D O S

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Jeon Jungkook entró en el coche y cerró la puerta. Respiró hondo y trató de calmarse. Acababa de vivir una situación muy incómoda y molesta. Acababa de ser acosado por una actriz loca y obsesionada. Acababa de escapar de una pesadilla.

- ¿Estás bien, Jungkook? - preguntó su manager, que conducía el coche.

- Sí, estoy bien - mintió Jungkook.

- Lo siento, no sabía que Lee Sooyoung iba a estar allí - dijo su manager, apenado.

- No es tu culpa, hyung - dijo Jungkook, comprensivo.

- ¿Qué quería esa mujer? - preguntó su manager, curioso.

- Nada, solo me molestaba - dijo Jungkook, evasivo.

- ¿No te gustaba? - preguntó su manager, sorprendido.

- No, no me gustaba - dijo Jungkook, sincero.

- Pero es muy guapa y famosa - dijo su manager, incrédulo.

- No me importa eso, hyung - dijo Jungkook, serio. - Me importa el corazón.

Jungkook recordó lo que acababa de pasar. Recordó cómo Lee Sooyoung se había lanzado sobre él y le había dicho cosas absurdas. Recordó cómo él la había rechazado y ella se había enfadado. Recordó cómo él la había dejado y ella lo había seguido.

Pero también recordó otra cosa.

Recordó a una chica que lo había mirado con admiración y timidez. Recordó a una chica que tenía el pelo castaño y los ojos grandes. Recordó a una chica que llevaba un uniforme escolar y un álbum de BTS en sus manos.

Recordó a la chica que le había gustado.

Jungkook no sabía quién era esa chica. No sabía su nombre ni su edad ni su historia. Solo sabía que era una fan de BTS. Y que tenía algo especial.

Jungkook se había fijado en ella cuando estaba buscando un DVD. Había sentido su mirada sobre él y se había girado para verla. Había visto su expresión de sorpresa y de emoción. Había visto su sonrisa dulce y sus mejillas sonrojadas.

Jungkook se había sentido atraído por ella. Había sentido curiosidad por ella. Había sentido ganas de hablar con ella.

Pero no lo hizo.

No lo hizo porque Lee Sooyoung se le había adelantado. No lo hizo porque Lee Sooyoung lo había abrazado y lo había incomodado. No lo hizo porque Lee Sooyoung lo había perseguido y lo había agobiado.

Jungkook se arrepintió de no haberlo hecho. Se arrepintió de no haberle dicho nada a la chica. Se arrepintió de no haberle pedido su nombre o su número o su álbum.

Se arrepintió de haberla dejado ir.

Pero también se alegró de haberla visto.

Se alegró de haberla visto porque le había dado esperanza. Se alegró de haberla visto porque le había hecho sentir algo nuevo. Se alegró de haberla visto porque le había robado el corazón.

Jungkook se preguntó si volvería a verla. Se preguntó si ella querría verlo. Se preguntó si ella sentiría lo mismo que él.

Y se ilusionó con la idea.

- Hyung, ¿cuándo es el próximo fanmeeting? - preguntó Jungkook, ansioso.

- El próximo sábado, en el Olympic Gymnastics Arena - respondió su manager, extrañado.

- ¿Y cuántos fans vendrán? - preguntó Jungkook, impaciente.

- Unos diez mil, creo - respondió su manager, confundido.

- ¿Y cómo se eligen los fans? - preguntó Jungkook, nervioso.

- Por sorteo, entre los que compraron el álbum - respondió su manager, intrigado.

- Ah, ya veo - dijo Jungkook, pensativo.

Jungkook pensó en la posibilidad de que la chica fuera al fanmeeting. Pensó en la posibilidad de que la chica fuera una de las elegidas. Pensó en la posibilidad de que la chica fuera una de las que lo conociera en persona.

Y se emocionó con la idea.

- Hyung, ¿puedo pedirte un favor? - preguntó Jungkook, esperanzado.

- Claro, dime - dijo su manager, amable.

- ¿Puedes conseguirme la lista de los fans que vendrán al fanmeeting? - preguntó Jungkook, suplicante.

- ¿La lista de los fans? - repitió su manager, sorprendido. - ¿Para qué la quieres?

- Para... para... para prepararles una sorpresa - mintió Jungkook.

- ¿Una sorpresa? - dudó su manager.

- Sí, una sorpresa - insistió Jungkook.

- ¿Qué tipo de sorpresa? - preguntó su manager.

- Una... una... una canción especial - inventó Jungkook.

- ¿Una canción especial? - se extrañó su manager.

- Sí, una canción especial - afirmó Jungkook.

- ¿Y qué canción es? - inquirió su manager.

- Una... una... una canción secreta - improvisó Jungkook.

- ¿Una canción secreta? - se asombró su manager.

- Sí, una canción secreta - confirmó Jungkook.

- Bueno, está bien - accedió su manager. - Te conseguiré la lista de los fans. Pero no se la digas a nadie, ¿eh?

- No, no se la diré a nadie - prometió Jungkook.

Jungkook sonrió y agradeció a su manager. Había conseguido lo que quería. Había conseguido una oportunidad de encontrar a la chica. Había conseguido una oportunidad de acercarse a ella.

Y se ilusionó con la idea.

The Song;JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora