•Conquistando a Rose• [Terminada] Libro #1

Capitulo 37. Fiesta de calix.

Sam Knight.

Fiestas.

Realmente la había cagado...sería difícil que ella me perdone ahora, al menos me dejaban poder ir a la fiesta de calix, al fin y al cabo también era mi hijo.

Me echaron de casa y ahora me estoy alojando en un hotel hasta que se calmen las cosas, no podría festejar tampoco navidad con ellos, solo rogaba que michael no cumpliera con su amenaza porque amaba a rose demasiado, ella era mi mundo.

Hoy decidí comprarle un regalo a mi hijo, un pequeño juguete ya que al ser todavía un bebé no sabía de las cosas, estacione el auto en lo que era mi casa y baje.

Desde afuera se escuchaba la música para niños y tragando saliva abrí la puerta y fui hacia donde daba el patio.

Allí estaban las amigas de mi esposa con sus esposos, mis padres, mis cuñados, mi suegro y además las novias de los hermanos de rose, y mis hermanos.

La mayoría estaban hablando entre sí, la cara de rose era apagada sin emociones apesar que tenía una sonrisa falsa en su rostro, mis hermanos le hablaban y ella solo asentía y de pronto las miradas se dirigieron a mi.

Calix venía hacia mi dando pequeños pasitos y lo tome para cargarlo dándole un beso en su mejilla, vestía un traje de bombero porque le gustaba los dibujitos de paw patrol.

Se sentía la tensión en el ambiente y yo simplemente decidí ignorar eso para dejar mi regalo en una mesa donde estaban todos los demás y fui hacia donde mis padres.

– Sam...que haces aquí?–preguntó mi madre precavida.

– Tu también mamá? También me vas a culpar por un error que ni yo mismo supe que hice?–exclamé suspirando.

– No, no es eso...solo que, rose no está muy bien y creo que le ha afectado verte aquí hijo, no sé muy bien como fueron las cosas pero te creo.–dijo ella con una pequeña sonrisa y yo solo asentí, al menos tenía su apoyo.

Después de aquella conversación mis padres hablaron conmigo y me apoyaron, ellos también estaban dispuestos a sacarle la verdad a charlotte, mi esposa en ningún momento se acercó a mí pero de vez en cuando me dirigía una mirada llena de tristeza que me rompía el corazón.

Nunca busque que esto pasará, desearía poder leer su mente para saber qué es lo que está pensando y saber la razón por la cual ella me culpa de algo que ni yo mismo sé.

Las amigas de mi esposa me dirigían miradas matadoras cuando tenía la intención de acercarme ella y mis cuñados estaban en la misma cuando también intenté acercarme a ellos.

El único que me dejó acercarme fue mi suegro, quién me dio un apretón en el hombro como apoyo apesar de que su hija tal vez se enoje aún más con él.

Decidí sentarme en una silla que estaba junto a una mesa y ver como mi hijo estaba feliz abriendo sus regalos, que la mayoría eran juguetes o ropa.

Ya poco a poco iba cayendo la tarde y decidieron que era momento de cantarle el cumpleaños, cuando terminaron repartieron el pastel a cada uno y agradecí poder tomarle una foto a calix con su madre feliz.

Noté un poco extraña a rose porque ahora sonreía mucho y de vez en cuando desaparecía dentro de la casa.

Volví para sentarme de nuevo en la silla y miré el pastel sin expresión alguna, sin verlo venir alguien se sentó al otro lado de la mesa y supe quién era.

– Si vas a venir a regañarme o amenazarme, te sugiero que te lo guardes porque ya tuve suficiente.–dije sin levantar mi mirada para verlo, haciendo que suspirára.

– Sam, no vengo a hacer nada de eso, vengo solo para decirte que tengo unas sospechas con respecto a charlotte, tengo grabaciones en mi bar y creo que la e visto entrar varias veces allí pero no estoy muy seguro, al igual que tengo una grabación cuando tu y ella salían antes de estar con rose.–dijo él y yo rápidamente levanté mi cabeza para mirarlo.

– Pregunté a mis trabajadores y dicen que hace 5 meses te vieron entrar allí junto con ella, dijeron que...parecías drogado...

Cuando él dijo eso, varios flashes vinieron a mi mente, ella le había echado algo a mi bebida sin que yo me diera cuenta y que había despertado en una cama sin ropa pero que yo no había echo nada.

Ahora sí que esa loca me las iba a pagar, le iba a poner una denuncia por drogarme sin mi consentimiento, apreté los dientes y despeine mi cabello.

– Ahora lo recuerdo, ella me dr*go sin que yo lo supiera y me llevo a una habitación, desperté desnudo pero yo sabía que no hice nada de aquello.–dije haciendo que theo me mirará sorprendido.

– Que vas a hacer? Vas a denunciarla?–preguntó serio y yo asentí en una afirmación.

(....)

Calix ya se había ido a dormir y rose...bueno, parecía borracha pero realmente...estaba borracha, tenía una botella de cerveza en su mano y no paraba de tomar, theo y michael le hablaban pero no hacía caso, al igual que sus amigas.

– P-Porque siempre las desgracias me persiguen? Es porque nací en un día de mala suerte y eso me acompaña?–dijo riendo mientras soltaba lágrimas.

« Tal vez nunca debí amarlos...tal vez nunca debí existir, tal vez...solo tal vez quisiera no lidiar con todo esto sola.»

Ella se acercó a mí tambaleándose y me puso una mano en mi mejilla mientras seguía soltando lágrimas y me quedé perplejo.

– D-Dejame ser tu juguete favorito! Usame como más te encanta, anda, déjame ser tu preferida...–dijo agarrando mi camisa con sus manos haciendo que se arrugue.

Yo agarre sus muñecas con mis manos para hacer que me mirará, estaba diciendo cosas incoherentes.

– Mi flor...enserio perdóname, te juro que si tú me lo pides la dejaré y no me haré cargo de ese bebé...tan solo pídemelo.–murmuré apoyando mi frente con la suya.

– No puedo sam...no puedo pedirte eso, no cuando yo no supe quién era hasta hace unas semanas, no puedo pedirte que abandones a una vida apenas creándose.–dijo ella negando con su cabeza.

Apreté mis ojos y la abracé con fuerza no queriendo que me soltara.

– Si ella puede darte algo que yo no, ve con ella, no voy a impedirlo.–susurró en mi oído y yo rápidamente negué.

– No me importa si no puedes darme lo que anhela mi corazón, solo te quiero a ti mi amor.–murmuré besando su coronilla.

No me importaba si ella no me daba lo que más quería, solo quería su amor y cariño.