↬ Dottore's Fanfic ¦ Los dioses son crueles, enfermos y retorcidos. Durante quinientos años, creyó que estaba destinado a estar solo. Lo había aceptado durante mucho tiempo, incluso había abrazado su realidad. Es decir, hasta que una noche de plen...
໒✦⋮ Construcción de mundo para Snezhnaya & Fatui & Fontaine, Theta lastima al lector pero solo un poco, esto no fue editado perdón por los errores 😭
໒✦⋮ Muy bien chicos, este es oficialmente el último capítulo de la programación regular-después de este, las actualizaciones van a ser esporádicas, pero por lo menos serán mensuales. me gustaría poder mantener el horario, pero no va a ser factible teniendo en cuenta que empiezo la escuela de derecho este próximo miércoles </3 voy a actualizar la lista maestra para reflejar el cambio también.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¿Disculpa?"
El enmascarado -¿Se llamaba Theta, como había dicho Gamma?- te agarró con fuerza la muñeca y la levantó delante de ti para poder mirarla él mismo. Era más fuerte de lo que parecía. Intentaste zafarte de su agarre, pero no lo conseguiste. Sus uñas se clavaron en tu piel en respuesta al intento, extrayendo sangre. Hiciste una mueca al ver cómo una fina línea roja se filtraba por tu antebrazo.
"Ya me has oído". La sonrisa de Theta no se movió mientras su otra mano subía para sujetarte la barbilla, apartando tu cabeza de donde Kappa seguía enterrado en el pliegue de tu cuello para mirarlo a él. "¿Intentaba mantenerte escondida o intentabas esconderte de nosotros?".
No estaba mirando tu mano. Estaba mirando tu dedo o más específicamente... donde tu hilo colgaba de él, llevando a algún lugar a la izquierda de ti dondequiera que estuviera Dottore. Recordaste cómo Kappa te había mirado la mano con curiosidad antes de decidirse a acercarse a ti, la forma en que se sentía tan a gusto contigo sin ninguna razón. Y Gamma. Gamma te había mirado la mano antes de entrar en pánico y salir corriendo.
¿Podían... verlo?
"¿Hm?" Las uñas de Theta se clavaron ahora en tus mejillas, igual que había hecho con el aristócrata; ni siquiera sabías adónde habían ido, si habían aprovechado para huir o si había hecho algo para inmovilizarlos, no podías girar la cabeza para comprobarlo. Hiciste una mueca al sentir que sus uñas volvían a romperte la piel. "Contéstame".
¿Cómo era posible?
Casi podías saborear el veneno de sus palabras, la impaciencia y la frustración. No sabías cómo proceder: tenías los brazos atados a Kappa, una de tus manos estaba atrapada entre las suyas y te obligaba a mirarlo, y aquella mirada desquiciada en sus ojos rojos hacía que se te nublara el cerebro de miedo.
Pensar. Tenías que pensar. Tenías que liberar tu muñeca de su mano. Tenías que volver a tu habitación, o a la de Pantalone.
¿Dónde estaba Pantalone? Lívida, te diste cuenta de que el hombre probablemente seguía escuchando la conversación, sin involucrarse, dejándote a ti lidiar con este bastardo inestable.
Piensa. ¿Qué quería oír? ¿Qué le haría calmarse al menos lo suficiente como para aflojar su control sobre ti?
¿Pero cómo demonios ibas a saber lo que quería oír? Incluso por la forma en que escupió esas dos preguntas, sabías que ambas respuestas eran erróneas y que lo irritarían aún más. Pero tenías que decir algo, cuanto más tiempo pasabas sin responder a su pregunta, más se encendían sus ojos de impaciencia; no querías saber lo que pasaría cuando ese delgado hilo de paciencia se rompiera.
