↬ Dottore's Fanfic ¦ Los dioses son crueles, enfermos y retorcidos. Durante quinientos años, creyó que estaba destinado a estar solo. Lo había aceptado durante mucho tiempo, incluso había abrazado su realidad. Es decir, hasta que una noche de plen...
໒✦⋮ Construcción de mundo para Snezhnaya & Fatui & Fontaine, el lector se lastima un poco en este capítulo pero sólo brevemente.
໒✦⋮ Estamos oficialmente 50k palabras, Dios mío, lo que es un hito. Estamos casi allí - que se van a cumplir pronto ... pero técnicamente .... bueno, ya lo verán. hay tres cameos especiales en este capítulo.
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"Ahora no es el momento, doctor".
Pantalone ni siquiera levantó la cabeza para mirar a Dottore mientras garabateaba el documento en el que estaba escribiendo. Dottore apretó los labios, con los ojos fríos bajo la máscara, mientras observaba a Pantalone, inmóvil. Las ventanas de su despacho crujían contra el viento exterior, la chimenea crepitaba para mantener la habitación caliente, pero aparte de eso, el silencio sonaba con fuerza entre los dos.
Finalmente, cuando Dottore no hizo ademán de marcharse, Pantalone levantó la vista. "¿Qué pasa? Tengo una semana para preparar la iniciación de el Undécimo. No tengo tiempo para quejas insignificantes".
Dottore debería sentirse insultado, podía sentir cómo aumentaba su irritación ante el comentario del hombre, pero se obligó a reprimirla. Tenía cosas más importantes de las que ocuparse, sobre todo, de su alma gemela y, por mucho que odiara admitirlo, los recursos de Pantalone eran necesarios si quería encontrarla antes de que alguien más lo hiciera... antes de que ella saliera lastimada y, por extensión, él.
" Hace algunos años me ofreciste recursos", dijo finalmente Dottore, observando atentamente a Pantalone en busca de una reacción. "Me gustaría tenerlos ahora".
El Regatero era un hombre agudo. Dottore no tuvo que entrar en detalles para que los ojos púrpuras parpadearan hasta su pulgar, donde el hilo rojo lo conectaba a su alma gemela. Observó cómo las cejas de Pantalone se fruncían, mientras intentaba averiguar a qué se debía aquel repentino cambio después de años en los que Dottore le había negado su existencia.
"Es usted muy inoportuno, doctor", murmuró Pantalone, apartando los documentos mientras se reclinaba en su asiento para mirar a Dottore. "Mis recursos se han agotado entre el próximo acontecimiento y el intento de localizar a esa amenaza del este que ha estado masacrando a nuestros subordinados".
Dottore torció los labios. "No soy inoportuno", dijo con frialdad, Pantalone enarcó las cejas y Dottore exhaló. "Es ella. Creo que está aquí. En Snezhnaya".
Pantalone exhaló, girando la cabeza hacia un lado para mirar por la ventana. "Eso no es bueno", murmuró.
"Lo sé", dijo Dottore brevemente.
"¿Por qué no envía a uno de sus segmentos?". preguntó Pantalone al cabo de un momento, con el bolígrafo golpeando la madera de su escritorio de un modo inestable que hizo que Dottore moviera los ojos con fastidio.
