A Nami las clases se le hicieron eternas hasta que el timbre sonó y llegó la hora del descanso.
- Uff- le dijo a Robin mientras salían de la clase hacía el patio- creo que no me aburría así en una clase desde primaria-
- Yo también- dijo Robin entre risas- Creo que las dos teníamos ganas de encontrar a Zoro-
- Si, creo que es eso- dijo Nami con una amplia sonrisa.
Salieron al patio donde había mucha gente yendo de aquí para allá, y empezaron a dar vueltas buscando al peliverde.
Después de un buen rato sin éxito, la pelinaranja estaba por rendirse.
- Hemos mirado en todos sitios. ¿ donde narices se ha metido?-
- No hemos mirado en los baños- dijo la pelinegra.
- Tienes razón, vamos a ver-
Cuando llegaron a los baños, Nami y Robin se pusieron a pensar que hacer, porque no podían pasar al baño de chicos, cuando la puerta se abrió. Las dos se sorprendieron y se dieron la vuelta para correr, ya que si las veían cerca del baño de chicos, pensarían que estaban espiando o algo peor.
- ¿ Nami?¿Robin?- dijo una voz totalmente conocida a sus espaldas.
Las dos se giraron casi al mismo tiempo para ver a quien les había llamado, persona a la cual llevaban buscando toda la hora.
Llevaba puesta una sudadera blanca ( a pesar de que hacía bastante calor) y unos pantalones largos. Nami se fijó en su pie buscando la venda que había visto el día anterior, pero sus pantalones eran demasiado largos como para ver nada.
- ¡Zoro!- dijo la pelinaranja emocionada- Te hemos estado buscando todo el descanso-
- Vaya, lo siento...-
- No te preocupes, lo que cuenta es que te hemos encontrado- dijo Robin alegre.
Los tres fueron al mismo banco donde habían estado sentados el día anterior.
- ¿ No tienes calor?- dijo Nami- aún estamos en pleno verano-
- Me gusta llevar sudadera- al contrario de lo que decía, el peliverde estaba sudando.
- Estas sudando, vamos quitatela-
- Bueno, vale...-
Zoro se quitó la sudadera después de pensarlo un poco, y lo que Nami vio la dejó sin habla.
El peliverde tenía el brazo derecho vendado de principio a fin.
- ¡ Zoro!- dijo casi gritando involuntariamente- ¡¿como te has hecho eso?!-
- Tranquila Nami, me lo hice entrenando. Practico kendo- dijo Zoro arrepintiendose de haberse quitado lo único que le iba a evitar responder a esa pregunta.
- ¿ Seguro que estas bien?- dijo Robin.
- Si claro, fue un golpe superficial. Apenas es un moreton, de verdad no os preocupeis-
Zoro, a pesar de que se había quitado la sudadera, se la puso encima de su brazo malo para evitar preguntas de la gente que pasaba.
- Si tu lo dices... Pero ten más cuidado la próxima vez- le dijo la pelinaranja dandole unas palmaditas en el hombro.
- Descuida, lo haré- el moreno le sonrió.
- Oye... ¿ Te acuerdas de lo que te dije anoche?- dijo Nami cambiando de tema.
- Si, claro. Me preguntaste si quería que me enseñaras el pueblo-
- ¿ Y te lo has pensado ya?-
- Es complicado... Me encantaría poder ir con tigo a que me enseñaras el pueblo... Pero no se si podré-
- ¿ Porque?-
- Entreno todos los días-
- ¿ A todas horas?-
Zoro ya se notaba algo incomodo.
- No... pero...-
- ¿ Pero?-
- Le preguntaré a mi padre si puedo quedar esta tarde. ¿ Os viene bien?-
- A mi perfecto- dijo Robin
- ¡¡¡¡Siiiii!!!!- dijo Nami entusiasmada- ¡Zoro eres el mejor!- se acrecó más al moreno y le dio un abrazo.
Zoro no dijo nada, solo le devolvió el abrazo a la chica.
Justo cuando todo parecía ir bien, la sirena sonó.
- Losiento chicas, debo irme. Si el profesor Smoker ve que llegó tarde me matará-
- Nosotras también debemos irnos-
El peliverde se levantó del banco ( mientras se ponía de nuevo la sudadera) y se dispuso a irse.
- ¡ Zoro! ¡Que no se te olvide preguntarle a tu padre!-
- ¡¡¡Si!!!- dijo antes de irse.
- Que chico más raro- dijo Robin mientras ambas se levantaban.
- ¡ PERO TU HAS VISTO SU BRAZO!- gritó Nami.
- Ayer el pie y hoy el brazo...- Robin estaba igual que confusa de su amiga.
- Bueno, por lo menos ya sabemos que se lo ha hecho entrenando- Nami y Robin entraron a la clase y se sentaron en sus sitios- Es un bruto-
- Me he dado cuenta. ¿ Como se habrá hecho eso?-
- Ha dicho que lo que tenía en el brazo era un moreton, y a menos que haya peleado con alguien, no creo que pueda hacerselo solo-
- Quizá entrene con alguien-
- ¿ Vive solo?- preguntó Robin mientras sacaba su libro de texto.
- Ni idea- Nami sacó su libro también- nunca he ido a su casa y tampoco me ha hablado nunca de su familia. Solo se que vive con su padre, porque siempre que le preguntas, le menciona a él. Cuando le hemos invitado hoy, ha dicho que le tenía que preguntar a su padre-
- Tienes razón... A lo mejor también vive con su madre-
- Puede ser. Quizá hasta tenga hermanos-
Robin iba a responder, pero como siempre, el profesor entró en el momento menos oportuno. A si que Robin le dedicó una mirada a Nami y después las dos atendieron a la clase.
--------------
Al terminar las clases, las dos salieron, con la esperanza de ver al moreno otra vez, y esta vez tuvieron suerte. Estaba a punto de irse cuando Nami le llamó. El moreno se dio la vuelta y al verla se paró, como el día anterior. Nami se adelantó a Robin y corrió hacía él.
- Hola Nami- dijo el peliverde- ¿pasa algo?-
- No, nada... Oye, ¿ vas a tu casa?-
- Si, ¿ Por?-
- ¿ Puedo acompañarte?, hoy mi hermana no llega a casa hasta dentro de un rato, a si que no tengo nada que hacer-
- Claro. ¿ Donde vives?-
- No se si cerca tuyo, pero bueno- Nami sonrió y Zoro le devolvió la sonrisa.
- ¿ Robin viene?- dijo Zoro al verla acercarse.
- Hola Zoro- dijo la pelinegra. El chico le saludó con la mano- Nami me voy con Franky a casa, ¿te vas con Zoro?- Robin sonrió.
- Si- dijo Nami- Luego hablamos-
- ¡Vale! Pasadlo bien- terminó Robin antes de irse junto a Franky.
Nami agarró a Zoro por el brazo, gesto que no incomodó en absoluto al peliverde, ya que ellos dos eran casi como hermanos. Empezaron a caminar mientras las miradas de todos se posaban en ella. Una de esas miradas era la de Hanckok, que se moría de celos.
- Necesito separar a esa estúpida de mi presa- dijo Hanckok.
- Tranquila, algo se nos ocurrirá- le contestó Tasighi.
ESTÁS LEYENDO
¿Estas bien? - {Zoro x Nami}
RomanceZoro y Nami eran amigos de la infancia, pero tuvieron que separarse debido a la repentina mudanza de Zoro. Nami nunca entendió esta mudanza, pero jamás preguntó. Años despues, cuando Nami era una estudiante universitaria, se reencontraron. Vivirán...