sending love letters☆ ls

Capítulo 5

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Harry se levantó gracias a Helen y en cuanto abrió los ojos sintió como le mataba el dolor de cabeza.

—Al final te levantas, acá te traje agua y una pastilla para la resaca.

—¿Qué?—dijo Harry sentándose en la cama mientras tomaba la pastilla seguido del agua—, ¿En qué momento me trajiste?

—Yo no te traje de vuelta, Louis te trajo— dijo con burla la omega.

—No puede ser, ¿Cómo dejaste que me trajera?—preguntó horrorizado el omega.

—hey, yo me fui con Mar y se supone que tu estarías con Liam—se defendió—según Liam, tú estabas bien contento como koala encima de él.

—Que vergüenza—dijo el omega, tapándose su cara con sus manos—tragame tierra y escúpeme en otro planeta.

—No entiendo como es que te emborrachaste tan rápido.

—Es que estaba rica la piña colada—susurró mientras jugaba con las sábanas y lo recordó—, y cuéntame todo lo que pasó con Mar.

—Pues, le dije que me gustaba y ella también dijo que le gustaba, asi que vamos a intentar algo sin apresurarnos—dijo y ambos omegas se emocionaron saltando en la cama.

—Yo sabía que esas miradas que se daban no eran de amigos.

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Louis se estaba volviendo loco, ya había pasado una semana y el omega lo estaba ignorando. No como antes que le lanzaba insultos o le hacía bromas, esta vez era diferente, cuando entregaron el ensayo no le dirigió la palabra y después de exponer lo ignoró completamente, tampoco hizo ningún comentario cuando sacaron la nota más alta de la clase.

Louis y su alfa ya no lo soportaban, así que reunió a los tres alfas en quien más confiaba: Zayn, Niall y Sam.

—¿Para qué estamos aquí?—Sam fue el primero que habló.

—El mensaje parecía que fuera algo de vida o muerte—le siguió Niall.

—Pueden callarse y dejarlo hablar—dijo Zayn ya sabiendo de que se trataba.

Hubo silencio hasta que Louis se armó de valor—He estado reflexionando y necesito su ayuda—todos se callaron esperando a que continuará—Me gusta Harry.

Los dos alfas rubios se quedaron procesando.

—Yo lo sabia—Niall fue el primero en hablar emocionado y luego se dirigió hacía Sam abriendo su mano—, págame.

—No pensé que ocurriría—dijo Sam mientras le daba cincuenta dólares.

—¿Qué?—hablaron Louis y Zayn confundidos.

—Niall apostó a que terminarías enamorándote del omega y to aposté que no porque creí que no caerías en sus encantos—explicó Sam—gracias por hacerme perder plata.

Los alfas se miraron y decidieron ignorarlo.

—Bueno, necesito ideas para conquistarlo sin que sepa que soy yo.

—¿Cómo quieres que se enamore sin saber que eres tú?—habló ahora un confundido Zayn.

—Es que si sabe que soy yo, pensará que estoy bromeando o no querrá nada—mientras se encoge de hombros.

—Para ver si te estoy entendiendo, ¿quieres conquistarlo y cuando lo tengas enamorado mostrar quién eres?—dijo Niall.

—Exacto, no es tan difícil de entender—sonrió triunfante Louis.

Los otros alfas sólo negaron con la cabeza y decidieron ayudarlo.

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Se quedaron horas pensando en que podían hacer.

Niall dió la idea de hacerle postres al omega pero descartaron rápidamente la idea porque Louis era un desastre cocinando.

Zayn pensó en que podía dejarle distintos tipos de flores todos los días en su casillero pero el alfa dijo que eso era más para un cortejo y que no sería apropiado sin el consentimiento del omega.

Sam dijo que Louis podía hacerle dibujos con una pequeña frase y hasta el momento esa era la mejor opción aunque el alfa no fuera tan bueno dibujando podría dar su mayor esfuerzo por el omega.

Después de tanto pensar y que no se les ocurriera nada, estaba por ganar la idea de Sam pero a Louis se le ocurrió algo.

—Tengo una idea, podría mezclar la idea de Zayn y Sam—los alfas lo miraban expectantes.

—Habla ya—exclamó Niall.

Louis dió un saltito—Bueno, déjame meter suspenso al asunto.—Continuó hablando—, que tal si le empiezo a mandar cartas escritas por mi en su casilleros todos los días.

—Me parece buena idea—Zayn fue el primero en hablar.

—Es algo poco usual, me encanta—Siguió Niall emocionado.

—Creo que mi idea era mejor, pero será igual de lindo—el alfa rubio fue el último en concordar.

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Si encontrar una idea que les agradará a todos fue difícil, armar la carta lo era el doble. Ya solo quedaban Zayn y Niall ayudando a Louis porque Sam tenía que dormir temprano.

—No se me ocurre nada—dijo Niall, cansado de tanto pensar—, ya les dí todas mis ideas y ninguna les gusta.

—Decirle que era obvio que terminaremos juntos porque los que pelean se aman es una muy mala idea, seria obvio que soy yo y me odiaría más—regañó Louis mientras cruzaba sus piernas en la mesa enfrente del sofá donde estaba sentado.

—Mi cerebro está que explota, me rindo—dijo Zayn mientras se echaba en el sofá.

—Mejor vayan a dormir, mañana tenemos una de las ultimas clases de este ciclo—dijo Louis algo cansado.

—Ahora que me doy cuenta, ¿las cartas las empezarían a mandar después de las vacaciones?—dijo Niall algo confundido.

—Creo que sí, las clases terminan el miércoles.

—Así también podrías pensar mejor que poner en las cartas.

Después de que Niall y Zayn se fueran a dormir Louis se quedó pensando en que escribir en la carta porque no le fluía absolutamente nada.

Decidió cerrar los ojos e imaginar lo que le quería escribir a Harry, así fue como empezó a pensar en esos ojos tan lindos que parecían un bosque que podría ser su perdición con tan solo un segundo, también tenia esos rizos siempre en una bandana porque siempre se le escapaban y terminaban en su cara, su aroma a vainilla que combinaba tan bien con su olor a café o su estatura perfecta como para que sólo él pudiera abrazarlo.

Abrió los ojos con una idea en mente sabiendo lo que le escribiría.

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Harry estaba aburrido.

Solo iba a entregar el ultimo trabajo para terminar el ciclo, que le costó muchas horas de cansancio y grandes ojeras, pero estaba emocionado de poder terminarlo con muy buenas calificaciones.

Volver a casa con su madre y hermana es lo que siempre espera del término de cada ciclo, viven a solo dos horas que no es muy lejos pero la universidad se encarga de mandarle tantos trabajos y exámenes que le resultaba difícil poder ir a visitarlas.

Al fin sonó el timbre y recogió sus cosas lo más rápido que pudo, se despidió de sus amigos y se fue a su departamento en donde estaba su maleta que ya había alistado. Helen se había despedido de él antes ya que adelantaron su última clase y pudo irse más rápido.

Ya con todo listo, se preparó para pasar dos semanas con su familia y se fue rumbo a su ciudad.