Kim Jiwoo y Jeon Jungkook se miraron con amor y determinación. No podían aceptar lo que el manager de Jungkook les estaba pidiendo. No podían renunciar a lo que sentían el uno por el otro. No podían olvidar su sueño hecho realidad.
Se habían enamorado con suavidad y delicadeza.
Se habían enamorado con pasión y fervor.
Se habían enamorado con amor y verdad.
Y no iban a dejar que nadie se lo arrebatara.
- No - dijeron Jiwoo y Jungkook, al unísono, desafiando al manager de Jungkook. - No vamos a terminar con esto. No vamos a olvidarnos el uno del otro. No vamos a renunciar a nuestro amor.
- ¿Qué? - preguntó el manager de Jungkook, sorprendido e indignado.
- Queremos decir que nos queremos - les respondieron Jiwoo y Jungkook, unidos y firmes. - Que nos respetamos. Que nos entendemos.
- Queremos decir que somos felices - les dijeron Jiwoo y Jungkook, sinceros y reales. - Que somos sinceros. Que somos reales.
- Queremos decir que no nos importan las cosas que están en contra de nuestra relación - les dijeron Jiwoo y Jungkook, valientes y decididos. - Que estamos dispuestos a superar los obstáculos. Que estamos dispuestos a correr los riesgos. Que estamos dispuestos a afrontar las consecuencias.
- Queremos decir que vamos a luchar por nuestro sueño hecho realidad - les dijeron Jiwoo y Jungkook, apasionados y fervorosos. - Que vamos a hacer que el mundo acepte nuestro amor. Que vamos a hacer que el mundo respete nuestra relación. Que vamos a hacer que el mundo celebre nuestra felicidad.
- Queremos decir que vamos a hacer un milagro por nosotros - les dijeron Jiwoo y Jungkook, mirándose con amor y verdad. - Que vamos a hacer que nuestro amor sea posible. Que vamos a hacer que nuestra relación sea duradera. Que vamos a hacer que nuestra felicidad sea eterna.
El manager de Jungkook se quedó sin palabras ante las palabras de Jiwoo y Jungkook. No podía creer lo que estaba escuchando. No podía creer lo que estaba viendo. No podía creer lo que estaba sintiendo.
Jiwoo y Jungkook le estaban demostrando su amor.
Jiwoo y Jungkook le estaban desafiando su autoridad.
Jiwoo y Jungkook le estaban pidiendo un milagro.
El manager de Jungkook se enfadó y se levantó de su asiento. Los miró con furia y desprecio. Los amenazó con severidad y crueldad.
Y les dijo una palabra:
- Nunca.
Nunca los apoyaría.
Nunca los aceptaría.
Nunca los querría.
- Nunca - repitió el manager de Jungkook, furioso e implacable. - Nunca voy a apoyarlos. Nunca voy a aceptarlos. Nunca voy a quererlos.
- ¿Por qué no? - preguntaron Jiwoo y Jungkook, sorprendidos e indignados.
- Porque sois una vergüenza - les respondió el manager de Jungkook, frío e insultante. - Porque sois una deshonra para BTS. Porque sois una amenaza para la industria.
- ¿Qué quieres decir? - preguntaron Jiwoo y Jungkook, confundidos e incrédulos.
- Quiero decir que sois una mala influencia - les explicó el manager de Jungkook, cruel e intransigente. - Que sois un mal ejemplo para las fans. Que sois un mal negocio para la empresa.
- Quiero decir que sois un escándalo - les dijo el manager de Jungkook, despiadado e inflexible. - Que sois una noticia negativa para los medios. Que sois una opinión pública para la sociedad.
- Quiero decir que sois un problema - les ordenó el manager de Jungkook, autoritario e irracional. - Que tenéis que desaparecer de la vida de Jungkook. Que tenéis que desaparecer de la vida de BTS. Que tenéis que desaparecer de la vida.
