CAPÍTULO 20. DESCUBRIENDO LA VERDAD

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CAPÍTULO 20. DESCUBRIENDO LA VERDAD

Salvatore llegó a la playa, caminó por largo rato metido en miles de pensamientos sentado frente al inmenso mar, sintió una mano en su hombro.
— ¿Que haces aquí Alice? Quiero estar solo.
—  Sali, no me gusta verte así, ese no eres tú, la vas a encontrar ya verás que sí, vamos a casa descansar un poco, te hará bien, y ya después tendrás energías para buscarla.
Salvatore sin pronunciar palabras subió al siguió de Alice y fueron a la villa.
Kiara y Donatello estaban muy ansiosos por saber si habían noticias, los detectives privados no encontraron nada, ni un solo rastro de nada y las cámaras de seguridad no reflejaban nada extraño.
Vieron llegar a Salvatore junto a Alice, y Kiara fue a recibirlo.
Salvatore pasó sin mirar a nadie y fue directo a la habitación de Amaranta, miró cada cosa suya, acarició la cama, donde se imaginó, que  lloro muchas veces, su corazón estaba dolido. Se acostó en ella cerró los ojos y los recuerdos llegaron a él.

— Ya no quiero resistirme más - Susurró entre sus labios, Salvatore.
—  Y yo no quiero que lo hagas más. -
— Hazme tuya Salvatore, deseo sentirte muy dentro de mí.
El recuerdo de esas entregas, de sentirse en uno en el otro, el recuerdo de sus besos, sus caricias lo estaban volviendo loco.
Se removió y miró un papel arrugado debajo de la mesa de noche, lo cogió, lo abrió y lo que leyó ahí sintió que lo terminó de destrozar, que era lo más doloroso que había experimentado,

"Mi tan esperado Tritón, siempre esperé en el mismo lugar, cada día de mis vacaciones, nunca llegaste, me olvidaste, olvidaste la promesa que hiciste.
El hilo no se rompió con tu olvido, pero el destino me cruzó de nuevo tu camino, el día que decidí romperlo, renunciando a seguir esperando por ti, jamás imaginé que era Tritón el hombre del aeropuerto, así como jamás imagínate que era a tu sirena a quien le pediste ayuda y matrimonio, te ame como Tritón, te amo como Salvatore a pesar de todo esto que me haces sin yo saber la razón, y más me duele saber que niegas a nuestro hijo, decoré cada rincón de esa cabaña que escogí para que sea nuestro nido de amor, pero ya nada tiene sentido, llegaste con tu verdadero amor, y no se qué hago aquí, si en tu vida no tenemos cabida nosotros."

Salvatore quedó de piedra al leer la palabra Tritón. ¿ como era posible que Amaranta lo llamara Tritón si no le había contado la historia de su adolescencia.?
Leyó una y otra vez el papel, para convencerse de que era Tritón la palabra escrita, lo dobló y lo guardó, salió de ahí en busca de una posible explicación ¿Pero quién era capaz de contar su historia sin su consentimiento?
— ¿Quien de ustedes le contó a Amaranta de mi historia con sirena?
—  Todos se miraron y Rómulo no se inmutó ante aquella pregunta. Se puso de pié y caminó junto a él puso la mano en su hombro.
— Explica te mejor hijo, por qué no entiendo. A ver. ¿Me estás diciendo, que no sabías que Amaranta y tú Sirena son la misma persona?
Salvatore quedó de piedra al escuchar las palabras de Rómulo.
— ¿ Que estás diciendo, abuelo?
— Eso que estás entendiendo, nieto, pensé que lo sabías, supe la identidad de Amaranta, y al ver de quién se trataba, investigué y fue ahí que descubrimos esa verdad.
— ¿Y por qué carajos nadie me dijo nada?
—  Pensé que se habían contado todo, los vi tan juntos que creí dejaste tu propósito atrás, creíamos que lo sabías, por eso no deje que Jisso y Axel les interrumpiera su verdadera luna de miel.
Salvatore pasó sus manos por su rostro, su frustración era mayor ahora que sabía que estaba casado con su sirena, y que la había hecho instrumento de venganza.
— Esto no puede estás pasando, esto es una pesadilla madre. ¿Que hice madre?
— Hijo mío, nunca quise que tú corazón se llenara de amargura, perdóname.
Salvatore salió de la sala y subió a su habitación.
Lanzó todo lo que tenía frente a él, salió a la terraza y vio a Mario Luis salir con sus maletas.
Bajó corriendo tal vez podía saber algo de Amaranta, se aferraba a algo por saber de su Sirena.
—  ¿Donde está Amaranta Mario Luis? Tú sabes dónde está ella, eran muy amigos, tienes que saber.
Mario Luis lo miró y sonrió.
—  No soy su niñero, Salvatore, tu eras su esposo, tenías que saber dónde pensaba ir y dejarte vivir con tu amor de infancia como decía ella, cosa que tú le dijiste.
—  ¿¡Donde está!? —  Gritó, preguntó o Talvez ordenó.
—  ¡No lo sé¡ Y si lo supiera tampoco te lo diría, no fuiste justo con ella, anda mira todo lo que hizo para ti, y tu le rompiste el corazón cuando te esperaba con ansias para decirte que serías padre y tú le restregarse en la cara a tu amante.
Salvatore cogió un caballo y cabalgó a la cabaña, entró y miró cada detalle que había en la habitación donde según él, Amaranta pasó la tarde con Mario Luis, vio cada foto de ellos y los carteles, donde decía será papá, sentía que su corazón no podía más con cada cosa que descubría, vio las pruebas de embarazo, cinco para no quedar con dudas, y una con una nota que decía, serás papá, estoy en camino, mami y tu estarán felices de tenerme, quiero ser igualito a ti, ya los estoy amando.
Lágrimas rodaban por sus mejillas, no podia con tanto dolor.
Pasó la tarde y noche ahí mirando a la nada, deseando retroceder el tiempo y corregir su error.
¿Como no se dio cuenta de que eran detalles para el, por qué jamás pudo venir y mirar lo que ahora veía ?
Recordó cuando Mario Luis la llevó en brazos y la dejó en cama.
— Claro, se sintió mal por el embarazo, y por eso Mario la ayudó, fuy un completo imbécil, un grandísimo imbécil.

En la villa todos estaban preocupados, por el estado de Salvatore y por la desaparición de Amaranta.
—  Tengo que decirle a Pierina y Stéfano, ellos tienen que saberlo por mi, Dios, será que nunca voy a escapar de ese pasado tan doloroso y vergonzoso, tener que darle la cara a ellos y decirles que su hija fue víctima de una venganza de parte de mi hijo.
Kiara daba vueltas como león enjaulado, Pierina decidió perdonar y olvidar el pasado cuando ella donó su sangre para Luggina, mientras su hijo planeaba destruir todo lo que tuviera que ver con la familia D'Alessio.
— Tranquila mi amor, Pierina entenderá, sabemos que se molestará pero nosotros no tenemos la culpa de las decisiones de nuestros hijos.
Donatello trataba de tranquilizarla. No le gustaba verla descontrolarse nuevamente.
— Viajaré a Roma para ver la nueva empresa que mi nieto asoció con las empresas COSMOMAGIC. Y veré qué sucede por allá.
Rómulo y Danielle salieron para ir al helipuerto y luego al aeropuerto para ir a Roma.
Kiara fue a la habitación mientras Donatello a la oficina.
En los pasillos Alice como una serpiente silenciosa se escurría escuchando lo que pudiera para usarlo en su beneficio.
—  Tu qué haces aún en esta casa ¿Acaso no tienes vergüenza?
— No me voy a ir de aquí, y tú serás que me invite a quedarme.
- No lo voy hacer, y te vas a largar ahora mismo de aquí.
Kiara agarró el brazo de Alice para sacarla de la habitación, pero esta no se lo permitió.
—  ¿De verdad quieres que me vaya? ¿De verdad no te importa el que tu hijo se entere de la verdadera historia y no la que le has vendido haciéndote pasar por la víctima que no eres? No, no lo creo, eres tan cobarde y mala madre que no fuiste capaz de sacar a tu hijo de su error, ahora míralo, mira cómo terminó todo, casado por venganza y justo con la mujer que ama, don dos cosas que no te perdonará jamás.
—  ¡Cállate Alice! Cállate y vete de aquí víbora. Eres mala.
— No más que tú,
— ¿Que sabes tú para jugarme? Que sabes tú, todo lo que pasé.
— Se todo y más de lo que te puedas imaginar señora. —  Respondió con sarcasmo, y continuó hablando sin darse cuenta de que estaba siendo escuchada.
—  Y si me marcho de aquí le contaré todo a Salvatore, para que se le quite la venda de los ojos, esa que tú le has puesto.
—  No te metas en los problemas de mi familia, deja que eso es asunto mío, así que por favor te largas de mi casa ahora.
La puerta fue abierta y Salvatore estaba ahí, parado viendo a su madre de forma extraña, jamás imaginó escuchar que alguien amenazara a su madre del modo en como lo hizo Alice Brawn.
Miró a Alice mientras alternaba su mirada entre Kiara y el.
—  ¿Que es eso que yo no sé madre?
Kiara sintió morir al ver a su hijo ahí parado frente a ella.
—  ¡Contesta madre! —  Como que gritó, como que ordenó, pero estaba lejos de ser una petición educada .
—  Hijo mío, hablaremos pero esta mujer no estará presente.
—  Ella dice saberlo todo, así que no veo que tengas que ocultarle.
Kiara cerró los ojos, jamás se imaginó tener que revelar esa verdad de cómo fue concebido su hijo, lo ocultó por años no quería abrirse frente a él de esa y de ninguna otra forma.
—  Madre, habla por favor. —  Pidió Salvatore con los dientes apretados.
Kiara se tambaleó de la impresión que tenía, Donatello entró a la habitación y la sostuvo entre sus brazos.
—  Amor, tranquila yo estoy contigo, llegó la hora de hablar con nuestro hijo, yo estoy a tu lado siempre.
—  Sal de aquí Alice, déjanos solos
— Pero mi Sali, ellos seguro te mentira.
—  Que sagas de aquí Alice. —  Gritó y Alice brincó del susto por lo fuerte de su voz.
Alice miró a Kiara y una disimulada sonrisa se dibujó en sus labios.
Kiara miró a su hijo que no le quitaba la mirada fija sin pestañear.
" Dios, dame fuerzas" —  Pensó.
Habia llegado el momento que tanto tiempo logró retrasar. Enfrentar a su hijo con la verdad de ese oscuro pasado.

La Víctima Del CEO.( Libro # 4 De La Saga, Cielos Eternos.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora