Nami llegó a su casa tarde, al rededor de las seis y media de la mañana. Ella entró sin hacer ruido y subió a su habitación. Abrió la puerta y se tumbó en la cama, empezó a reirse, sin motivo alguno. Simplemente porque podía y quería. Acababa de tener la mejor noche de su vida.
Cogió el móvil y le escribió varios mensajes a Robin, diciendole que debían hablar, pero pensó que necesitaba contarselo ya a si que la llamó. Al cabo de varios tonos se escuchó una voz masculina al otro lado del teléfono.
-¿Quién llama a mi chica a estas horas?- dijo la voz grave, pero no amenazante.
- Hola Franky, soy Nami- le contestó ella. La voz del hombre se relajo.
-¡Nami! ¡Cuanto tiempo! ¿A que se debe tu llamada?-
- ¿Está Robin?-
- Si está por aquí, me he quedado a dormir en su casa con los demás. Ya sabes, Luffy, Ussop y Chopper ¿por qué no has venido?- Nami recordó que Robin le había dicho que fuera, pero había preferido quedarse en casa ya que al día siguiente tenían universidad.
- He preferido quedarme en casa porque hoy teníamos clase, que de hecho empiezan en unas horas-
- Bueno, ven la próxima vez- Franky hizo una pausa- ¡Eh Robin! Te llaman por aquí- Nami escuchó unos pasos y luego escuchó una voz femenina familiar.
-¿Si?-
-¡Robin! No me vas a creer. El vino, y me fui con él, y me llevo a un edificio, y subimos, y me habló y....
- Nami, relajate, no se te entiende-
- Le he besado- soltó así sin más. Robin no necesitó más de tres segundos para reaccionar.
- ¿¡QUÉ?!- gritó Robin bastante alto. nami escuchó como Franky le preguntaba que pasaba, pero ella no respondía- Madre mía, madre mía. Te quiero en la puerta de tu casa en una hora, paso a por ti y ya vamos a clase.
- Vale, perfecto. Ahí te espero- dijo ella antes de colgar el teléfono. Ella soltó el móvil y empezó a vestirse muy feliz. No había dormido ni un poco, pero no tenía sueño. EN esa hora, se vistió con una camiseta corta y una falda, desayunó (sola, porque Nojiko ese día estaba trabajando), se maquillo un poco (aunque no demasiado, solo lo justo para taparse las ojeras) y estaba en la puerta quince minutos antes. Por suerte Robin había estado tan motivada como ella y apenas dos minutos después apareció corriendo por la calle con su pelo suelto y un vestido negro.
En cuanto llegó a la altura de la pelinaranja no la dejó ni hablar, la abrazó fuertemente.
-¡Que fuerte! ¡Nami que fuerte!- dijo la pelinegra feliz- ¡Tienes que contarmelo todo! Literalmente he echado prácticamente a los chicos de mi casa para venir lo antes posible- Nami se rio y la miró.
-Primero de todo buenos días a ti también. Segundo, ¡SI! ¡LE HE BESADO!- Nami empezó a saltar de alegría y Robin a mirarla riendose. Ambas empezaron a caminar hacía la universidad, La pelinaranja se lo contó absolutamente todo. Como el moreno había ido a por ella por la noche, como la había llevado a lo alto del edificio más alto de la ciudad, como se había sincerado con él, como le había besado...
Cuando llegaron al campus la morena estaba alucinada. Ahora tan contenta como su amiga, ambas saltando felices. Como todavía quedaba tiempo para que empezaran las clases, porque ambas habían ido muy temprano, Nami le dijo como ahora eran novios. No se podría decir quien estaba más feliz, si Robin o si Nami.
Cuando la campana sonó dando inicio a las clases ambas entraron felices a clases. nami tenía muchisimas ganas de que llegara el descanso para poder buscar al moreno. Pasaron las siguientes horas en clase, aunque a Nami no se le hicieron largas, porque no pensaba más que en Zoro. Tenía ganas de verlo, tocarle, olerle, sentirle... En cuanto se dio cuenta ya era la hora del descanso y salió pitando al patio.
Ya allí, ambas empezaron a buscar al moreno. Cuando estaban llendo a la fuente central, se toparon de lleno con Boa.
-Mira a quien tenemos aquí Tashigi. Pero si es Nami- Le pelinaranja ni la miró, pasó por su lado ignorandola. La pelinegra se quedó helada- ¡Eh! ¡Te he hablado!-
-Si, te he oido- le dijo Nami sin parase. Robin le sacó la lengua a Hankok y ambas siguieron andando sin hacerle caso, dejandolas a las dos sin palabras.
Nami divisó a lo lejos la figura de su amado, sentado en un banco mirando a la fuente. ELla fue corriendo y le abrazó.
- ¡Hola Zoro!- le dijo ella. Él sonrió y la abrazó de vuelta.
- Hola Nami, ¿qué tal?-le respondió Zoro. Robin llegó y los miró.
- Hola Zoro, veo que Nami y tu estais muy bien- El chico sonrió avergonzado, y Nami le dio un codazo a su amiga en el brazo, que se rio. Luego esta se despidió de nami y se fue con Franky y los otros, quería dejarles privacidad.
-Estoy muy bien Zoro, ¿y tú?-
- Bueno, ahora que has venido estoy muy bien- Nami le acarició la cabeza, bajó por su cuello y se dio cuenta de algo que ayer no tenía, una gasa pegada con esparadrapo en este.
- ¿Qué es esto? ¿Qué te ha pasado?- le dijo preocupada.
- Oh nada, me corté cuando me estaba afeitando, no es nada- ella asintió aliviada.
- ¿Estás seguro? La gasa esta manchada de sangre, ¿me dejas ver?- el la miró.
- ¿Aquí? No creo que haga falta, no es nada de verdad- la chica le miró.
- Zoro por favor, no te haré daño y solo será un momento- el chico asintió, rendido y ella empezó a quitar el esparadrapo que ayudaba a sujetar la gasa a su cuello. En cuanto la hubo quitado observo horrorizada un corte profundo en el cuello. Estaba suturado, pero se veía infectado y mal hecho.
- ¡Zoro!¿ Madre mía que te has hecho? Deberías ir al hospital a que te vean-
- Es solo un corte, te lo he dicho- ella negó.
- ¿Te lo has cosido tu? Zoro por favor... Tienes que ir al médico-
- No hace falta-
- Si..si que hace.. se te podría infectar y..- él la interrumpió.
- ¡Nami! No lo entiendes. No puedo...- el chico se levantó del banco y la miró. Le dio un beso rápido y se fue, dejando a Nami muda.
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¿Estas bien? - {Zoro x Nami}
RomanceZoro y Nami eran amigos de la infancia, pero tuvieron que separarse debido a la repentina mudanza de Zoro. Nami nunca entendió esta mudanza, pero jamás preguntó. Años despues, cuando Nami era una estudiante universitaria, se reencontraron. Vivirán...