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Era uno de esos días en los que parecía que todo el trabajo del mundo había decidido recaer sobre los hombros del comisario Viktor Volkov. El zumbido constante de conversaciones y el murmullo de teléfonos no cesaban, pero él estaba inmerso en su trabajo recurrente.

Levantó la vista cuando una sombra se movió en el rabillo de su ojo. Frunció el ceño, seguro de haber visto algo moverse más allá de la puerta entreabierta de la sala de interrogatorios. Se incorporó, apartando los documentos de su escritorio. Se acercó cautelosamente a la puerta, observando el pasillo iluminado por las luces fluorescentes.

La sombra se movió nuevamente y Viktor se movió con rapidez, abriendo la puerta con determinación. Sin embargo, lo que encontró del otro lado no era lo que había esperado. Una joven de aspecto profesional, vestida con un traje azul y con letras amarillas lo miraba con curiosidad y una sonrisa enigmática.

—Comisario Viktor Volkov, ¿verdad? —dijo la joven con una voz tranquila pero firme.

Viktor asintió, aún sorprendido por el giro inesperado de los eventos. La sombra que había visto no tenía nada que ver con esta joven del FBI que estaba frente a él.

—Sí, soy yo. ¿En qué puedo ayudarla? —preguntó, tratando de ocultar su desconcierto.

La joven le tendió una placa con su identificación. "Agente Especial al mando M FBI", decía la placa. Viktor la observó con interés, preguntándose por qué un agente del FBI estaría buscándolo.

—nose si me recuerda, del caso de asesinato en el garaje rojo —explicó M, la joven se veía bastante amigable pese a su aspecto formal —vine a hablar de otro caso con usted y el comisario Greco Rodríguez

—Entiendo. —dijo Viktor con una inclinación de cabeza.—llamaré al comisario Rodríguez —anunció antes de comenzar a hablar por la radio

M sonrió, agradecida por su disposición a colaborar. La tensión que había sentido al principio pareció disiparse un poco mientras continuaban hablando. A medida que la conversación avanzaba, Volkov pudo conocer mejor a la rubia. La joven agente era bastante profesional al hablar y a pesar del rango, M le habla con mucho respeto.

Una vez llegó Greco, la agente comenzó a hablar. —bueno, es complicado hablar de este caso ya que está bajo la jurisdicción federal, por lo que no me es posible dar demasiados detalles

—díganos lo que pueda y veremos si podemos ayudarla —tranquilizo Greco

La agente tosió un poco, intentando tranquilizarse a sí misma. Hablar con los altos mandos de las distintas facciones de la ciudad la ponía nerviosa, a pesar de su propio rango. —Pues, respecto al caso de Michael Johnson, el motivo del fallecimiento fue desangramiento por las heridas de su abdomen. Pese a esto, la fractura de su tórax y la extracción de sus órganos hacia afuera de su cuerpo fueron post mortem —explicó.

Volkov recordaba con claridad el cuerpo del joven —¿Por qué cree que hicieron eso después de su muerte?

—Es posible que sea una forma de 'dar una lección'. Quien lo dejó allí lo hizo con el propósito de que lo vean y lo encuentren así

Greco parecía intrigado por el caso —¿Es todo lo que nos puede decir?"

—Bueno —M sacó una libreta de su bolsillo trasero y la abrió, —durante la mañana del día sábado, uno de los oficiales del sheriff recibió una llamada desde el hospital del norte. Allí encontraron el cadáver de Jessica Wood —Ante el nombre, Greco volteó a ver a su amigo ruso, pero este permaneció impasible en su asiento. —¿La conocen? —preguntó la agente ante la reacción del comisario barbudo.

—Esa no era la que estaba enamorada de ti —soltó Greco sin delicadeza alguna, obteniendo una reacción molesta de su amigo.

—¿Qué dices? —exclamó enfadado Volkov, cruzándose de brazos.

AQUELLO (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora