1

419 35 0
                                    

—Gatito, agradezco todo esto.—Ladybug señaló la mesa con velas y rosas—Pero no sé de qué manera decirlo sin romperte el corazón. Yo amo a alguien más y creo que es peor si no soy sincera contigo.

Cat Noir la miró desilusionado, pero agradeció su honestidad. ¿Cómo pensó que tendría oportunidad?

—¿Podemos cenar como amigos?—dijo Ladybug al mirar la cara triste de Cat Noir, no quería irse y desperdiciar lo que él preparó con esmero.

—Por supuesto. Si no podemos algo más, me conformo con ser tu amigo.—fingió una sonrisa, después abrió una silla para Ladybug—Adelante, mi lady.

—Gracias, gatito.

Cat Noir se sentó frente a ella y descubrió una charola con lasaña que él mismo cocinó.

—¿Te gusta la lasaña?—Cat Noir preguntó mientras levantaba una ceja.

Estaba intentando que aquella cena fuera lo más cómoda posible, pero ambos sentían la tensión en el aire.

—Me encanta.—respondió Ladybug—¿También conseguiste vino?—miró como el gato destapó un vino blanco y después lo vació en dos copas.

—Brindemos...—le acercó una copa a la chica—por la amistad.

—Salud.—la chica lo tomó y chocaron ambas copas.

El resto de la cena ninguno dijo nada, continuaron comiendo en silencio. Era más cómodo que decir palabra.

Aunque ninguno de los dos lo dijo, sabían que esa cena era un fin. Para Cat Noir era la despedida de seguir intentando conquistar a Ladybug y para Ladybug, sin saber exactamente por qué, sintió que aquello significaba cerrar un ciclo con Cat Noir. No es que jamás volverían a verse, simplemente algo cambio.

—Gracias por esto.—comentó la joven después de un rato. Se limpió la boca con la servilleta y se levantó—Tengo que irme, pero te agradezco que entendieras y que pudimos quedar como buenos amigos.

—En mí siempre tendrás un buen amigo.—contestó el chico mientras se paraba.

Ella se acercó y le dió un beso en la mejilla. Luego sacó su yoyo y lo lanzó hasta el tejado de un edificio.

Cat Noir miró como ella se alejaba mientras se tocaba la mejilla. Cuando desapareció por completo de su vista reprimió el impulso de llorar.

Esto, después de la muerte de su madre, era de las cosas más difíciles que había atravesado en la vida. ¿Por qué el desamor era tan doloroso?

—Qué tonto. ¿Cómo creí que ella me diría que sí?—se cuestionó.

Casi dos años tenía de conocerla, los mismos que mantuvo oculto su amor por miedo al rechazo. Y cuando se atrevió, sucedió lo que temía.

Plagg se equivocó al decir que Ladybug caería rendida ante mí.

Tomó una bolsa en la que vació los restos de comida y otra dónde guardó la botella de vino, después tomó la mesa y la llevó al restaurante dónde la había rentado.

—Espero que su chica le haya dicho que sí—dijo el mesero que recibió la mesa con picardía mientras le guiñaba el ojo.

—Ni se imagina.—Cat Noir tomó su bastón y subió hasta el techado de un edificio a lado del restaurante, continuó pasando de tejado en tejado hasta que llegó frente a la Plaza de los Vosgos.

Bajó del techumbre de una casa y cruzó la calle para aquel parque. Solía gustarle ir ahí cuando se sentía triste o abrumado.

Caminó por unos metros cuando escuchó una guitarra. Miró hacia la fuente y vió a un chico de cabello azul intentando componer una melodía.

Eres clara como una nota musical, sincera como una melodía...—decía el chico con frustración mientras rayaba en una libreta a su lado—Esto es una mierda. ¿Qué mujer se enamoraría de eso?

—Yo creo que es bueno.—Cat Noir se atrevió a decir.

El chico de cabello azul se sorprendió al verlo parado frente a él.

—¿Cat Noir?—preguntó Luka.

—Sé que mi belleza es irresistible, pero no es para tanto.—bromeó el superhéroe.

Luka no pudo evitar reír.

—Seguro te lo dicen muy seguido.

—La gente usualmente quiere fotos y autógrafos, me hacen sentir una celebridad.—contestó el gato.

—Lo eres.—mencionó Luka.

Cat Noir suspiró, porque era cierto. Cómo Adrien era un modelo internacionalmente famoso y como superhéroe también reconocido en cualquier lugar, pero al menos como héroe tenía la libertad de ser él mismo sin revelar su identidad.

—¿Y puedo preguntar qué escribes?—cuestionó Cat Noir mientras se sentaba a su lado.

—Tengo una banda y debemos escribir más canciones, pero en este momento mi cerebro no funciona.—Luka se dió dos pequeños puños en la cabeza y Cat Noir rió.

—¿Y por qué no pides ayuda a tu banda? Creo que sería mejor que estar a medianoche en un parque tratando de escribir algo.

—Mi banda me da buenas ideas pero también me gusta escribir canciones sólo. Tal vez no lo creas, pero me gusta venir aquí cuando no hay gente. Ya sé que es extraño...—Luka se avergonzó un poco—seguramente crees que solo un loco hace esto corriendo el riesgo de que lo asalten.

—Si eso sucede, para eso estoy yo.

—Lo sé. —Luka sonrió—¿Y tú qué haces por aquí, patrullando? ¿No deberías estar con Ladybug?

Cat Noir sintió un pequeño pinchazo en el corazón al escuchar el nombre de ella.

—A veces nos turnamos para vigilar en las noches. Hoy me tocó a mí.

Cat Noir inmediatamente cambió de tema y continuaron hablando por un largo rato. Luka empezó a contar cosas personales a Cat Noir y Cat Noir hizo lo mismo siendo cuidadoso de no dar detalles reveladores sobre su identidad.

—¿Llevas mala relación con tus padres?—preguntó Luka en un momento de mayor confianza.

—Mi madre murió hace unos años y la relación con mi padre es complicada —dijo el rubio con tristeza—Él trabaja mucho y no somos muy cercanos.

Estuvo a punto de revelar que su padre era el famoso Gabriel Agreste pero afortunadamente, evitó decirlo a tiempo.

—Te entiendo, la relación con mis padres también es difícil.—continuó Luka—Conocí a mi papá hasta los 17, es cantante y está de gira ahora, así que seguimos sin tener mucha relación. Me llevó mejor con mi madre pero aún con ella hay cosas que no me atrevo a decir.

—¿Y son cosas malas y por eso no lo dices?

—No es nada ilegal o relacionado con drogas.—ambos rieron—Pero tampoco es un tema tan fácil.

Cat Noir no quiso preguntar qué era ese tema, pensó que era demasiado privado y por algo no le resultaba fácil hablarlo.

Aún así, siguieron hablando de todo y nada en especial. Sin darse cuenta el tiempo se fue volando, ya había amanecido y Cat Noir se sintió bien a pesar del dolor que le causó el rechazo de Ladybug.

Mi Pequeño Secreto (Lukadrien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora