Hades (Trilogía Hades libro 1). Historia Registrada bajo El Número 23082851606

Capítulo 15.

NOTA: Este Capítulo trata temas sensibles. Recomendado para mayores de 18 años.

Luego de mi pequeño concierto privado, se notó un ligero cambio a nuestro alrededor, era evidente que estábamos un poco más tensos pero, no me sentía culpable por ello. Carter era consciente de que yo estaba enamorada de alguien. Si yo desarrollaba algún afecto hacia él, sería porque me había forzado a su constante compañía. Por nada más.

En un intento por aligerar el ambiente, volvimos a la habitación de Carter, y comenzamos a ver las listas de películas para que yo seleccionara las que quería. Llevaba una lista bastante interesante, según Carter.

-Así que, por ahora tenemos: “Yo antes de ti”, “El exorcista”, “Bajo la misma estrella”, “Terror en Amity Ville”, y “Cincuenta Sombras de Grey”.

Me mira enarcando una ceja, y sonriendo. Su humor ha mejorado a costa de mis gustos en películas.

-¿Qué? Una chica puede ser fanática del género de terror, no sólo del romance.

Estábamos en la cama, conversando de películas, y de nuestros géneros preferidos. Cualquier persona que observara esta escena, sin saber la realidad, se imaginaria que somos un par de amigos buscando que película ver. Nadie apostaría que él es el amo de la mafia, y yo la chica con la que se había obsesionado hasta que su hermana (con problemas de actitud) decidió secuestrar.

-Me inclino más por el género de ciencia ficción. Es un poco tarde, deberíamos comer. Hay un sin fin de pastas que seleccionar, o ¿prefieres lasaña?

-La verdad es que quisiera pizza.

-¿Pizza? Pero… Eh... ¿Pizza y vino?

La risa comienza un poco baja, y luego va en ascenso. No puedo tomar vino, si hasta hoy estoy cumpliendo los diecisiete.

-Carter no puedo beber.

Sigo riendo hasta ver su gesto serio.

-¿Qué edad tienes?

Medito un poco su pregunta, pero decido que no quiero decirle, no todavía.

-Te explicaré más tarde. O mañana.

Utilizo la misma respuesta que me ofreció cuando me habló sobre trabajar para él. Sé que no está muy conforme con mi respuesta, pero me da igual.

-Iré por la cena, entonces. Veré que puedo traerte de bebida.

Continúo revisando las categorías de películas que ofrecen, e ignoro su mirada interrogante. Al escuchar el sonido de la puerta al asegurarse, me relajo. Me levanto y voy al armario para quitarme el vestido color turquesa, por una camiseta. He descubierto que son realmente cómodas. Cuando estoy deshaciendo el lazo que hay en la espalda de mi vestido, mi mente vaga hacia la idea de trabajar para Carter, y como eso me dará mi libertad. No soy ingenua, si él es el heredero de un imperio que trafican

drogas, venden mujeres y a saber Dios que otras cosas peores, ¿cuál podría ser mi trabajo? Y otra pregunta mucho más perturbadora, ¿estaré dispuesta a hacerlo?

Eso significa confiar en la palabra de un Morgan. Cosa que obviamente no hago, pero hasta ahora, es la única salida que he vislumbrado.

Termino de quitarme la ropa y me pongo la camiseta cuando la puerta vuelve a abrirse.

-La cena ha llegado, señorita.

Salgo y consigo a un Carter con dos grandes cajas de pizza, y lo que parecen unos cócteles.

-Oye estoy algo atareado, cierra la puerta por mí.

-Se dice por favor.

Él me mira extrañado. Es como si le hubiera dicho que la tierra es plana.