Capitulo 42. Regalo Especial.

133 8 0
                                    

Michael Knight.

Regalo Especial.

Alfin la paz reinaba en nuestro hogar, había días en las cuales pasábamos nosotros cinco en familia.

Hoy especialmente iríamos a la casa de mis padres, ya que nos habían invitado para cenar y además de eso, vendría jonathan y los hermanos de rose junto con sus novias, las mejores amigas de mi esposa y sus esposos.

Bueno, hoy cumplía 28 años, mi esposa se encontraba nerviosa y pensativa, no de la mala manera y eso me tenía curioso por saber lo que mi mujer tenía para mí.

Ya todos estábamos alistados y nos encontrábamos en mi auto conduciendo hacia la casa de mis padres, llegamos y bajamos para entrar después en la casa.

Fuimos hacia el gran patio, dónde ya todos se encontraban, los saludamos y nos sentamos para cenar, rose miraba la comida no tan hambrienta y sin vernos lo venir se levantó rápidamente para ir hacia dentro.

– Rose!–exclamó alarmada luna y se levantó para ir por dónde se fue mi esposa.

– Se encuentra bien? Está enferma? Lo siento...no sabía que mi comida causaría esto.–dijo apenada mi madre.

– Tranquila mamá, no tiene tu comida nada que ver porque es exquisita, y con tus preguntas...no está enferma, luna ya nos dirá.–dijo theo dándole una sonrisa tranquilizadora.

En eso llegaron ambas chicas, rose venía sostenida de luna y ella la traía despacio para sentarla en la silla que estaba a mi lado.

– Que pasa? Te ves pálida.–pregunte preocupado mirándola.

– Estoy bien, supongo que la merienda me cayó mal, siento haberlos preocupado.–respondió dándome una sonrisa y después todo volvió a como estaba antes.

Rose no toco mucho su comida pero no le tome importancia porque supuse que se sentía mal del estómago.

Mi madre se levantó y fue hacia cocina para después volver con un gran pastel con velas, todos me cantaron el feliz cumpleaños y me felicitaron, la mayoría me empezó a dar regalos.

Luego de todos los regalos de parte de mis hermanos, padres, amigos y cuñados con mi suegro, faltaba solamente el de mi amada esposa que se levantó nerviosa para hablar y se giró para mirarnos a nosotros tres.

– Bueno...e-esta es una sorpresa q-que tal vez no sea mucho c-como los que te dieron...lo q-que quiero decir es que n-no solamente es t-tuyo si no también para t-tus hermanos.–tartamudeo nerviosa dándole vueltas al asunto haciendo que riera porque me parecía tierna.

– Amor, respira profundo y tranquilízate, cuenta hasta tres para volver a hablar.–dije reconfortando la y hizo lo que pedí.

– Lo que dije es que el regalo no es solo para ti, si no para ustedes tres, espero que no te moleste cariño.–anuncio y yo dije que no tenía problemas.

Ella suspiró y miró sus manos un momento para después volver a levantar la mirada, la dirigió hacia nosotros y nos dijo algo que nos dejó a todos perplejos.

– Mi regalo es...que estoy embarazada...–murmuro pero aún así todos la escuchamos porque estábamos prestando atención a lo que ella decía.

– Q-Que?...–dijo perplejo sam, levantándose y nosotros lo seguimos.

– L-Lo que oyeron...estoy e-embarazada.–respondió tragando saliva rose y rápidamente me acerque a ella para abrazarla.

– Dios...Gracias, gracias, gracias! Es el mejor regalo que me has podido dar mi ángel! Soy un hombre afortunado!–exclamé feliz para levantarla desde la cadera y darle vuelta haciendo que riera.

La baje y le bese toda la cara, mis hermanos también se unieron, haciendo que ella se riera y intentará apartarnos.

– Eh?...–dijo una voz que reconocí como mi pequeño hijo calix.

Fue hacia él para cargarlo y darle también varios besos haciendo que riera.

– Campeón, vas a tener un hermanito! Al cual vas a tener que cuidar mucho okey?–dije mirándolo con una sonrisa.

– Shi!–respondió felizmente y todos nos dimos un abrazo en familia, nuestra familia que poco a poco crecía más.

Nuestra familia nos felicitaron pero allí no quedaba las sorpresas, claro que no, no por solo ser mi cumpleaños el regalo especial solamente tenía que ser para mí, yo también prepare un regalo pero para mí esposa, le di a calix a theo quien tomo asiento al igual que sam.

Tome de las manos a mi esposa quien me miraba curiosa, yo simplemente le di una sonrisa.

– Ángel, yo también te tengo un regalo, ya que este día especial quiero compartirlo contigo con algo que se que tal vez te va a gustar bastante.–comente y ella me miró confundida.

Ella estaba por preguntar pero alguien atravesó la puerta, haciendo que ella se diera vuelta para mirar y tapara su boca por lo que vio.

– Hola princesa...–dijo ese alguien.

– N-No puede ser...p-papá...–dijo rose, ya con las lágrimas en sus ojos y corrió para abrazar a su padre quien la recibió felizmente por volver a su pequeña luego de tantos años.

– Mi amor...al fin puedo verte y tenerte en mis brazos.–murmuró su padre sin querer soltarla.

– A mi también pero...como estás aquí? No se supone que te dieron sentencia perpetua?–preguntó rose separándose un poco.

– Bueno, por el gran trabajo que ha hecho desde la cárcel brindándonos información valiosa sobre los vándalos y mafia, ha hecho que el juez lo reconsiderara y le diera la libertad también por buen comportamiento.–respondió jonathan por mi, quien se levantó y se acercó para saludar a su amigo.

– Jony, cada día te estás volviendo más viejo, amargado.–dijo burlándose el señor moreau.

– Ja! Lo dice quien ya en la cabeza se le están empezando a notar las canas y en su cara las arrugas, egocéntrico.–contraataca el señor laurent.

El señor moreau soltó a su hija y ambos empezaron con una guerra de miradas, y burlas, haciendo que todos rieramos por las cosas que decían.

– Apuesto que ahora yo seré el favorito de rose.–comento el señor frederick con una sonrisa burlona.

– Claro que no! Yo soy su favorito! A que si cariño?–preguntó el señor jonathan hacia su hija.

– Dios! No me metan en sus asuntos infantiles! Ambos son mis padres y ninguno es mi favorito, contentos?–respondió rose bufando y ambos seres quedaron satisfechos con esa respuesta.

– Así que...ustedes son los que están con mi pequeña.–dijo casualmente el señor frederick mirándonos y los tres tragamos saliva.

– O-Oh si...un g-gusto jeje.–dije levantando mi mano para estrecharla, él la miró por un momento pero la acepto, dándome una sonrisa que para nada me produjo confianza.

– El gusto es mío muchachos, espero que sepan cuidar a mi pequeña flor, porque tan solo ella suelta una lágrima de sus hermosos ojos...serán hombres muertos.–amenazó y nosotros rápidamente asentimos.

– Papá! Basta, los asustas!–regaño rose hacia su padre quien simplemente se rió y dijo que sólo estaba bromeando.

Él se acercó a rose para besarle la frente y le dijo que se alegraba que ella ya estaba formando su propia familia, la cual sabía que le hacía feliz y que ante todo siempre la apoyaría al igual que la felicito por su embarazo, la cual ella nos explicó que nunca tomo esas pastillas de fertilidad, si no como ella dijo:"Fue un milagro..."
Y le creímos.

Ahora solo faltaba que sería ese pequeño nuevo integrante de la familia...

•Conquistando a Rose• [Terminada] Libro #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora