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La pelirroja escuchaba con atención a la rubia sin saber cómo expresar su desacuerdo.

—Espera, ¿esto no es demasiado?—preguntó Sabrina, sentada a un lado de Chloé sobre los camastros en la terraza privada de la rubia.

—¿Acaso te pregunté si te parecía bien o no?—dijo Chloé con arrogancia—Solo será una broma.

Sabrina no respondió más, hacerlo sería causar que Chloé enfadará. Sin embargo, hubiera querido decir que no estaba de acuerdo y que no haría lo que le pedía porque ella o Lila no tenían ningún derecho a exponer de esta forma a la gente...pero no era capaz. Su padre la había educado para servir, así como él servía a la ciudad como policía. Era honorable ser amiga y ayuda de la hija del alcalde.

—No lo sé, no estoy muy segura de querer hacerlo—ahora habló Lila.

—¿De verdad te preocupa tanto el chico que te rechazó porque le gustan los hombres?—respondió Chloé.

—Claro que no...—dijo Lila mientras pasaba un mechón tras el hombro, recostada también—pero se trata de humillar a Marinette, no a Luca.

—Humillaremos a Luca un poquito, pero tranquila, solo quedará como un tonto—Chloé se levantó de la orilla de su cama, mientras Lila se encontraba tumbada a lado de ella y Sabrina en el suelo—Nadie sabrá que es gay...excepto Marinette, y cuando lo sepa se dará cuenta que es una estúpida. Y no podrá con la vergüenza porque todo mundo pensará mal de ella.

—Tienes razón, es el plan perfecto.—Lila sonrió con malicia—Y tú, mi querida Sabrina,—se dirigió a la pelirroja—te ocuparás de que Marinela muerda el anzuelo.

—Es que no...no está bien.—por fin  se atrevió a decir—No pueden hacer eso con el secreto de una persona, van a lastimar a Luca y a Marinette...

—¿Qué no has puesto atención en todo lo que hemos dicho?  Sólo Marinette lo sabrá porque el mismo Luca se lo dirá,—respondió Lila—Luca solo sufrirá una pequeña humillación pública, pero nada que no se olvide en cuestión de días. 

—En cambio Dupain-Cheng tendrá la peor vergüenza de su vida—habló Chloé—Y tú, más vale que hagas lo que te decimos o tu papá puede perder su empleo.—amenazó a Sabrina.

Sabrina tragó saliva, sabía que al llegar a casa lo primero que haría sería encerrarse en el armario y pitar en su silbato. Desde pequeña lo hacía cuando se sentía muy ansiosa.

***

—Con su permiso, me iré a dormir—dijo Adrien mientras se paraba del asiento,  después de terminar de cenar en compañía de su padre, su tío y su primo. Eran las 21:35 a.m, faltaba algunas horas para reunirse con Ladybug para su patrullaje nocturno.

—Creo que todos iremos a dormir, hijo.—respondió Gabriel y luego se dirigió a Amelie y Félix—Espero que les haya gustado la cena, le pedí a Nathalie que le diera instrucciones precisas al chef sobre cómo les gusta la comida. Deseo que mis invitados tengan lo mejor.

—Muchas gracias, tío. Mi mamá y yo agradecemos tus hospitalidad.—contestó Félix mientras volteaba a ver a su madre.

—Te agradecemos lo que haz hecho por nosotros,—Amelie colocó la servilleta que tenía sobre su regazo a lado del plato que estaba frente a ella—pero yo estoy muerta de cansancio.—Se paró también de la mesa—Yo también iré a descansar.

—Qué tengan lindos sueños—dijo Gabriel mientras que se levantaba a la par que Félix.—Nathalie,—llamó el hombre y la chica salió de la cocina—puedes pedir a los empleados que alcen la mesa.

Nathalie asintió y regresó para dar las indicaciones al personal, mientras que los demás se dirigían a sus habitaciones. Mientras subían por las escaleras Félix se pegó a Adrien y lo tomó del brazo.

Mi Pequeño Secreto (Lukadrien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora