Capitulo 3

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- Dos cosas- dijo la morena después de haber perdido de vista al peliverde- la primera, ¿qué te ha pasado chica?-

Nami no respondió. Sabía que había hecho el ridiculo, pero realmente ella tampoco sabía porque no había sido capaz de decirselo.

- Y segunda, ¿No crees que es muy raro que se haya ido así de repente?-

Nami miró a Robin y se encogió de hombros.

- Realmente no tanto, también hacía eso cuando eramos pequeños. Nunca se quedaba a jugar después del colegio, y nunca podía venir a mi casa- Nami miró al lugar en el que habían perdido de vista al peliverde- pero admito que a mi tampoco me da muy buena espina-

- ¿Tu también has visto la venda de su pie?- dijo Nami tras acordarse de lo que había visto.

- Si, la he visto. Todo es un poco raro, ¿no?-

- La verdad es que si... Esta tarde le mando un mensaje y le preguntó-

- Buena idea- respondió la morena mientras empezaban a caminar en dirección a sus casas- pero si no sabes que decirle, preguntame a mi. No quiero que te pase de nuevo esto-

Las dos rieron un buen rato, casi hasta llegar a la casa de la pelinaranja. Robin vivía dos calles más adelante, por lo que se despidió de su amiga con un abrazo y siguió andando hacía su casa.

Nami subió los tres escalones de su puerta y sacó las llaves que llevaba en su mochila. Las introdujo en la cerradura y entró en la casa, para luego cerrar la puerta detrás de sí.

Dejó la mochila en la puerta y fue a la cocina para comer algo, para su sorpresa, Nojiko estaba allí, preparando algo.

- ¡Nojiko!- Nami se acercó a abrazarle- ¿ qué haces aquí? ¿ no deberías estar en el trabajo?-

- Ya he vuelto- la otra le devolvió el abrazo- que trabaje en el hospital no significa que deba estar allí todo el día. Además, ser secretaría no tiene nada de entretenido- 

Nami sonrió. Ayudó a su hermana a terminar la comida y juntas se sentaron a comer.

- ¿Qué tal el primer día?- preguntó la menor mientras empezaba a comer.

- Bastante bien. La gente es agradable y he sido bien recibida, ¿ Y tú?-

- Bien también, he visto a los chicos y...- Nami recordó entonces lo que más le había gustado de la mañana.

-¿Y...?- repitió Nojiko.

- ¿Tu recuerdas ese chico del que siempre te hablaba en la escuela?-

- Como olvidarlo- Nojiko sonrió- No hablabas de otra cosa-

Nami ignoró el cometario de su hermana y prosiguió.

- Bien, pues a vuelto al pueblo-

- ¿¡Enserio?!-

Nami sonrió, respondiendo así a su hermana.

- Nunca pensé que volvería, ya que su mudanza fue muy repentina...-

- Ya, yo tampoco, pero estoy contenta de que lo haya echo-

Cuando las dos terminaron de comer, cada una fregó su plato y Nami subió a su habitación. 

Se tumbó en la cama y se puso a mirar al techo. "Tienes que escribirle a Zoro" pensó la chica, para después coger su móvil de su bolsillo.

Lo encendió y fue a los mensajes. No sabía como empezar, y estubo a punto de preguntarle a Robin, pero al final se le ocurrió algo.

¿Estas bien? - {Zoro x Nami}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora