FIRST QUARTER.

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POV'S VALERIA.

Ha pasado un buen tiempo desde el último encuentro que tuve con Rebeca, ella ha estado teniendo que moverse varias veces de Las Almas por que han estado tratando de capturarla. Me preocupa bastante, las pocas veces que hablo con ella se escucha bastante cansada, le falta el brillo de tener la tranquilidad de todo y le está pasando aún más por que su hijo, el tal Manuel, sigue haciendo algo en su contra que no descubre. Abigail ha estado viviendo todo el tiempo conmigo, en la enorme casa que tenemos para las dos. Despertar y verla desnuda, durmiendo plácidamente conmigo, sintiéndose segura de todo, me hace enamorarme más de ella.

El tema de aceptar o no aún el cargo de Rebeca, no lo he solucionado. Diego a estado viniendo y yendo de la casa, informándome de las cosas que pasan con Rebeca que ella no me comenta o tratando de convencerme sobre aceptar. Él y Abigail se llevan mejor de lo que esperaba, a ella no le molesta siquiera que se quede en casa y en un lugar tan enorme, a mi tampoco. Con el paso del tiempo también he experimentado ese gran poder de ser la sobrina de La Araña, ya que la gente que cuida el lugar y nos atiende me miran con respeto, no con temor. Y muchos de ellos cuando les pregunto cómo es que respetan tanto a Rebeca, me cuentan historias de como ella los ayudó a salir de la pobreza o les dio una segunda oportunidad. Esto me sigue causando un choque de moral y ética enormes.

Diego: Morra, estás a punto de volver a la base. La patrona me informó que cuando vuelvas ahí ya estará gente dentro del cuartel.

Valeria: ¿Cómo mierda logran meter a la gente sin que el ejército se de cuenta? - Diego ríe, tomando de su cerveza.

Diego: Hay comandantes, capitanes, tenientes, soldados, jefes de regimientos, en todas partes tenemos gente y esas personas meten a nuestra gente sin que los que no están de nuestro lado se den ni pinche cuenta. Es fácil, cuando estés al mando lo entenderás morra.

Valeria: Sigo sin saber si aceptar o no, wey. No asegures nada.

Diego: Bueno chingada madre, ¿le quieres o no dar una pinche buena vida a la vieja que tienes?

Valeria: ¡Sí, pero no sé si convertirme en narco sea la pinche mejor puta idea del mundo! - Grito, frustrada por la situación, he estado feliz de estas vacaciones pero cada vez más se hace pesado ese hecho.

Diego: A ver, tranquilizate. Sé que debe ser bien difícil por todas las cosas que te dicen en el ejército. Y también sé que no decidiste esto, no pediste tener una tía narco ni nada de eso, pero la patrona tampoco pidió esta vida.

Diego tiene razón, ni siquiera Rebeca pidió el hacerse cargo de el cartel, simplemente vio una posibilidad para lograr tener algo. Una posibilidad. Una posibilidad de ser feliz. Una posibilidad de tener una vida plena con Abigail. Una posibilidad de tener una pareja y un hogar. Miro a 

Diego, sabe que eso tocó fibras sensibles y decide retirarse, antes de siquiera poder abrir la puerta, entra Abigail.

Abigail: Espero no interrumpir. - Dice sonriente, saluda a Diego con un abrazo y se acerca a mi, sentándose en mis piernas.

Diego: Las dejo solas, yo tengo que hacerme cargo de unas cuantas cosas de Rebeca. Vuelvo en dos días para verlas antes de que se vayan a la base de nuevo, cuídense.

Sale, dejándonos solas. Miro a Abigail y ella sonríe felizmente hacia mi, mientras yo acaricio su cabello.

Valeria: Te quiero, amor.

Abigail: Y yo te quiero a ti, cielo.

Al pasar los días, volvimos a la base. A la rutina de siempre, el ambiente estaba tenso por la gran operación "Beta". Toda la gente que se había infiltrado en la base ahora la conocía, gran parte estaba en mi regimiento a cargo y la otra estaba repartida en distintas zonas de la base para informar de absolutamente todo. La información viajaba tan rápidamente para saber lo que sucedía y cómo iban manejando todas las operaciones. Hubo veces donde tenía que avisar a Diego de cosas específicas sobre las operaciones que iban a hacerse fuera de mi regimiento para que se cuidará la gente de Rebeca y Rebeca misma.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora