sending love letters☆ ls

Capítulo 19

Harry no estaba preparado para hablar con Louis. Simplemente había vuelto de sus clases con un vacío en el pecho, como se había vuelto costumbre en estas dos semanas, y había decidido tomar una siesta, levantándose con una llamada del alfa.

Seguía sin creer que lo vería al día siguiente.

Esa noche se sintió como una agonía prolongada para el rizado. Aunque la espera no se comparaba con la tortura emocional de los días anteriores. Su mente estaba ocupada por pensamientos de Louis, preguntándose qué diría, cómo se sentiría y si, al menos, habría una posibilidad de recuperar lo que tenían.

Harry solía encontrar consuelo en el aroma de Louis, pero ahora ese consuelo era solo un recuerdo distante. Esa camiseta de Louis, que nunca le entregó, ya no tenía su olor para ayudarlo en su insomnio. La ausencia de Louis pesaba en su pecho como una herida abierta que se negaba a cicatrizar.

Se preguntaba cómo sería el encuentro al día siguiente. ¿Louis le hablaría de Tommy? ¿Le confesaría lo que realmente sentía? La incertidumbre lo carcomía, pero también sentía una chispa de esperanza. Después de todo, Louis había llamado, y eso debía significar algo.

No sabía en qué momento se quedó dormido o a qué hora se tuvo que levantar y apurarse a su universidad. Ni en qué momento se pasó tan rápido el tiempo que ahora se encontraba saliendo de su última clase.

La cafetería estaba animada cuando Harry llegó. Buscó a Louis entre las mesas llenas de estudiantes ocupados con sus libros y apuntes. Finalmente, lo vio en una esquina, solo, con la mirada perdida en el vacío. Harry se acercó con nerviosismo.

—Hola, Louis —saludó Harry tímidamente, inseguro de cómo sería recibido.

Louis levantó la mirada, sus ojos verdes encontrándose con los de Harry. Hubo un momento de silencio tenso antes de que Louis respondiera.

—Hola, Harry.

La frialdad en la voz de Louis golpeó a Harry como una bofetada. Tragó saliva, intentando encontrar las palabras adecuadas.

—¿Te gustaría tomar algo? —propuso Harry, señalando la fila de bebidas detrás de ellos.

Louis asintió, y ambos se dirigieron al mostrador. La tensión era palpable, como si la atmósfera misma estuviera cargada de emociones no dichas. Después de ordenar, se sentaron en una mesa apartada, enfrentándose a la verdad que se avecinaba.

—Así que... —comenzó Harry, pero Louis lo interrumpió.

—Espera, Harry. Antes de que hablemos de cualquier cosa, hay algo que necesito decirte.

Harry asintió, esperando con el corazón en la mano. Louis suspiró antes de continuar.

—No quiero que te alejes de mí. —Las palabras resonaron en la cafetería, y Harry sintió un alivio momentáneo.

—¿Entonces por qué tú te alejaste? —preguntó Harry, buscando respuestas en los ojos de Louis.

Louis bajó la mirada antes de responder.

—Necesitaba tiempo, Harry. Tiempo para entender lo que estaba sucediendo. No quiero herirte, pero no puedo simplemente ignorar lo que ocurrió.

Harry se removió incómodo y confundido en su silla. La confesión de Louis lo dejó con más preguntas que respuestas.

—¿Y tú sabes cómo me hizo sentir? No vengas a decir que no quieres que me aleje cuando tú fuiste el primero en hacerlo y yo te di el espacio que necesitabas. Por dos semanas me sentí como la mierda porque te alejaste sin un motivo razonable para mí. Solo... fue duro perderte.