NOBODY KNOWS.

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POV'S VALERIA.

Todo había salido a la perfección, teníamos a Manuel, habíamos matado a los comandantes que me habían estado humillando durante el último mes que había estado en la base, recordarlo me daba asco. Verdaderamente, quería creerlo. Estar ocho meses dentro de la base militar, engañar a cada comandante sobre mi edad, sobre quién en realidad era. Todo fue una completa mentira, el no conocer a mi tía, a Diego. Llevaba meses en contacto con ellos, mientras estuve en Estados Unidos viajando y conociendo parte del país mi tía recibió la noticia de que su querido niño Manuel pensaba traicionarla, ahí entré en acción yo y desde entonces hasta hoy. El idiota de Manuel había pensado que yo no conocía a mi tía, toda una fachada para salvaguardar el negocio familiar.

Manuel: Oigan mierdas, esta no es la frontera, conozco bien este cami-

Un golpe lo suficientemente fuerte como para dejarlo inconsciente unos minutos, la entrada al rancho ¨Las Garzas¨ apareció y supe que el juicio final de Manuel, comenzaba. Bajamos, llevando a Manuel al centro de la hacienda, estaba rodeado por hombres de mucha confianza de mi tía y mis hombres, por supuesto.

Diego: Aquí está patrona, vivito para usted.

Rebeca se acercó a Manuel, dándole una cachetada para despertarlo.

Manuel: ¡Puta vieja de mierda, estás loca!

Rebeca: ¡Soy tu madre, cabrón!, merezco más respeto. - Estaba arrodillado frente a ella, mientras yo apuntaba a su cráneo. - ¿Recuerdas cuando dijiste que nunca encontraría a mi sobrina? Pues te tengo noticias, eres tan pendejo que llevo años en contacto con ella. Caíste en todas y cada una de las trampas que te puse por que nunca fuiste capaz de mirar más allá de tu ego. Múestrate, hija.

Quité mi pasamontañas, sonriéndole mientras mantenía el arma apuntando hacía él.

Valeria: ¿Qué pasó, primito?, ¿te comió la lengua el gato?

Manuel: Maldita perra, desde que vi tu foto cuando me la mostró ese pendejo de la base supe que debía cuidarme de ti.

Valeria: Ese puto y tú fueron tan pendejos, ni siquiera te diste cuenta que fuimos nosotros tus guarda espaldas ese día en el restaurante.

Manuel: ¿De qué mierda hablas? - Diego se acercó, poniendo la grabación de la conversación entre Alejandro y Manuel. - No, no, no. ¡No pueden ir un paso delante de mi!

Rebeca: ¿No?, ¡yo cree este imperio! Maldito bastardo, todo esto iba a ser para ti un día, pero preferiste tragar mierda y hacerte el puto santo. ¿Dónde crees que vives?, ¡estás en Las Almas!, ¡esto es México! Aquí la vida te cobra todo, maldito hijo de puta, debí haberte abortado cuando tuve oportunidad.

Se acerca a él, el rostro de Manuel está completamente pálido, el miedo, el terror, la agonía de saber lo que le espera lo sobrepasan.

Rebeca: Pero nunca es tarde, ¿verdad? Nos vemos en el infierno, hijo mío. - Besa su frente y se retira, dándole la espalda a Manuel.

Manuel: ¡No, mamá!, ¡mami!, ¡por favor perdóname!, ¡te prometo no cagarla ya!, ¡mami por favor!, ¡mam-

Disparo, justo en su nuca. La sangre sale en cantidades enormes de su cabeza y manchan mi traje y rostro. Con esto sello completamente mi destino, pero falta un solo eslabón que limpiar.

Valeria: Traigan a mi padre, ¡pero ya cabrones!

Se movieron tan pronto escucharon mi voz. Y en menos de cinco minutos, estaba arrodillado al lado del cuerpo de Manuel.

Valeria: Hola de nuevo, José.

José: Soy tu padre, pend-

Un golpe con la parte trasera de mi arma, de todas mis mentiras, él no era una. Mató a mi madre y hermano, casi me mata el día del incendio en la pelea que tuvimos pero lo único que me salvó fue la llegada de Diego, ahí descubrí que era familiar de La Araña y desde entonces hasta ahora, así han sido las cosas.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora