sending love letters☆ ls

Final

Harry no podía estar más feliz. Todo estaba resultando bien, desde sus estudios hasta su noviazgo. Ya había iniciado otro semestre y sus notas estaban muy bien. Y como ahora su mayor rival era su novio, en vez de saborearlo le ayudaba en lo que podía.

Louis antes era atento y cariñoso, pero con el inicio de la relación todo se intensificó. Su alfa le daba detalles cada que podía, como traerle dulces cuando lo veía más estresado y mandarle flores con las cartas semanales. También le ayudaba con sus clases y si no entendía algo por sus carreras tan distintas, trataba de investigar para poder explicarle de la mejor manera sin importar que ya no tuvieran clases juntos. Sin duda, tenía al mejor novio.

Aunque, obviamente no todo era color de rosas y tenían sus peleas, pero nada que una buena comunicación no puedan arreglar.

A pesar de las peleas y el estrés que podía llegar a tener, él era feliz. Todo le estaba yendo mejor de lo que creía en el último mes. Y todo mejoró cuando llegó a los dos meses de relación.

El día en que celebraron su segundo mes de noviazgo fue especial para Harry. Habían decidido tener una cena romántica en el apartamento de Louis, donde prepararon juntos la comida y se sentaron a cenar con velas y música suave de fondo. Hablar de cómo habían cambiado las cosas desde que se conocieron era inevitable, y ambos coincidían en que estaban más felices ahora que estaban juntos.

Louis tomó la mano de Harry sobre la mesa, mirándolo con amor y ternura. —Harry, estos dos meses contigo han sido los mejores de mi vida. Nunca imaginé que encontraría a alguien que me complementara de esta manera. Eres mi mejor amigo, mi compañero y mi amor. Estoy muy agradecido de tenerte en mi vida.

Harry sonrió, sintiéndose abrumado por la emoción. —Louis, tú también has cambiado mi vida de la mejor manera posible. Nunca pensé que encontraría a alguien que me entendiera tan bien y que estuviera dispuesto a apoyarme en todo. Eres el mejor novio que podría desear.

Se abrazaron con cariño, sellando su amor con un beso tierno y apasionado. El resto de la noche lo pasaron juntos, disfrutando de la compañía del otro y planeando futuras aventuras juntos.

A medida que pasaban los días, Harry se sentía más seguro en su relación con Louis. Habían superado algunos obstáculos y aprendido a comunicarse de manera más efectiva. Se apoyaban mutuamente en sus metas y sueños, y cada día se enamoraban más el uno del otro.

En el frente académico, Harry estaba haciendo grandes avances. Había logrado mantener sus calificaciones altas y estaba cada vez más involucrado en sus estudios. Louis siempre estaba allí para animarlo y ayudarlo cuando necesitaba un impulso de motivación.

Una tarde, mientras estudiaba en la biblioteca, Louis apareció de sorpresa con una taza de café caliente y una sonrisa reconfortante, —Pensé que podrías necesitar un poco de energía extra— dijo mientras se sentaba junto a él.

Harry le agradeció con una sonrisa, sintiéndose agradecido por tener a alguien tan atento y considerado en su vida. Juntos, pasaron la tarde estudiando y compartiendo momentos de tranquilidad y compañerismo.

Después de la biblioteca, decidieron dar un paseo por el campus, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad del entorno. Hablar sobre sus planes para el futuro era algo que disfrutaban hacer juntos, y esa tarde no fue la excepción.

—¿Te imaginas viajando juntos por el mundo?— sugirió Louis, con una chispa de emoción en los ojos, —Explorando nuevos lugares, probando comidas exóticas, y viviendo aventuras inolvidables.

Harry asintió, emocionado por la idea. —Eso suena increíble. Me encantaría poder compartir esas experiencias contigo.

Se detuvieron junto a un árbol, observando el paisaje a su alrededor. El sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados. Con una sonrisa radiante, Louis le rodeó la cintura con sus brazos, sintiendo una oleada de felicidad y gratitud que llenaba su corazón.