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—Vamos a ver qué hay por aquí—le hablo a Harry mientras empujaba la carreola.
Ahora se encontraban en el mundo muggle y no sabía cómo es que funcionaban las cosas por ahí. Habían llegado tan solo hoy y decidió salir a pasear con Harry pues les ayudaría tomar algo de aire.
Mientras avanzaban podían ver cómo mujeres, bebés y perros pasaban. Supo que dónde estaban era un parque, uno muy cercas de su nueva casa donde va a poder traerlo.
Miro como Harry mira todo con curiosidad y fruncía su ceño pero al sentir la mirada de la bruja sonrió.
—¿A dónde quieres ir pequeño?—le preguntó y el apunto a un columpio donde se encontraban pequeños niños.
Lo subió y lo comenzó a empujar suavemente aunque el columpio estuviera protegido decidió no darle tan fuerte pues aún era muy pequeño.
Risas se escucha cada vez que subía gracias a los empujones que le daba al columpio y no podía evitar también reír junto a él. Era tan contagiosa.
Lo llevo de un juego tras otro y quién parecía divertirse más era Daenerys, casi porque definitivamente el niño estaba muy emocionado y maravillado por aquel lugar.
—Ese de allá es el más peligroso—susurro cerrando lo ojos y apuntando el juego el cual se trataba de un tobogán—¿Estas dispuesto a subirte?.
Ladeó su cabeza confundido y copio la acción y comenzó a balbucear.
—No te preocupes amiguito yo te cuidare la espalda—inflo su pecho orgullosa al ver que el niño no tenía miedo.
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Reía sin parar y con una preocupación enorme, su pequeño ahijado se encontraba boca abajo sin poder pararse en el tobogán. Pues al momento de comenzar a bajar se movió un poco y logro terminar así. El balbuceaba y se movió como lombriz.
—Alla voy pequeño—camino tranquilamente y lo alzó viendo cómo se encontraba raramente indignado y cerrando sus pequeños ojos, tal y como ella lo hacía.
—Lo siento—se disculpo tratando de reprimir una sonrisa—en mi defensa no esperaste a que llegara a mi lugar para poder atrapar ¡Apenas te estaba acomodando!.
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Al llegar se pusieron a ver la televisión en un canal animado para entretener a Harry y ambos acostados mientras comían fruta.
Su mente divagó en todo lo que vivió ¿Cómo fueran las cosas si ellos estuvieran ahí con ellos? Nego y decidió dejarlo en paz. Eso no le ayudaría pues el que pasaría no existe. Ahora su vida se basada en el pequeño Potter al niño al que amaba con todo su corazón y le haría saber cuánto lo amaban sus padres y como eran, no los haría olvidar.
No sabía que fue lo que sucedió con sus amigos: Sirius y Remus. Después de que volviera del viaje no los vio más como tampoco cuando decidió mudarse al mundo muggle por el bien de su ahijado.
Lo único que sabía era que por el momento se concentraría en Harry y en educarlo lo mejor que pueda.
Pues cada vez crecía más y no quería perderse ninguna etapa.
De un momento a otro sonrió, caminando de puntas para no despertar a Harry, recordó que hoy se pondrá en contacto Scorpius. Al llegar se agachó emocionada mirando su correspondencia y emocionada al ver que le envió una carta.
