Mi Pequeño Secreto (Lukadrien)

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—¿Nos veremos de nuevo?—preguntó Luka.

—Si andas otra vez en el parque a medianoche puede que nos volvamos a ver—contestó Cat Noir. El gato abrió su bastón y desapareció de la vista de Luka. 

El chico de pelo azul miró  arriba como el felino se alejaba.

Es grandioso.

Nunca había estado tan cerca de él, excepto en la ocasión en que fue akumatizado y convertido en Verdad después de que su madre se negará a decir quién era su padre. Aquella vez Cat Noir y Ladybug lo salvaron de seguir obligando a todos sobre los que lanzaba una luz azul a decir la verdad.

Luka tomó su celular y  revisó la hora, eran las 6:00 a.m. Ya se veían las primeras señales del sol y empezaba a salir gente de sus casas en dirección al trabajo o escuela. ¿De verdad duró tanto tiempo hablando con Cat Noir?

Tomó su guitarra y el cuaderno y caminó a casa, un barco ubicado a unos metro de  Libertad, el barco de su madre. Hacía un año que había decidido salir y ahora vivía en un barco llamado Independencia.

—¿Luka, estuviste fuera toda la noche?—lo cuestionó Anarka al ver a su hijo pasar frente a Libertad.

—Sí, tenía que pensar en más canciones. Estuve en el parque con Cat Noir.—contestó el chico.

—¿Cat Noir?—Anarka levantó una ceja con sorpresa—¿Es amigo tuyo?

—No diría que amigos exactamente, pero tuvimos una larga plática. Me dió muchas ideas para canciones.—Más bien, me inspiró a escribir—Ahora me voy a domir un rato porque en la tarde tengo mucho por escribir.—se despidió con la mano y caminó hasta Independencia. 

Independencia era un pequeño barco con un casco de colores rojo, azul y blanco,  que en la parte trasera tenía una pequeña cocina, un baño y la habitación de Luka. En la parte delantera del barco había pequeño comedor, una mesa de billar y dos sofás pequeños, además de una vela con una bandera de colores.

Entró al barco y caminó a la parte trasera dónde estaba su habitación, dejó la guitarra a un lado de la cama y colocó la libreta sobre el buró, después se recostó con una gran sonrisa. Tenía mucho tiempo que no conocía a nadie que lo hiciera sentir tan bien por tener una simple charla.

***

—Garras fuera.—ordenó Adrien luego de entrar por la ventana.

—Wow amigo, qué rápido te olvidaste de Ladybug.—bromeó Plagg—Pensé que podría funcionar con bogaboo, pero parece que tienes mas chance con el chico de pelos azules.

—Cállate, deja de decir tonterías o no te daré Camembert.

—Está bien, está bien. Prometo no decir nada pero dame queso—Plagg se tocó la panza haciendo pequeños círculos—Muero de hambre.

Adrien sacó de su bolsillo un pedazo de queso Camembert y se lo dió al kwami.

—Toma. Pero yo  prometo no volver a escuchar consejos amorosos tuyos.—Adrien caminó hasta su sofá y se sentó—Hubiera preferido seguir manteniendo todo en secreto y no confesarle nada a Ladybug.

—Pero al menos lo intentaste. ¿Hubieras preferido seguir con la duda de qué pasaría si se lo dijeras?—Plagg se paró frente a él—Además, gracias a eso  conociste a Luka. 

—Luka es buena onda.—Adrien sonrió al recordar lo muchó que Luka le había hecho reír.

—En mi opinión tú y Luka hicieron match.—afirmó Plagg—Ni siquiera Ladybug te ha hecho sonreír así.