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Trabajaba en computadora mientras miraba cómo jugaba con sus legos. Frunció su ceño y siguió trabajando, después de unos cuantos minutos suspiró.
Apago el aparato y se acercó a Harry, el niño emocionado gateó a los brazos de su tía y beso su mejilla dándole unos cuantos legos para que jugara con él.
—¿Quieres que juegue contigo pequeño?—arqueo una ceja y miro como aplaudía emocionado.
Daenerys se sentó en el piso y comenzó a armar grandes torres con Harry. De un momento a otro armaron una competencia para ver quien armaba la torre más alta, ambos arrugando su frente concentrados, mirando a su oponente.
Incrédula miro como el bebé de solo dos años le iba ganando, agarro un lego y despistadamente no dudó en aventarlo a la torre opuesta obteniendo unos balbuceos en tono de reproche.
No importa tu rival pensó. El bebé en forma de venganza hizo lo mismo logrando derribar la mayoría de ella, sonrió al ver que lo logro. Y recibió una mala mirada que no tardó en escucharse risas.
—Muy bien mi pequeño Harry. No pude esperar menos—choca su mano con la del niño.
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Era un día caluroso y no dudaron en ponerse sus trajes de baños y meterse a la piscina. Harry tenía un short verde y una camisa blanca, junto a unos flotadores rojos en cada uno de sus brazos, una pequeña gorra y su rostro lleno de bloqueador.
—Vamos yo te atrapo—alentó al niño a que brincara a sus brazos lo cual no estaban a menos de un metro.
Harry no dudó y se lanzó a los brazos de Daenerys la cual sonrió orgullosa, descartando la idea que a su ahijado le daría miedo. Era pequeño pero tan valiente a su corta edad.
—Oh, sin duda te tengo que enseñar a hacerte el muertito—sonrió al recordar cómo le habían enseñado a ella sus padres.
Fue ahí que por primera vez el niño decidió alejarse un poco y correr por el pasto de la grande casa. Fue tan sigiloso al salir que no se dio cuenta Daenerys ya que configuraba la cámara para tomarle fotos a Harry.
—¡Oye, ven aquí! ¡Te vas a resbalar!—salió correteando al niño preocupada —Si te lastimas no podré usar ma..
¡Pum!
Harry se detuvo y volteó a donde se suponía que debía de encontrar su tía pero no fue así. Camino de regreso preocupado y miro como se encontraba en el piso gimiendo adolorida y tocándose la cabeza.
Abrazo a la mujer que se encontraba tirada y comenzó a hacer un puchero, mantenía sus pequeños brazos al rededor de ella sin querer soltarla, totalmente preocupado, comenzando a hipar.
—No llores mi pequeño mago. Estoy bien, solo un hueso roto, algo de lo cual no me duele—calmo al bebé para no asustarlo y evito soltar un gemido adolorido—Estoy aquí, solo fue el susto.
Alzó sus ojitos llenos de lagrimas mirando la cara de su tía. Ella le regaló una tierna sonrisa.
—¿Sabes que me ayudaría mucho ? Si me das un beso en el cachete tal vez me cure más rápido y el dolor se irá.
Sin dudarlo el niño estampo sus pequeños labios en el cachete de Daenerys dejándolo unos segundos para después separarse y volverla abrazar como si su vida dependiera de ello.
—Tenia razón, ahora me encuentro mucho mejor pequeño—sus brazos se enredaron en el pequeño niño para acariciar su espalda.
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