Jiwoo y Jungkook se quedaron sin palabras ante las palabras del manager de Jungkook. No podían creer lo que estaban escuchando. No podían creer lo que estaban sintiendo. No podían creer lo que estaban viviendo.
El manager de Jungkook les estaba insultando, amenazando y ordenando.
El manager de Jungkook les estaba humillando, intimidando y coaccionando.
El manager de Jungkook les estaba odiando, rechazando y despreciando.
Y les estaba haciendo daño.
Mucho daño.
Jiwoo y Jungkook se miraron con dolor y miedo. Se abrazaron y se consolaron. Se besaron y se dieron fuerzas.
Se amaron con suavidad y delicadeza.
Se amaron con pasión y fervor.
Se amaron con amor y verdad.
Los otros seis miembros de BTS se levantaron de sus asientos y se pusieron al lado de Jiwoo y Jungkook. Los abrazaron y los protegieron. Los miraron con orgullo y felicidad. Los apoyaron con palabras y acciones.
Los amaron como amigos.
Los amaron como hermanos.
Los amaron como familia.
- Hyung, basta - le dijeron los otros seis miembros de BTS al manager de Jungkook, enojados y decepcionados. - Basta de insultarlos. Basta de amenazarlos. Basta de ordenarles.
- ¿Qué? - preguntó el manager de Jungkook, sorprendido e indignado.
- Queremos decir que los apoyamos - les respondieron los otros seis miembros de BTS, unidos y firmes. - Que los aceptamos. Que los queremos.
- Queremos decir que somos felices por ellos - les dijeron los otros seis miembros de BTS, sinceros y reales. - Que somos sinceros por ellos. Que somos reales por ellos.
- Queremos decir que no nos importan las cosas que están en contra de su relación - les dijeron los otros seis miembros de BTS, valientes y decididos. - Que estamos dispuestos a ayudarlos a superar los obstáculos. Que estamos dispuestos a ayudarlos a correr los riesgos. Que estamos dispuestos a ayudarlos a afrontar las consecuencias.
- Queremos decir que vamos a luchar por su sueño hecho realidad - les dijeron los otros seis miembros de BTS, apasionados y fervorosos. - Que vamos a hacer que el mundo acepte su amor. Que vamos a hacer que el mundo respete su relación. Que vamos a hacer que el mundo celebre su felicidad.
- Queremos decir que vamos a hacer un milagro por ellos - les dijeron los otros seis miembros de BTS, mirándolos con amor y verdad. - Que vamos a hacer que su amor sea posible. Que vamos a hacer que su relación sea duradera. Que vamos a hacer que su felicidad sea eterna.
El manager de Jungkook se quedó sin palabras ante las palabras de los otros seis miembros de BTS. No podía creer lo que estaba escuchando. No podía creer lo que estaba viendo. No podía creer lo que estaba sintiendo.
Los otros seis miembros de BTS le estaban desafiando su autoridad.
Los otros seis miembros de BTS le estaban demostrando su lealtad.
Los otros seis miembros de BTS le estaban pidiendo un milagro.
Esa noche, Jiwoo y Jungkook salieron del estudio, acompañados por los otros seis miembros de BTS. Se abrazaron y se besaron con ternura. Se miraron a los ojos y se sonrieron con amor. Se tomaron de la mano y se fueron a celebrar.
Estaban felices y asustados a la vez. Estaban ilusionados y nerviosos a la vez. Estaban emocionados y ansiosos a la vez.
Porque habían defendido su amor.
Porque habían luchado por su relación.
Porque habían vivido su sueño.
Y también sabían que habían conseguido un milagro.
Un milagro que había cambiado su destino.
Un milagro que había hecho posible su amor.
Un milagro que había hecho realidad su sueño.
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The Song;JJK
FanficJeon Jungkook es un cantante y bailarín surcoreano, miembro del exitoso grupo BTS. Kim Jiwoo es una estudiante de secundaria que sueña con convertirse en idol, pero sufre de baja autoestima y falta de apoyo familiar. Un día, Jiwoo se encuentra con J...