Nami miró los ojos del peliverde, buscando lo que sus labios no decían. Sus profundos ojos grises, que a pesar de estar siempre sombríos ahora brillaban con ilusión y lujuria.
- Tus ojos son muy bonitos cuando estas contento- le dijo la chica.
- Los tuyos lo son siempre- Nami sonrió. A él le encantaba su sonrisa, le parecía la cosa más bonita en el mundo. Se miraron y entonces se volvieron a besar. Después de un rato, cuando se separaron de nuevo ella volvió a mirarle.
- Zoro, dime la verdad, ¿cómo te has hecho eso?- dijo la chica acariciandole el ojo que tenía morado.
- Ya te lo he dicho, haciendo kendo-
- Mentira- dijo ella mirandole seriamente- Tu hermana me ha dicho que ya no haces kendo- El chico apartó la mirada, pillado- Zoro, ¿qué te está pasando? te quiero, y sabes que puedes decirmelo y te puedo ayudar con ello- El moreno se quedó en silencio, mirando al horizonte. Al cabo de un rato habló.
- No puedo Nami... No sabes las ganas que tengo de decirtelo, de contartelo todo. De poder decirte todo lo que siento y todo lo que me pasa, pero no puedo- El peliverde parecía a punto de derrumbarse- te amo Nami. Y te lo digo de verdad, pero no puedo contartelo aún- La chica le miró a los ojos y le abrazó.
- Tranquilo, está bien. No te preocupes, lo entiendo. No se por que estas pasando,, sobre todo ahora que se lo de tu madre... Pero espero que cuando estés listo me lo cuentes todo y podamos intentar arreglarlo juntos- El chico sonrió y se separó del abrazo para encontrarse con los ojos de la chica.
- Gracias... Me alegra de que lo entiendas-
- Solo dime una cosa- Zoro asintió, esperando su pregunta- ¿No te lo haces tu no...? ¿No te autolesionas?- El moreno se rio.
- No, no me lo hago yo. No tienes que preocuparte, en realidad es por pequeños "accidentes"- la chica sonrió un poco. Suspiró aliviada.
- Aunque me alegra saber que no te lo haces tu, sigo preocupada- la chica le miró- y como me entere de que te haces algo tu, te mato- el moreno sonrió y le dio un beso en la frente.
- Te prometo que nunca lo haré- La chica sonrió, aunque su cabeza iba a mil por hora. Si él no se lesionaba a posta ¿Qué podía ser? "A lo mejor... Se ha metido en peleas... O quizá alguien se la tenga jurada... O esté metido en cosas ilegales... " pensaba, aunque en verdad le daba igual, ella le iba a ayudar a superarlo en cuanto estuviese listo para contarselo. Estuvieron un rato en silencio, hasta que a la mente de la chica vino una idea y volvió a hablar.
- Y por cierto...- la pelinaranja le quería preguntar por el bate ensangrientado, pero cuando Zoro la miró, no fue capaz. Sus ojos estaban cansados, no quería sofocarlo más por el día, otra vez sería.
- Dime-
- ¿Quieres...ir a dar una vuelta? Ahora no hay mucha gente por las calles, casi todo está vacío- Dijo olvidando la idea que tenía para preguntarle en su cabeza.
- Si es contigo, me parece bien- Ambos se levantaron y empezaron a bajar las escaleras.
- Por cierto... Me prometiste que me explicarías lo de hoy... Lo de por que te pusiste tan nervioso cuando apareció tu padre- Zoro siguió bajando las escaleras mientras le respondía.
- Verás... A mi padre no le gusta mucho que este... como decirlo...con chicas- Nami no pudo evitar reírse.
- ¿Enserio es por eso?- el chico asintió- Pues se tendrá que acostumbrar- El chico se rio.
- Lo veo complicado, mejor no le hablaré de lo nuestro todavía- "Lo nuestro" rondaba por la cabeza de Nami, y como si el moreno le hubiera leído la mente le preguntó lo que ella le iba a preguntar- Nami... ¿Qué somos exactamente?- Aunque la chica sabía perfectamente a que se refería, preguntó.
- ¿A qué te refieres?-
- ¿Somos amigos... o pareja...o nada..?- ella sonrió mientras ambos llegaban ya al suelo.
- De pende, ¿Qué quieres que seamos?-
- Me da igual, siempre que este a tu lado- la chica sonrió de nuevo y se paró en frente de él, cogiendole de las manos.
- Zoro Roronoa, ¿Querrías ser mi novio?- le dijo ella muy sonriente. El moreno sonrió mucho, más de lo que Nami le había visto sonreír desde que había vuelto.
- Si..si quiero- le dijo sonriendo. Ambos se quedaron ahí, mirandose, hasta que el peliverde la agarró de la mano y empezó a correr con ella. Ella no sabía ni a donde la llevaba ni le importaba, solo quería estar con él, disfrutar de su compañía y vivir lo que no había vivido con él y con lo que siempre había soñado. Esa era la primera noche de su nueva y preciosa vida... O eso pensaba ella.
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¿Estas bien? - {Zoro x Nami}
RomanceZoro y Nami eran amigos de la infancia, pero tuvieron que separarse debido a la repentina mudanza de Zoro. Nami nunca entendió esta mudanza, pero jamás preguntó. Años despues, cuando Nami era una estudiante universitaria, se reencontraron. Vivirán...