Capitulo 2

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El chico se levantó de un salto y corrió a abrazar a la chica, la cual le devolvió el abrazo con fuerza. Todo el patio estalló en sorpresa. Todos comenzaron a susurrar y a mirarlos.

Mientras, Robin no salía de su asombro y Hanckok y Tashigi se morían de celos.

"¿Qué esta pasando aquí?" pensaba Hanckok.

-¡¡¡Zoro!!!- dijo la chica mientras lo miraba sin dejar de abrazarlo- ¿Qué haces aquí?-

- Me he vuelto a mudar al pueblo- dijo el chico con una sonrisa- podemos hablar de ello más tarde- le dijo mientras la apretaba más contra su pecho- te he echado mucho de menos-

- Yo también- le dijo Nami conteniendo las lágrimas.

Poco a poco los dos jovenes se separaron, no sin dejar de mirarse.

- Realmente te he extrañado mucho- dijo la pelinaranja- tienes mucho que contarme-

 Zoro solo sonrió.

- Cuando quieras- le dijo.

En el patio no cesaban los murmullos. Hanckok no pudo más y se acercó a los jovenes.

- Hola, mi nombre es Hanckok- le dijo al peliverde- no se de que conoces a esta chica, pero seguro que no es quien tu crees. Ella no estaría a la altura de alguien como tú- miró a Nami, que la miraba con odio- si quieres puedo enseñarte las instalaciones-

Todo el mundo estaba callado. ¿ Como iba ese chico a rechazar la oferta, de la que decían que era la más hermosa de las chicas de la universidad?

- No gracias- dijo Zoro al contrario de lo que todos pensaban que respondería- Ya me lo enseña ella- dijo mirando a Nami, que se sonrojó ante aquellas palabras. Hanckok se quedó de piedra

Zoro cogió su mochila ( que estaba apoyada en la fuente donde había estado sentado) y agarró a la pelinaranja del brazo. Está se sonrojó aún más, pero le gusto el gesto del moreno. Este se dispusó a irse de allí, pero antes se giró y volvió a mirar a Hanckok, que se había quedado pasmada.

- No vuelvas a hablar mal de Nami jamás- le dijo dedicandole una última mirada de desprecio absoluto- o te arrepentirás- fueron sus ultimas palabras antes de girarse y con Nami cogida del brazo, alejarse de allí. La pelinegra se sonrojó por la verguenza e incluso tembló un poco debido a la amenaza de peliverde, retrocedió lentamente y se alejó del lugar murmurando con Tashigi. 

La pelinaranja no salía de su asombro. Miró a Zoro y este le sonrió.

- Gracias- le dijo ella 

- No me las des- le respondió  el moreno risueño.

La gente les siguió mirando un rato, hasta que cada uno volvió a hacer lo que estaba haciendo, no sin dejar de hablar de lo sucedido.

 En cuanto la multitud se disipó, Robin se acercó corriendo a Nami.

- ¡Nami!- dijo la morena- ¿Me lo explicas?- le dijo sonriente.

- Zoro, esta es Robin. Robin, este es Zoro- dijo la pelinaranja contenta.

- Fuimos juntos a la escuela- dijo el peliverde sorprendiendo a Robin- supongo que tu serás una amiga suya, ¿no?-

- Supones bien- dijo la chica entre risas.

Los tres fueron a sentarse a un banco que había allí cerca, para hablar.

- No esperaba volver a verte- le dijo Nami.

- Yo tampoco- dijo el moreno- pero estoy muy contento de haberlo echo-

Los tres estuvieron hablando sobre las instalaciones y cuando podrían enseñarselas a Zoro hasta que sonó la campana que indicaba el final del descanso.

- ¡¡¡Oh!!!- dijo la pelinaranja- debemos volver a clase-

- Yo debo ir a la mía también- dijo el moreno algo triste- ¿Volveremos a hablar?- dijo mirando a las dos chicas.

- ¡ Por supuesto!- dijo Nami- cuando quieras.

Antes de separarse, Nami le dio su número a Zoro para poder seguir hablando y cada uno se fue a su clase.

Cuando Nami y Robin ya estaban yendo a la suya, la pelinegra habló.

- ¡WOW! Es lo único que puedo decir Nami- 

Nami se rio.

- Yo tampoco me lo esperaba. Estoy muy contenta-

Llegaron a la clase y se sentaron juntas de nuevo, el profesor no estaba a si que podían seguir hablando.

- Cuentamelo TODO- dijo Robin con entusiasmo.

- No hay mucho que decir- dijo Nami- Zoro y yo ibamos al colegio juntos cuando eramos pequeños. Lo conocí el primer día de clases. Yo estaba sola en un columpio, no tenía amigos en ese momento, entonces un niño se me acercó-

- Era Zoro-  Dijo la pelinegra

- Exacto- le respondió su amiga- me preguntó si quería jugar con él, y yo acepte encantada. Desde ese día, jugabamos siempre que podíamos. Nunca le dejaban venir a mi casa, pero en el colegio teníamos tiempo de sobra. Eramos muy felices-

- ¿Y qué pasó?-

- Eso mismo quiero saber yo. Un día no fue a la escuela, ni al siguiente, ni al siguiente. Le pregunté a nuestra profesora y me dijo que se habían mudado a otra ciudad. El nunca me avisó ni me dijo nada de una mudanza, por lo que a día de hoy me sigue extrañando-

- Es muy raro la verdad- le contestó Robin- ¿ Nunca dijo nada de mudarse?-

-No-

- ¿ Ni si quiera bromeando?-

- Nada. Es muy raro, lo sé-

- Si, bastante. Pero ahora que esta aquí podrás preguntarle, ¿no?-

- Lo haré en cuanto lo vea con más detenimiento-

- ¿Por qué no quedas con él esta tarde?-

- No se si es buena idea. Llevamos unos diez años sin vernos, ¿ y si ya no me aprecia como antes?-

- ¿Bromeas? ¿No has visto como se ha lanzado a abrazarte en cuanto te ha reconocido?-

- Bueno, si tu crees que es buena idea, se lo diré a la salida-

- Así me gusta- dijo Robin sonriendo- Oye, ¿Sois solo amigos...?- A Nami se le heló la sangre.

Pero por suerte o por desgracia, no pudo responder a esa pregunta ya que el profesor entro en la clase.

'' ¿ Porqué me he puesto tan nerviosa?'' pensaba la joven '' Somos amigos, nada más''. Ella misma zanjó el asunto. Lo pensaría luego, ahora debía atender a la clase.

Después de que la última clase terminara y la sirena que indicaba el final de esta sonara, Nami y Robin se levantaron de sus asientos para salir. Caminaron por los pasillos hasta llegar a la salida, donde había mucha gente despidiendose y llendo a sus casas.

Nami buscó a Zoro con la mirada, hasta que le vió alejandose del centro.

Cogió a Robin de la mano y empezó a correr hacía el moreno.

- ¡Zoro!- le gritó para llamar su atención.

El peliverde se giró y al ver a las chicas esperó hasta que llegaran a donde estaba él.

- Hola chicas, ¿pasa algo?-

- No, nada- dijo Nami- Es solo que...- ahora que estaba enfrente de Zoro, no era capaz de decir nada, incluso cuando se lo había preparado mentalmente varias veces- bueno, solo quería saber si... bueno...-

- Nami, ¿estas bien?- el moreno lo miró algo preocupado.

- Bueno, ¿quieres que....? Ya sabes- zoro miró su movil y su expresión cambió radicalmente. De repente ya no sonreía y tenía el terror grabado en su rostro.

- Losiento Nami, debo irme- y sin decir nada más, Zoro salió corriendo por una calle. Antes de que se perdiera de la vista  de las chicas, Nami notó algo en lo que no había caído antes, el moreno llevaba una venda en el pie.


¿Estas bien? - {Zoro x Nami}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora