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Adrien había decidido dormir un par de horas, pues como era habitual, a las 8:00 a.m Nathalie le llamaría para avisar que el desayuno estaba listo.

—Adrien, es hora de desayunar —la mujer tocó la puerta.

—Bajo en un rato, Nathalie. Gracias.—el chico despertó al escuchar los golpes en la puerta.

—Deberías decirle a Nathalie que estás enfermo y no puedes tomar tus clases de hoy, ni tener una sesión de fotos—dijo Plagg mientras Adrien se sentaba sobre la cama—Así puedes dormir más.

—Plagg, han habido veces en que no he dormido ni dos horas por estar toda la noche salvando a París.—Adrien se ponía la pantuflas—No puedo hacerlo porque me desvelé platicando con un extraño.

—Si conoces su nombre y te contó su vida personal, ya no es un extraño.—respondió el ser flotante.

—Pero para él sí lo soy.

Plagg no dijo nada más. El kwami pudo equivocarse al creer que posiblemente Ladybug estaría enamorada de Cat Noir y por eso valía la pena que le confesará su amor, pero esta vez, creía él, podía surgir algo más intenso y recíproco entre Luka y Adrien. Sólo era cuestión de tiempo.

Adrien se apresuró a tomar una ducha y cambiarse de ropa. Bajó por las escaleras sabiendo que, como sucedía desde sus 14 años, comería sólo. Para su sorpresa, encontró a su padre en el comedor.

—¿Padre? Pensé que estarías trabajando—Adrien se sentó frente a su padre.

—Decidí que hoy desayunaría contigo, hace mucho que no pasamos tiempo juntos.—Gabriel hizo una gran sonrisa.

—Me parece genial.—Adrien respondió con sacarmo mientras tomaba un tenedor para comer los trocitos de piña que tenía en un pequeño plato.

Después de que su madre murió cuando era un adolescente de 14, la relación con su padre cambió y poco a poco se fueron alejando. Adrien en un principio anhelaba pasar más tiempo juntos y tener charlas que no implicarán a su padre gritando y dando órdenes, con el tiempo se había resignado a que no sucedería. Porque cuando su padre se mostraba más amoroso de lo normal al poco tiempo volvía a su actitud de siempre.

—¿Y cuéntame, cómo te ha ido estos últimos días?—Gabriel comió un pedazo de pan.

—Bien. —Adrien respondió cortante.

—¿Sólo bien? Yo esperaba que me contarás más detalles.—Gabriel tomó su taza de café—¿Qué tal vas con el coreano? Es el quinto idioma que aprendes, debes estar orgulloso.

—Supongo que sí.—el joven no tenía muchas ganas de platicar con su padre. En realidad, era extraño que su padre mostrará tanto interés en él.

Gabriel se dió cuenta que no conseguiría sacar más palabras de su hijo y no insistió más. Continuaron desayunando en silencio.

—Bueno, hijo, recuerda que por la tarde tienes una sesión de fotos.—Gabriel se limpió con una servilleta y se paró de la mesa—Yo estaré trabajando en algunos diseños.

—Claro, padre.—respondió, nuevamente, desganado.

Aún le faltaba unas cuantas semanas para cumplir los 18 años y librarse de la tutela de su padre. Entonces, tendría la libertad de irse de casa y vivir la vida como quería.

***
—Es la perfección misma.—el padre de Adrien se enorgullecía de los nuevos anillos que la marca Agreste lanzaría al mercado.

Miraba con entusiasmo el diseño de los anillos Alliance en su tablet.

Mi Pequeño Secreto (Lukadrien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora