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Empujaba el carrito mientras Harry balbuceaba y apuntaba de vez en cuando lo que le gustaba o más bien le llamaba la atención

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Empujaba el carrito mientras Harry balbuceaba y apuntaba de vez en cuando lo que le gustaba o más bien le llamaba la atención.

—Ya miro, mucho chocolate.—susurro divertida al ver la emoción del bebé al ver todo tipo de chocolates.

Miraba con ojos brillosos a su madrina la cual mantenía su mirada en el. Definitivamente lo más emocionante del fin de semana, escoger diferentes chocolates para toda la semana, era algo lo cual compartían de muchas cosas. Amaban el chocolate.

—Buena elección mi pequeño Potter—sonrió y los metió al carrito—Ya llevamos bastantes ahora es hora de escoger algo más saludable.

El niño negó repetidas veces mientras se tapaba sus ojitos.

—Oh, tal parece que no puedes escoger, pero no te preocupes que yo si puedo hacerlo.

El niño se destapó los ojos y miro a la mujer indignado junto con un puchero.

—Tienes que comer de todo. Tienes que comer saludable para cuando seas grande seas un fuerte mago. Vamos pequeño—acaricio su mejilla obteniendo una risa y mejillas sonrojadas de su ahijado.

Sacaba las verduras y frutas de las bolsas mientras Harry se mantenía sentado en el piso esperando a hacer su trabajo, el cual era meterlas al refrigerador

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Sacaba las verduras y frutas de las bolsas mientras Harry se mantenía sentado en el piso esperando a hacer su trabajo, el cual era meterlas al refrigerador.

Movía su mano abriendo y cerrando impaciente al ver cuanto tardaba. Abrió y cerró la boca indignada, pero sin duda divertida.

Siempre al terminar de acomodar todo sentaba a Harry en la mesa mientras cocinaba para ellos dos, entren teniéndolo con sus juguetes y hablando con él, le encantaba escuchar a su tía, de cierta forma lo emocionaba como la primera vez.

—Así que nunca hagas eso cuando estés en la escuela o al menos que no te miren. Esa vez recibimos un gran regaño y estuvimos castigados por una semana, hasta Scorpius, el pobre no se salvó ni porque no hizo nada. Su castigo fue llegar justo en el momento que llegó la profesora y el haber estado con nosotros.

Se carcajeó al ver cómo reía Harry. Al parecer era el único que no se cansaba de escucharla todos los santos días hablar sin parar y le gustaba eso, el saber que podría estar hablando y entretenía a su ahijado sin ningún problema y poner tanto esfuerzo.

Aplaudió y música comenzó a sonar. Se movía de un lado a otro ladeando las caderas y cabeza, viendo de reojo cómo seguía sus pasos el niño y comenzaba a bailar al son de la música.

Apago la estufa y camino hacia el niño para agarrarlo y comenzar a bailar con el. Riendo y haciendo pasos ridículos solo para hacerlo reír. Dando así un pequeño show de baile.

—Por Merlin. ¡No has heredado los pies de tu padre! Tú sí que serás un gran bailarín. No te preocupes, yo me encargaré de que no pises los pies de tu enamorada cuando estés más grande—le guiño el ojo y el niño hizo el intento de también hacerlo solo pudiendo cerrar los ojos.

—!Muestra tus pasos prohibidos!—lo apunto y comenzó solo a moverse y brincar en su lugar.

Al terminar lo cargo en brazos y le despeino el cabello con cariño. Para después comenzar a servir su comida la cual ya se había enfriado un poco lo cual no tendrían que esperar más para poder comer.

—Mamá—pronunció Harry mirando a su madrina la cual sonreía con ternura, claramente por el momento su pequeño no saltaría esa palabra durante mucho tiempo. Aunque intentara decirle que no es mamá, apenas era pequeño. Conmocionada lo recibió en sus brazos ocultando el sollozo que amenazaba con salir.

REALLY OF LOVE || H.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora