ahí de rodillas, mientras Amaranta tenía sus manos en los hombros, de el, y él la miró.
—  Este caracol es un símbolo de unión entre nosotros, este será nuestro nuevo inicio, y si lo aceptas yo no le pondré final, por que te amaré más allá de la vida misma. Mi sirena, ¿aceptas casarte conmigo? ¿aceptas ser mi esposa?
Amaranta lo miró fijamente, sus ojos se llenaron de lágrimas, y respondió.
—  Este será nuestro hilo del destino, yo tengo el inicio y tú el final, acepto casarme contigo, Tritón, acepto ser tu esposa para toda la vida, y más allá, y si hay vida más allá, pues allá no te librarás de mi.
—  Jamás deseo ser libre de ti, quiero estar atado a ti, para siempre.Te amo sirena mía, te amo esposa mía, te amo vida mía.
—  Y yo más, mucho más.
Unieron sus labios en un profundo beso, lleno de amor, y de pasión.
—  Tengo mucha hambre.
—  Vamos a cenar entonces.
Así Salvatore la vio comerse toda esa cassata que le llevó y parte de lo que preparó Sun-Hee, mientras ella devoraba ese postre y todo, él no dejó de mirarla muy sonriente.
—  Amor, no te enojas si te digo algo.
Amaranta lo miró, limpió la comisura de sus labios, y respondió.
—  Dime, ¿que pasa.?
—  Si comes tanto así ya no serás mi sirena.
Amaranta lo miró y achicó los ojos como escudriñando las segundas intenciones de sus palabras
—  Ni se te ocurra decirlo, Salvatore De la Rosa. —  Habló ella levantando su dedo indice, y con expresión seria, mientras Salvatore se aguantaba la risa.
—  Pero aún así te verás muy hermosa, linda, preciosa. Eres mi reina.
—  Más te vale que así me veas, y no como lo que estás pensando.
Salvatore soltó la carcajada retenida, y Amaranta lo siguió después.

Los meses pasaron, seis meses de su embarazo, y estaban en el consultorio del gineco obstetra, para el control.
—  Muy bien, todo bien con este jovencito, es un hermosa niña.
Salvatore estaba feliz al igual que Amaranta, salieron del consultorio y fueron al centro comercial, para hacer compras para la decoración de la habitación, todos estaban felices de la llegada del nuevo miembro de la familia.
El tiempo siguió y Amaranta estaba de camino al hospital para tener a su quinto hijo, la llegada de Janely Asull De la Rosa Pierre.
—  Date prisa Salvatore, no aguanto, no se por que siempre se adelantan.
—  Tranquila mi hermosa, ya llegamos.
Llamaron al hospital Gemelli y fue recibida por Xander Dominick junto a Xavier y Stella.
La pasaron a la sala de cirugía, y una hora después la sala era inundada por el llanto de Janely Asull,
El pediatra la recibió y luego la puso en brazos de Salvatore, estando el junto a Amaranta.
Tres horas después Amaranta estaba en la habitación junto a su pequeña Asull, y la familia reunida.
Los días siguientes, Amaranta fue dada de alta y llevada a la mansión De la Rosa.
Dos meses pasaron, ya todos reunidos en el hotel donde se celebrará la recepción de la boda más esperada.
Amaranta mirando a través de la ventana la decoración donde sería la recepción.
—  ¿Nerviosa hija? — Preguntó Pierina al verla ahí distante.
—  No lo sé madre, solo se que estoy feliz por qué me voy a unir al amor de mi vida, ese amor que guardé y esperé desde niña, pasamos por tanto, madre, que en un momento llegué a creer que jamás volveríamos a estar juntos, ahora estoy a pocas horas de sellar mi destino con ese desconocido llamado Tritón que me destinó a él siendo pequeña, a unirme a ese enmascarado desconocido, que me hizo vivir y me regaló de alguna forma una aventura pasajera muy excitante, y con Salvatore De la Rosa, ese hombre de oscuras intenciones, lleno de resentimientos que me hizo objetivo de venganza para destruirte a ti. Me hizo víctima de una venganza, y terminó siendo el la víctima de sus resentimientos.
—  Hija, mi niña linda, tanto que te protegimos y te nos saliste de las manos, casando te, bajo contrato, ustedes han buscado eso que nosotros jamás lo permitimos.
—  Pero no me arrepiento madre, por que de no ser por eso, hoy no estaría aquí, ansiosa de que llegue la hora para unirme al amor de mi vida.
—  Lo sé hija mía, lo sé.
Amaranta le dio un abrazo a su madre y un golpe en la puerta les interrumpió.
—  ¡Adelante! —  Ordenó Pierina.
Kiara hizo acto de presencia, con nerviosismo y temor, por qué a pesar de haber dejado todo en el pasado, ella sentía recelo ante la presencia de Pierina.
—  ¿Puedo pasar? —  Preguntó asomando se a la puerta.
—  Claro que si, pasa. —  Respondió Pierina caminando a su encuentro.
Kiara caminó y se acercó Amaranta.
—  Hija, me hace feliz saber que hoy sellaran su destino, estoy feliz por ser la luz de mi hijo, gracias por esos nietos maravillosos que me has dado.
—  Y a ti, gracias por tener ese hijo maravilloso, mi Tritón.
Se abrazaron y se unió a ellas Pierina.
—  Bien, las chicas esperan por la novia, en el quinto piso. ¿Nos vamos?
Salieron para reunirse en el quinto piso, tomaron el ascensor y bajaron.
Mientras Ios hombres se reunieron en el décimo piso, todos festejando la despedida de solteros de los novios.

La Víctima Del CEO.( Libro # 4 De La Saga, Cielos Eternos.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora