Capítulo 2

46 10 10
                                    

Es impresionante como un concepto, puede variar según las personas, para mi terapia quiere decir, un método mediante el cual mejoras. No he tenido la valentía de preguntarle a mi madre que entiende ella, por terapia. Pero sé, que todo lo que ocurre en una de las habitaciones del piso de abajo, no la estaba ayudando en nada.

El primer mes sin mi padre, estuvo en cama.

El segundo mes, intentó suicidarse, gracias a Dios, Eleonor la consiguió, y todo quedo allí.

El tercer mes, comenzaron las borracheras, las cuales aún no se detienen.

Cuarto mes, comenzó la violencia. Intente ayudarla, a ponerse de pie, ella estaba vaciando su estómago, por toda la sala, y me abofeteo. Eso solo fue el inicio.

Quinto mes, comenzaron a llegar sus extraños invitados nocturnos. Recuerdo ese día claramente, baje a la cocina a tomar agua, y escuche esa música extraña, fui siguiendo el sonido de la melodía, al llegar a una de las habitaciones, estaba mi madre, teniendo sexo, sobre una mesa.

Lo que más me espanto, fue su mirada vacía. Parecía que su mente estaba lejos de allí, luego de ver eso, vomite toda mi cena. Me quede en el baño de mi cuarto llorando durante horas, pidiendo a Dios, al cielo, al universo, respuestas. Claramente nunca llegaron, y yo me canse de esperarlas.

En el momento en que mi madre, decidió que no tendría más teléfono, con la excusa de que debía esforzarme por recuperarme del trauma, y también físicamente, una pequeña alarma se activó dentro de mí. Decidí ignorar esa alarma. Era mi madre, la mujer perfecta, a diario la veía hacer mi desayuno favorito, ayudarme con las tareas, fue ella quien me instruyo en el mundo de la música.

Durante toda mi vida, ella fue la mujer más tierna, compasiva y divertida que siempre necesite. Fue la esposa perfecta, la madre perfecta, y en seis meses, todo se fue a la mierda. ¿Se olvidó de todo? No lo sé. Pero mi padre, no merecía que en cinco meses ella lo olvidara así. Él no merecía esto.

En el mes cuatro, fue que decidí hablar con Allie, dijo que habláramos con sus padres, le dije que lo pensaría. Al llegar a casa ese día, mi madre me empujo y caí por las escaleras. Ya que había tenido el accidente, me afecto mucho más de lo que su mente pensó. Cuando fuimos a urgencia, la escuche hablar con el médico de guardia.

-Tiene Estrés post-traumático, y una grave depresión, intento suicidarse luego de que su padre falleció. Ahora, ha comenzado a tener unas alucinaciones extrañas, y temo que este incidente sea solo un truco para lograr lo que no pudo hace tres meses.

¿Cree que debo darle tiempo? ¿O llevarla a un psicólogo? Por favor ayúdeme. Quiero ayudar a mi hija, es todo lo que me queda.

Fue en ese momento que supe lo jodida que estaba. Nadie iba a creerme, terminaría en un psiquiátrico. Era la palabra de una simple adolecente, contra la palabra de Rose James, dueña de una cadena de restaurantes, madre ejemplar, heredera de Lambert Enterprise Inc. y viuda de Alexander James. Mis padres tenían una reputación increíble e intachable, ambos.

¿Cómo coños competía yo con eso? Con solo decir que en el accidente, me golpeé demás la cabeza, o que atravesaba una etapa, compraba mi boleto a un sanatorio.

Quizás exageraba, pero mi madre era una actriz excelente, era inteligente. Y muy peligrosa. Aquellas palabras que eran para aquel médico, una súplica, significaron para mí, una gran advertencia.

Así es como iniciamos la semana siguiente el plan.

Mis abuelos eran mi única salida, pero para contactarlos necesitaba pruebas de las cosas que hacia mi mamá.

Y yo estaba estudiando, no podía seguir a mi mamá, o grabar por las noches a los hombres que entraban a mi casa, la última vez que intenté traer un teléfono y lo descubrió, estuvo persiguiéndome como una desquiciada por toda la casa.

Hades (Trilogía Hades libro 1).   Historia Registrada bajo El Número 23082851606Donde viven las historias. Descúbrelo ahora