Red and black | Daryl Dixon

#1 Ángel de la guarda

Antes de comenzar...

Quería avisar de que borré este fic para reescribirlo y cambiar el rumbo de la historia y el personaje de la protagonista. Espero que os guste el cambio

Sin más que decir, espero que disfrutéis de la historia <3

...

Llevaba dos intentos, la mano me temblaba ligeramente y sentía las lagrimas correr por mis mejillas

Aún así no emití ningún sollozo, el nudo en mi garganta lo impedía. Recargué de nuevo, esperando que la única bala de mi revolver al fin estuviera lista para salir

Me apunté de nuevo a la cabeza y dejé el dedo en el gatillo. Respiré hondo antes de mirar a mi hermano tirado en la cama de su habitación. La puerta estaba entreabierta y podía ver parte de su cuerpo inerte

Ahí, desplomado. Hace unas seis horas desde que decidí terminar con su agonía, desde que decidí terminar de verlo con sus ojos opacos, tratando de alcanzarme con sus manos atadas y sus dientes con sed de mi carne

Había silencio eterno desde que no escuchaba sus gruñidos, solo de vez en cuando podía distinguir a los diferentes caminantes pasar entre las calles. Por lo demás sólo podía escuchar mi respiración y mi mente reclamando que termine con esto

Cuando estuve decidida a disparar de nuevo, escuché unos gritos extraños fuera de mi ventana. No parecían caminantes, era la voz de una persona

—¡Glenn sal de ahí!— pude entender

Con curiosidad me acerqué cuidadosamente a la ventana, la abrí lentamente y vi a un desconocido acorralado en la pared que daba a mi edificio

A unos cuantos metros había un grupo de gente amontonada en una escalera de incendio, algunos gritaban al chico y otros remataban a los muertos que también los rodeaban

¿Como se les ocurre venir hasta aquí? Atlanta había caído con rapidez y los muertos vivientes se habían apoderado de la ciudad

El que estaba separado del resto, empujaba y remataba a algunos muertos que trataban de alcanzarlo, pero no era suficiente. Cuando uno de ellos estaba a punto de alcanzarlo por detrás, mi instinto actuó por mi

Lo apunté con mi revolver y disparé, rezando porque la bala estuviera recargada. Y así fue

La cabeza del podrido voló, haciendo que el chico se sorprendiera y mirara hacia arriba, justo donde yo lo estaba observando

No pude evitar pensar en que ese muerto podría ser yo. Si no hubieran aparecido...

—¡Sube por aquí!— le dije

Rápidamente salí por la ventana para acceder a la escalera de incendio, de un rápido movimiento presioné la palanca y la escalera salió dejando acceso al chico

Sin esperar más, el muchacho se apartó de los pocos muertos que lo rodeaban y subió por la escalera

Entré de nuevo a mi piso, seguida de él. Cerré la ventana y lo miré de nuevo